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Lucas "Ojitos Bellos" Alderete está tras las rejas luego de ser detenido en una persecución que involucró a vecinos y personal policial que investigaba los robos de viviendas y casas quintas en la zona de San Luis y otros parajes de la ruta 51, en la jurisdicción de Campo Quijano.
Anteayer en horas de la tarde una vecina de calle Crestón al 400 alertó a la policía, que luego de retornar a su domicilio se dio con la puerta trasera de su vivienda violentada y que de una de sus habitaciones le faltaban dos televisores y el equipo de sonido de los mismos. Las pesquisas se orientaron hacia dos sospechosos, cuyos movimientos delictivos en esta zona son conocidos por los detectives del Sector 82.
Con la ayuda de la víctima, quien brindó datos puntuales de los sospechosos -habrían estado merodeando la zona días pasados-, los policías se dirigieron a un domicilio de la calle Llullaillaco y Cerro Azufre. Allí estaba el conocido "Ojitos Bellos", que atendió a la policía en persona y con datos inverosímiles intentó eludir el asedio del interrogatorio de la policía. En ese momento la víctima alertó a los investigadores que había encontrado en un lote contiguo, parte de los elementos sustraídos horas antes en su casa.
Intento de fuga
Apenas se descuidaron los policías, Alderete salió como un refusilo en dirección a las márgenes del río.
Mientras se informaba de la fuga del sospechoso, se descubrió que en los fondos de la propiedad en donde pernoctaba la pareja de delincuentes estaba bien escondido uno de los televisores de 32 pulgadas. En esa misma zona se localizó a un menor de edad, aparentemente secuaz de Alderete, quien en medio de llantos y pidiendo perdón entregó el otro televisor robado a la vecina.
Los móviles del grupo de investigadores del sector 82 junto a la base policial de San Luis iniciaron un minucioso rastrillaje en la zona. En ese momento se unió a la búsqueda del malviviente el marido de la damnificada de calle Crestón. Sobre una calle cercana al río se observó cómo "Ojitos Bellos" intentaba zafar del cerco policial, pero fue delatado por el marido de la víctima de robo.
La persecución terminó a las pocas cuadras, con el ladrón con la boca contra el suelo y pidiendo perdón por el robo perpetrado. Los elementos sustraídos fueron recuperados en su totalidad, y serán reintegrados a sus propietarios. Los acusados permanecen detenidos y a la espera de su imputación por el delito cometido.