inicia sesión o regístrate.
En San José de Metán se están realizando gestiones para tratar de erradicar en forma definitiva a los carros tirados por caballos y reemplazarlos por vehículos montacargas.
El proyecto fue presentado por el concejal Raúl Moya y se aprobó por unanimidad en la última sesión del Concejo Deliberante.
La iniciativa señala hechos lamentables ocurridos en la vía pública, como por ejemplo, cuando un caballo que tiraba un carro se desplomó, lo cual causó profunda indignación en la población.
"El maltrato animal y la tracción a sangre van de la mano, siendo motivo de muchas manifestaciones y protestas de organizaciones sociales que defienden los derechos de los animales y de proteccionistas que luchan contra la violencia hacia éstos", destacó Moya en el proyecto.
Se calcula que en San José de Metán hay unos treinta carreros en actividad, que se dedican a hacer fletes para el traslado de basura, escombros y otros elementos, entre otras actividades.
"En febrero del 2016 se realizó una reunión en la Sala de la Democracia, en nuestra institución, con grupos proteccionistas que plantearon la problemática de la tracción a sangre y los caballos que deambulan a la deriva por la ciudad. La complejidad de la práctica de la tracción a sangre involucra asuntos no solo vinculados con la protección animal de los caballos, sino también con la inclusión social, la dignidad de los trabajadores, el trabajo infantil, la movilidad y seguridad vial, entre otros aspectos fundamentales", detalló el edil.
La iniciativa señala que es necesario promover la dignidad laboral de las personas cuya fuente de trabajo se traduce en actividades de recolección, separación y acopio de residuos sólidos para su posterior venta.
Menores involucrados
Los carros forman parte de la historia y tradición de la localidad del sur provincial. "Culturalmente esta práctica acarrea la participación de menores en el trabajo familiar para contribuir al ingreso económico, contrariando de esta manera a la Declaración Universal de los Derechos del Niño declarada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1989 y que adquiere rango constitucional con la reforma de 1994", remarcó Moya.
El proyecto destaca que los equinos, como todos los animales, son seres vivos y con capacidad de sentir, de diferenciar el placer del sufrimiento, y el tratarlos y considerarlos como meras cosas no solo contradice el conocimiento científico sino también los valores éticos.
"Como tales, los animales merecen ser cuidados y respetados, por lo que es imperioso reemplazar a los caballos por otros medios de tracción motora a causa del sufrimiento que les provoca ésta práctica, ya que es responsabilidad de los seres humanos evitar el sufrimiento de los animales. No se trata de erradicación, sino de sustitución de medios de transporte para hacer más eficiente esta actividad económica", aclaró el concejal.
"Los carros impulsados por caballos además de obstaculizar el tránsito, han sido y son aún, vehículos involucrados en accidentes viales evitables, debido a la ausencia de un sistema de seguridad con el que cuentan otros vehículos, como frenos, luces y seguro contra accidentes,", remarcó.