¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
1 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Un escuela para la transformación digital

Domingo, 14 de noviembre de 2021 01:56
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

La pandemia dejó en claro que las formas del trabajo cambiaron drásticamente casi en todos los ámbitos y actividades, y puso de manifiesto el verdadero impacto de la Cuarta Revolución Industrial en el contexto actual.

El rol de la educación debería ser protagónico para preparar a los recursos humanos en las nuevas habilidades que emergieron con la transformación digital y automatización, y que se están consolidando en el escenario pos-COVID-19, muchas de ellas relacionadas con la economía del conocimiento. Pero claro, tampoco se puede ignorar que la pandemia dejó al desnudo falencias graves del sistema.

Las nuevas generaciones disponen de menos competencias y conocimientos, y padecen la desmotivación ante una educación que no funcionaba bien, ni como elemento de movilidad social ni como un pase asegurado al mundo del trabajo.

Repensar la escuela

La necesidad de repensar la escuela y el sistema era imperante antes de la pandemia, como así también para reivindicar el papel del docente como impulsor del aprendizaje activo. Hoy son muchas las voces que advierten sobre los profundos cambios en el mercado laboral; por ejemplo, el Foro Económico Internacional anticipa que para 2025 se crearán más empleos de los que van a desaparecer, ya que la tecnología traerá nuevas oportunidades que hará necesario que los trabajadores se capaciten y sigan aprendiendo para desarrollar una fuerza laboral más calificada.

La automatización de la fuerza laboral está creciendo exponencialmente en el mundo, lo cual hará que desaparezcan alrededor de 85 millones de puestos de trabajo en los próximos 5 años, según las previsiones de este organismo, que seguramente serán robotizados, pero se crearán 97 millones de nuevos empleos en ese mismo plazo, según sus estimaciones, con otras cualificaciones.

La adopción de nuevas tecnologías por parte de las empresas, profesionales y emprendedores transformará las tareas, se crearán nuevos puestos que requerirán de nuevas habilidades para brindar mejores servicios, incrementar el desempeño y fidelizar los clientes.

Probablemente la mayoría de cargos que se generen estarán relacionados con desarrollo de software y aplicaciones, el análisis de datos, analistas de seguridad digital, especialistas en transformación digital, inteligencia artificial, ingeniería, computación en la nube, seguridad de la información, desarrollo de nuevos negocios y productos, calidad de procesos automatizados y la economía verde, entre otros. Las habilidades más requeridas para estos puestos serán seguramente la creatividad; innovación; pensamiento analítico y la flexibilidad. A ellas se suman la capacidad de pensar de manera crítica y de resolver problemas, habilidades de autogestión, el aprendizaje activo, la resiliencia además de la tolerancia al estrés, características que cruzan distintos perfiles profesionales y que cobrarán una importancia mayor en el futuro.

Aprendiendo a aprender

¿Quién preparará a los jóvenes para los nuevos empleos?

Los efectos desproporcionados de la pandemia en los jóvenes han exacerbado la desigualdad y podrían mermar la capacidad productiva de toda una generación, según señala la Organización Internacional del Trabajo. Gran parte del sistema educativo abandonó a los jóvenes en este tiempo y no al revés. Alrededor del 50% dejaron de estudiar en el nivel secundario y superior no universitario. Algunos la llaman la "generación del confinamiento". Antes de la pandemia los jóvenes enfrentaban un mercado de trabajo difícil, y ahora está siendo peor. El mundo laboral está requiriendo de nuevas habilidades que, lamentablemente, la gran mayoría no las tiene y gran parte del sistema tradicional no se está "reestructurando" para brindárse las.

Además, si tenemos en cuenta a los que no abandonaron, el bajo nivel de aprendizaje se dio en todos los niveles, afectando particularmente a los alumnos más pobres; con el retraso o el fracaso de las trayectorias educativas probablemente ralentice y disminuya la eficacia de la transición de la escuela al trabajo de los jóvenes de hoy en día. En el nivel secundario más de dos de cada tres estudiantes de los primeros años no serían capaces de comprender un texto de extensión moderada. A mediano y largo plazo esto se puede traducir en enormes pérdidas en capital humano y productividad, profundizando las condiciones de pobreza. Con más del 80% de los alumnos por debajo del nivel mínimo de rendimiento, las pérdidas de aprendizaje podrían impedir que los estudiantes desarrollen habilidades y competencias consideradas básicas que les permitirían conseguir un empleo. Es realmente una tragedia.

