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Agua y barro, la pesada cruz de los vecinos de Rivadavia

Las comunidades de la Banda Sur y de Santa Victoria Este viven un calvario.
Miércoles, 12 de abril de 2017 08:40
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Rivadavia, el enorme departamento del este salteño, está tapado por el agua que arreció con fuerza desde el Pilcomayo por el norte, afectando a la pobrísima Santa Victoria Este; y por el río Bermejo en el sur, dejando a esta banda convertida en una laguna. Los chicos de Rivadavia no van a la escuela. Hasta ahí las noticias de las rencillas gremiales y los paros ni siquiera llegan. 
Incluso en algunas escuelas albergue los chicos quedaron encerrados por el agua desde inicios de abril. En las dos bandas de Rivadavia se mastica la pobreza, la postergación y el infortunio. Por estos días, muchas comunidades de wichis y criollas dormitan sus miserias en medio del agua y el barro, sobre pedazos de goma espuma con pretensiones de colchón, tapados con camperones y mantas percudidas por la humedad. Con eso y una jauría de caschis, que dan amor y abrigan, le pelean un día más a este temporal estival que ya se comió un pedazo del otoño. 
Ellos saben que cada noche puede ser la última, no tienen qué comer, qué vestir ni cómo salir de las minúsculas islas donde se escurren el agua. Algunos osados, en el afán de salvar los pocos animales que crían, cargaron en botes y balsas a los cuchis (como les llaman a los cerdos), las cabras, las gallinas y los caschis. Porque ellos tienen corazón; ellos sueñan con las obras tantas veces prometidas y nunca ejecutadas sobre los caminos y los cauces; ellos buscan la paz del monte y que no los arrastre el río; ellos ansían aprender a vivir mejor, a comer mejor, a sanar. Ellos quieren y no pueden. Ellos votan y les mienten.

Colecta en Salta.- Brian Salazar, periodista de FM Chaco, en Santa Victoria Este, organizó una campaña solidaria para los parajes El Desemboque, La Esperanza, Sachapera y El Traslado, donde, contó, “viven más de 100 familias muy pobres y están todos inundados. Necesitan mercadería, ropa, calzado, colchones para todas las edades. La ayuda se puede hacer llegar en Salta al barrio Finca Valdivia Manzana 615 B - casa 14, familia Salazar”. Esperan ayuda que no llega de la comuna a cargo delintendente Moisés Balderrama.

Desde Rivadavia Banda Sur, la comuna que gobierna hace 14 años el cada vez más cuestionado Mario Cuenca, informaron que en estos días se cortó el tránsito en la ruta 13 por los muchos y enormes socavones que se hicieron en los 55 kilómetros que unen este municipio con La Unión. Además, el hospital de esta zona inundada no contaba con medicamentos para una cantidad de niños y adultos resfriados y con otras dolencias. 
La concejal Julia Flores informó a El Tribuno sobre el estado de las escuelas. “La escuela Puerto Argentino 4197, del paraje La Esperanza (foto) es una de las más complicadas junto con la del paraje San Felipe, porque están aisladas, pero todas las escuelas están inaccesibles y con deterioros por el agua, como la N° 4252 de Tres Horcones que tiene 30 alumnos que están sin clases como en la mayoría de los establecimientos educativos. Hasta Tres Horcones es imposible llegar, las dos maestras recorrieron más de 40 kilómetros caminando con las motos a cuestas porque no se puede andar”. 
La edil continuó: “La escuela 4.247 Rosario de San Nicolás del paraje Aguas Muertas tiene 40 alumnos y un aula anexa a la que asisten alumnos de la comunidad. El camino que conduce a esta escuela, a la de Alto Verde, Tres Horcones, Mirador y Ciervo Cansado, pasa por la ruta 13 y está intransitable. Tampoco se puede acceder a la escuela 4676 del paraje Tres Pozos, que tiene 15 alumnos, porque está rodeada de agua y cuando escurre, el camino queda en pésimas condiciones. El año pasado la docente sufrió una fractura al caer de la moto”. Finalmente dijo: “La escuela 4.818 de Campo Grande, con 15 alumnos, y la escuela 4.791 de Pozo El Tigre, con 41 chicos, estaban rodeadas de agua de lluvia y barro, aunque dijeron las docentes que iban a dar clases lo mismo”. Maestras guerreras, para quienes la educación es un fuego que no se apaga ni con toda el agua de este abril. 

 

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