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Ya es noticia por estos días que el "Modelo Netflix" para las universidades en el mundo viene marchando a pasos agigantados.
El Premio Yidan Prize, que más dinero otorga en el área educativa a nivel mundial, creado recientemente por Charles ChenYidan, y que tiene la misión de crear un mundo mejor a través de la educación, fue otorgado este año a los profesores Larry Hedges y Anant Agarwal por el desarrollo de métodos estadísticos para el análisis de la educación en el caso de Hedges y por la creación de una plataforma on line para Harvard y el MIT en el segundo caso. La aplicación masiva de tecnologías digitales en el ámbito universitario es una realidad.
Las nuevas tendencias tecnológicas y sociales como el desarrollo de la tecnología móvil de acceso a internet, la internet de las cosas, la big data, etc. están dando lugar a lo que algunos llaman la revolución digital que está afectando a todo tipo de organizaciones, entre ellas especialmente a las universidades, que están viendo cómo el mundo a su alrededor cambia muy rápido como consecuencia de la digitalización.
Algunas se mantienen expectantes, por la incertidumbre que esto genera, pero como está afectando a su "ecosistema" plantea la necesidad de "reinventarse". La matrícula universitaria viene creciendo en el mundo, y nuestro país no es la excepción; la Unesco estima que para el 2025 será de 262 millones la cantidad de universitarios en el mundo, casi duplicando la cantidad que se registra actualmente.
Explosión universitaria
Desde mediados de la década de 1990, en la Argentina, como en otros países de la región, se instaló lo que se podría llamar una "modernización" del sistema educativo, al igual que varios países de Latinoamérica, promovida fundamentalmente por agencias de crédito internacional como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
En este contexto, la explosión de la demanda por educación universitaria en las ultimas décadas promovió en la Argentina la sanción de la Ley de Educación Superior N§ 24.521(LES), y la formulación de proyectos de nuevas instituciones universitarias tanto en el ámbito estatal como en el privado.
Es así que en el sistema universitario argentino, en las últimas décadas, se fundaron numerosas universidades nacionales, se nacionalizaron otras, se crearon instituciones provinciales y se autorizaron nuevas universidades e institutos privados, tanto en el grado como en el posgrado, a lo largo del territorio. La apertura de la Educación a Distancia, en este contexto, significó para muchas universidades la extensión territorial de su oferta permitiendo habilitar el acceso de muchos estudiantes que de otra manera no hubieran podido estudiar.
En nuestro país, la evolución de la matrícula universitaria para el período 2004 - 2013 muestra un crecimiento del 5,8% por año, mientras que en el sector estatal la matrícula tiende a un estancamiento, con una tasa anual del 1,1%.
Actualmente hay matriculados alrededor de 1.900.000 estudiantes en el sistema universitario registrándose aproximadamente 200.000 cargos docentes de los cuales el 12% son de dedicación exclusiva, 18% semiexclusiva y 65% simple; cabe señalar que mientras la cantidad de nuevos inscriptos entre 2004 y 2013 creció apenas 5,5%, los cargos docentes con dedicación simple y exclusiva se incrementaron en promedio 58,8% y 34,4% .
Actualmente la Educación Superior se ha convertido en un mercado global en el cual la demanda supera a la oferta.
Esta masificación junto a tendencias tales como educación permanente a lo largo de la vida, auge de las TIC, movilidad académica internacional, perfeccionamiento de la gestión institucional, carencia de actualización y flexibilidad de los currículum, educación superior transfronteriza, y la educación a distancia, entre otras, impulsan los cambios.
El impacto digital
Si miramos detenidamente al interior de cualquier universidad, en su operatividad diaria, vemos que se está viendo obligada a digitalizar muchos procesos y hacerlos más ágiles para cumplir con las expectativas de los estudiantes como del propio personal, académico y no académico; todos esperan que los sistemas de gestión tengan los últimos avances con la tecnología más nueva y les faciliten el trabajo.
