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Franco Jonathan Corvalán, detenido y juzgado por el crimen del enfermero Leopoldo Federico Núñez, declaró ayer: "Se me vino encima con el cuchillo, forcejeamos, caímos y se lastimó".
El imputado, quien trabajaba como taxi boy, aseguró que en ese contexto conoció a la víctima en la terminal de ómnibus y que Núñez había contratado sus servicios.
Esa noche -miércolesa 31 de agosto-, al cabo de las relaciones sexuales, Corvalán le cobró y Núñez no le quiso pagar y le dijo que se fuera de la casa. El taxi boy se negó, quería cobrar lo acordado, en ese momento, según la versión del imputado, el enfermero tomó un cuchillo que estaba sobre la mesa del comedor y se le fue encima. Forcejearon, cayeron y Núñez resultó herido.
Luego del hecho, y teniendo en cuenta las causas penales que pesaban sobre sus espaldas, el acusado intentó fingir un robo, según su declaración. Sus palabras aludieron a una especie de defensa propia que no sonó convincente en el recinto.
Antes de declarar, la abogada del acusado, Carina Peralta, a pedido de su defendido solicitó desalojar la sala, incluso el efectivo del Servicio Penitenciario que lo custodiaba, ya que el imputado "contaría detalles por los que sentiría temor por su integridad, privacidad", dijo la letrada.
El juez de la Sala VI del Tribunal de Juicio, Guillermo Pereyra, hizo lugar al pedido del desalojo del público presente de la sala, pero no admitió que el agente penitenciario sea retirado, para evitar una posible fuga. Los familiares de la víctima y periodistas tuvieron que retirarse con gran malestar e indignación.
Los últimos testimonios
Ayer, desde las 8, declaró Julio Urzagaste, el remisero que chocó Corvalán sobre la calle Alvarado, luego del hecho. El hombre no reconoció a Corvalán. Si bien dijo que quien lo chocó era un jovencito de entre 20 y 24 años y de contextura delgada, no lo reconoció. El imputado luce diferente. Tiene un corte de cabello estilo cresta que no habría tenido en septiembre del año pasado.
Luego declaró la psicóloga Mónica Quinteros, quien según informes sostuvo que el acusado posee una personalidad con rasgos psicopáticos y perversos y reacciones impulsivas desmedidas cuando no logra lo que quiere.
Siguieron los testimonios de policías: el perito Daniel Flores y los agentes Carlos Liendro, Federico Lera y Guillermo Díaz. Los tres últimos intervinieron en el choque que protagonizó Corvalán en la calle Alvarado contra un remisero. Corvalán manejaba el Renault Megane polarizado del enfermero asesinado. Iba adelante del remisero e intentó doblar hacia Córdoba, en contramano, luego volvió y chocó contra el remise. El impacto fue muy leve. El auto era supuestamente buscado por la Policía. Sin embargo, los testimonios de los efectivos dejaron al descubierto que ellos no manejaban esa información, es decir el entrecruzamiento de datos en la Policía de Salta para la investigación en ese momento fue nulo.
Asesinato y robo en Castañares
El sábado 3 de septiembre de 2016, alrededor de las 21, Andrés Moya, de 25 años, se sintió preocupado porque no sabía nada de su tío Leopoldo desde hacía tres días. Decidió ir hasta la casa de él, en el lote 5 de la manzana 16 del grupo 648 de Castañares.
Apenas llegó a la casa supo que algo no estaba bien. Su tío no respondía. Andrés entró a la casa por una ventana, ya que no podía abrir la puerta. Su tío estaba muerto, tendido en el piso del pasillo que da hacia un baño. Tenía la cara ensangrentada. Había sido brutalmente apuñalado. Había bastante sangre. Todas las habitaciones y el living estaban completamente desordenados, como si el o los criminales hubieran revuelto buscando algo. Faltaba una computadora, un microondas, dos televisores, una notebook, una play, una tablet, una heladera pequeña, una billetera, las llaves de la casa y el auto, un Renault Megane gris polarizado. El joven salió corriendo de la casa y llamó al 911
En pocos minutos un móvil de la Policía arribó al lugar. Los policías solicitaron una ambulancia del Samec para la constatación de la muerte.
Leopoldo Federico Núñez tenía 36 años. Se había recibido de enfermero en 2010 en la Universidad Nacional de Salta y trabajaba en la terapia intensiva pediátrica del hospital Público Materno Infantil.
En una semana iba a tomar vacaciones para viajar a Cancún, México.