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1 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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La oscuridad tomó las escaleras del San Bernardo

Los vecinos advierten que, además, no se ven efectivos policiales en el cerro.
Lunes, 15 de octubre de 2018 03:00
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Pasadas las 19.45 el sol comienza a dar paso a las primeras penumbras de la tarde. La temperatura baja unos grados, corre una brisa serena y la tarde noche se vuelve apacible. Desde el cerro San Bernardo se puede ver cómo las calles de Salta toman forma a través de hileras de luces.

Luces que en las escalinatas por las que ascienden y descienden cientos de salteños y visitantes todos los días no están. "La mayor concurrencia se da los fines de semana. A las 19 ya se escucha al sirena del teleférico y yo también me voy. No es seguro en la noche, porque además de la falta de luces no hay policías", expresó la mujer que vende ensaladas de frutas y bebidas a metros de las cascadas.

Recorriendo las escalinatas, se puede ver que, sobre la ruta, las luminarias se mantienen encendidas, pero apenas recorrido el segundo tramo del descenso la oscuridad gana espacio.

Allí los padres que llevan a los más a chicos a pasar la tarde o los adolescentes que suben a hacer ejercicios reducen la velocidad de la marcha, buscan mantener al grupo junto y, en algunos casos, usan sus celulares para iluminar el camino.

Bajar escaleras en la oscuridad no es seguro, pero mucho menos si se trata de un espacio abierto, donde los peldaños son de lajas, algunas sueltas por el paso del tiempo, y el cuerpo reclama fuerzas en las piernas para mantener el ritmo del descenso.

Graciela y sus hijas van todos los fines de semana. En diálogo con El Tribuno destacaron que hace algunos meses, todas las luces estaban en funcionamiento, pero ahora son muchas las que se quemaron y otras sufrieron el vandalismo por parte de visitantes que no son los que a diario hacen uso de este espacio para la recreación y el ejercicio.

"Es una pena, porque en unas semanas, en cuanto caiga la primera lluvia, el cerro se pondrá verde y si ahora que los árboles tienen solo hojas secas no se ve, imagínense lo que será con las copas cargadas", analizó la mujer, que recomendó hacer este recorrido en grupo para evitar malos momentos.

Alberto es padre de tres niños de entre 6 y 12 años. El hombre dice que es difícil encontrar un lugar para que los chicos pasen un tiempo al aire libre. "En el cerro todavía se conservan las viejos caminos, y para los chicos es toda una aventura subir algunos tramos por la tierra. Lo malo es cuando se te hace la noche arriba. Bajar por las escalinatas, en la parte media, requiere de mucho cuidado. Si decidís ir por la ruta, los vehículos no respetan los espacios", expresó el hombre, mientras señalaba los autos que suben -en su mayoría cargados de jóvenes- conducidos por personas que olvidan la presencia de los peatones en este espacio.

Varios deportistas coincidieron en pedir más presencia policial en la ruta y en las escaleras para disfrutar del tradicional espacio verde. Dicen que los uniformados recorren más el lugar en temporada turística, pero después dejan de verlos tan seguido.

 

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