Lo mismo pasa con los alumnos, que desean menos burocracia, aprender de una manera diferente y un contacto más rápido y directo. También el propio avance de la legislación está forzando a las universidades a digitalizar sus operaciones internas.
En Argentina a finales de 2016 el Ministerio de Educación de la Nación ponía en conocimiento de las instituciones universitarias que, en base al proceso de "modernización y despapelización" que estaba llevando a cabo, se abandonaban todos los trámites en formato papel, incorporando el expediente electrónico de modo completo y definitivo por lo tanto todo trámite se pasaría a realizar digitalmente ante ese organismo; simultáneamente sacó una serie de normativas que impulsaban a digitalizar numerosos procesos.
Todo esto propició que muchas instituciones tomen la decisión de "despapelizar y digitalizar" también todos los trámites que sean posible de hacerlo para una mejor atención, transparencia, agilidad y celeridad en todas sus actuaciones.
La transformación digital en las universidades implica un proceso de cambio tecnológico y organizativo que afecta a la cultura organizacional y seguramente la llevará a adoptar un nuevo modelo de gestión. Afectará a las áreas académica; de investigación y extensión, administración y comunicación.
Internet y el E- Learning
Internet es el campo de batalla donde se libra la competición entre universidades. Es el medio a través del cual los estudiantes buscan y encuentran ofertas alternativas en la red; tienen opciones para cursar sus estudios universitarios fuera de su país o para realizarlos en forma online en una universidad de prestigio sin moverse de su casa. Se está desarrollando una cultura de las universidades al servicio de los estudiantes y de la sociedad en general y los estándares que están exigiendo los usuarios incluyen un uso muy eficiente de las tecnologías digitales.
El mercado del E-learning crece a pasos agigantados, abarca todos los países conectados a la red y las universidades solo tienen una parte; esta modalidad está siendo utilizada en las universidades por distintas razones: porque es más eficiente en costos y puede llegar a ser más efectiva en términos de conocimiento que se adquiere en el período de aprendizaje; posibilita mejorar los recursos docentes con un servicio de calidad superior para el aprendizaje; las plataformas permiten guardar datos digitales que permite el seguimiento de las actividades de los estudiantes; el desafío es analizar esos grandes volúmenes de datos y extraer conclusiones para la mejora continua y el resultado de la experiencia formativa en general; también para detectar obstáculos formativos y disminuir la deserción y el abandono, grandes males del sistema vigente actualmente.
Este “Big Data” permitirá obtener un volumen de información que analizada correctamente permitirá descubrir patrones que podrán ayudar a las universidades a tomar decisiones e inclusive redefinir sus estrategias pues permitirán conocer mejor los intereses de los estudiantes reales y potenciales, pudiendo reorientar su oferta formativa o diseñar una nueva, y definir correctamente sus estrategias de comunicación y retención.
El nuevo perfil de los alumnos
Los estudiantes universitarios que hoy transitan las aulas nacieron a mediados de la década de los noventa, y son conocidos como la generación millennials; nacieron y crecieron con internet y se relacionan de forma natural con las plataformas y las redes sociales sobre todo a través de dispositivos móviles (teléfonos celulares; tablets y computadoras portátiles) que esperan poder utilizar en sus clases en la universidad. Hacen uso intensivo de la tecnología y esperan unos estándares tecnológicos en la universidad parecidos a los de su entorno vital; piensan que la educación en tecnología es importante para su futuro laboral y profesional
Esto está obligando a muchas universidades a crear más puntos de contactos digitales con sus estudiantes actuales y potenciales, como parte de una estrategia multicanal integrada que abarca redes sociales, aplicaciones móviles y espacios web y plantea un desafío inmenso a los docentes en la utilización de nuevas estrategias metodológicas a utilizar en el proceso de enseñanza - aprendizaje con estas herramientas.
El cambio está siendo y será disruptivo para las universidades.