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Una pareja de estafadores fueron detenida en el parque San Martín luego de que intentaran timar a un par de transeúntes, que no fueron víctimas de una estafa por el solo hecho de no tener dinero encima.
Los malvivientes, de 18 y 25 años, daban vueltas en una moto por el principal paseo público hasta que señalaban a una persona a quien podían estafar.
En ese trabajo estaban cuando fueron detectados por las cámaras de seguridad que advirtieron posibles delitos de los sujetos, que intentaban timar a algún desprevenido.
Policías de la motorizada los encontraron antes de que pudieran poner en acción el plan contra un hombre mayor y en la requisa se les encontró las pruebas de su profesión: estafadores.
El modus operandi
Uno de los sujetos, el más hábil, entabla conversación con el incauto y le muestra un celular de alta gama en su estuche, funcionando, y dice que no tiene dinero para viajar. Asegura haber adquirido el aparato en un comercio, por derecha.
Para fundamentar sus dichos muestra una factura por la compra de un celular de una casa del microcentro salteño y después comienza a regatear precio.
Según se pudo establecer, este tipo de estafadores pide por el aparato la mitad del precio de lista, y así va tentando al cliente incauto hasta que éste le hace una oferta a veces vil, sin darse cuenta de nada.
Poco después el sujeto analiza el dinero ofrecido, le entrega el celular para que lo pruebe. Mientras guarda el dinero saca el estuche original del aparato, le pide al comprador el móvil para ponerlo en la caja y en ese momento aparece el cómplice que entretiene al sujeto con cualquier cosa mientras el estafador le cambia el aparato por un vidrio cortado a la medida del celular, le cierra el estuche, lo entrega y se va, inmediatamente montado en la moto que para al lado suyo.
A los pocos segundos el estafado abre el estuche y encuentra un vidrio templado dentro de un protector de celular, pero ya es tarde para lamentos.
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