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Cristina Vázquez, la mujer que había estado presa once años acusada de un crimen por el que la Corte Suprema de Justicia la absolvió en diciembre pasado, fue encontrada sin vida en su casa de Misiones. "Cuando salió de la cárcel, el Estado volvió a darle la espalda. No recibió un acompañamiento serio. Fue revictimizada. Cristina no tuvo Justicia", publicó Amnistía Internacional en su cuenta oficial de Twitter.
La entidad recordó que "en diciembre de 2019, tras un fallo unánime de la Corte Suprema de Justicia, Cristina había recuperado su libertad después de pasar once años en la cárcel por un crimen que no cometió".
La mujer, de 38 años, fue encontrada muerta ayer, por su hermana, cerca de las 14 en el sector de ingreso principal a su casa del barrio El Palomar de la capital de Misiones.
Ella dio aviso a las autoridades a raíz de que la mujer desde hacía días no contestaba los mensajes ni atendía a su puerta, lo que despertó la preocupación en sus familiares.
En el lugar trabajaron efectivos de la comisaría tercera de Posadas bajo la supervisión del juez de Instrucción 6, Ricardo Balor. Si bien los detalles del caso se preservan, los indicios apuntan a un suicidio como principal hipótesis, ya que según sus familiares la mujer atravesaba una profunda depresión.
Vázquez y Cecilia Rojas (37) -la otra mujer condenada por el crimen de Ersélida Dávalos de Insaurralde (79)- fueron beneficiadas en diciembre del año pasado por el fallo del máximo tribunal, luego de que durante años sostuvieran que eran inocentes y fueran defendidas por distintas organizaciones que reúne a penalistas del país.
"La condenaron a pesar de que no hay rastros, ADN ni huellas de ella ni de los otros dos acusados en el lugar del hecho. La sentenciaron a pasar el resto de su vida en la cárcel aunque demostró que estaba con una amiga a 8 kilómetros de su casa cuando mataron a su vecina", agregó Amnistía Internacional.
El caso comenzó el 27 de julio de 2001, cuando la jubilada del Poder Judicial de Misiones fue asesinada a golpes.
La mucama la encontró al día siguiente en el lavadero y se determinó que de la vivienda habían robado dinero y joyas, pero no se hallaron testigos para esclarecer el hecho.
No obstante, en 2002 fueron presas ambas mujeres, luego liberadas y detenidas otra vez en 2008; finalmente en 2010 recibieron prisión perpetua por "homicidio calificado criminis causa".