Es importante tratar de recuperar aprendizajes y proporcionar acceso a oportunidades alternativas de enseñanza, tratando de capitalizar el avance virtual que hubo durante la pandemia implementando programas de calidad, fortaleciendo el uso de tecnologías digitales y de desarrollo de competencias; aumentar la inversión en soluciones digitales para el desarrollo de competencias practicas y mejorar el acceso del aprendizaje en línea. La actualización del sistema educativo con una nueva visión de aprendizaje es imperiosa.

El tiempo es ahora

La pandemia dejó al desnudo las brechas digitales, la necesidad de mejorar la conectividad, la urgencia de apoyar a los docentes para fortalecer su rol, pérdidas de aprendizaje, déficits en la gestión en todos los ámbitos, etc.

El desaliento en la búsqueda de empleo entre los jóvenes es otra preocupación que también se debe atender. 
La evolución del empleo en Salta muestra variaciones negativas y la tasa de desocupación entre los jóvenes de 16 a 24 años es más alta; está alrededor del 34,5% para mujeres y 27,2 para varones; mientras que en el grupo de 25 a 34 años es de 15,3 y 10,5, respectivamente. 
Para salir adelante se debe aprovechar el potencial de la nuevas tecnologías para generar empleos decentes para todos, además de sacar partido de las formas creativas en que se han adaptado a la emergencia las empresas, las instituciones educativas y los trabajadores. 
Utilizar soluciones digitales y modelos de educación híbrida para mejorar la educación y las competencias de los jóvenes podría crear oportunidades en el largo plazo. 
Asegurar que todos los estudiantes cuenten con las habilidades digitales relevantes podría convertirse en un objetivo educativo que permita aprovechar plenamente la tecnología educativa utilizada durante la pandemia para mejorar los resultados de aprendizaje y, a mediano y largo plazo, vivir y desempeñarse en la economía digital. 
Pero la transformación digital implica también cambios estructurales que hay que poder realizar y también requiere que los formuladores de políticas tengan mejor capacidad para entender cuáles son las mejores opciones en tecnología educativa. Pero, además, se necesita de sistemas administrativos y logísticos de gestión efectiva que acompañen estos cambios y contemplen estructuras que permitan trabajar digitalmente; tanto humanas como de sistemas. En definitiva, implican cambios de paradigmas de trabajo.

El camino alternativo 

La “revolución” de las plataformas educativas.
¿Es posible capacitarse en las nuevas competencias que requiere el mundo del trabajo sin pasar por el sistema educativo tradicional? 
Sabemos que le está constando adaptarse con la rapidez que necesita esta transformación digital que estamos viviendo; pero paralelamente a esta inercia que caracteriza a gran parte del sistema, el avance de las plataformas con contenido educativo es incesante y enriquece cada vez más sus formatos ofreciendo miles de cursos de distintas disciplinas, algunos con acceso gratuito asegurando empleabilidad al finalizar, lo cual llega a sorprender por la confianza en la propuesta que hacen. 
Son espacios virtuales donde millones de estudiantes se registran y se forman diariamente, acumulando “títulos” muy demandados en el mercado de trabajo, que obtienen al finalizar cada propuesta educativa, y están “revolucionando” la manera en que las personas de todo el mundo acceden a la educación. 
Muchas de estas plataformas trabajan aliadas a prestigiosas universidades del mundo; otras generan títulos propios que cuentan con el prestigio de la entidad que los brinda. 
Así tenemos ejemplos como Coursera, nacida del corazón de la Universidad de Stanford; Udemy a quienes algunos consideran el “Netflix de la educación”; Edx ; Digital House, etc.
Abogo porque la pandemia presente la oportunidad para actualizar el sistema educativo, o al menos intentarlo, para que los jóvenes respondan mejor a las necesidades del mercado laboral, asegurándoles empleos de mejor calidad.
 
 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD