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1 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
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La actual política exterior argentina

Miércoles, 10 de febrero de 2021 00:00
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La República de Platón en realidad no constituye la construcción ideal de una sociedad perfecta por hombres perfectos, sino más bien "a remedial thing"... (un tratado de medicina política con aplicación a los regímenes existentes en su tiempo), según su autor, quien afirmaba que los Estados pueden recobrar su salud.

Platón redujo en verdad la diversidad de los Estados a un sistema integrado por cuatro regímenes históricos fundamentales: Timarquía, Oligarquía, Democracia, y Tiranía, apareciendo uno tras otro cada cual como degeneración del precedente. La Tiranía, la peor enfermedad.

Pero el más vivo y constantemente presente en el alma de Platón, era el régimen de su propia ciudad, la democracia ateniense.

Actualmente, como es conocido en nuestro mundo contemporáneo, existen niveles de correlación entre el desarrollo y el grado de burocratización estatal en los países (Rauch, Evans, Longo, 1999-2002).

Así, los países desarrollados cuentan con burocracias estables y profesionales competitivos actuantes en el principio del mérito y asistidos por idoneidades que les aseguran estándares de calidad que evitan posibles distorsiones. (Prats, Atalá, 2001).

El subdesarrollo en cambio, ofrece generalmente altos niveles de corrupción, clientelismo, nepotismo, y politización de la administración pública.

Sobre este tema, pese a los cambios y complejidad ocurridos en el desarrollo de las relaciones internacionales, puede aceptarse que las funciones diplomáticas son variaciones y derivados de las glosadas literalmente por Nicolás Maquiavelo (1979) en el siglo XVI, en que se consagraran con la consolidación de los Estados westfalianos (Marín 2001).

La política exterior argentina, en lo que viene haciendo la administración iniciada en 2019, exhibe una inusual torpeza y continuidad de contradicciones que le ocasionarán ingentes costos a la República Argentina, con consecuencias no deseadas posiblemente por gran parte de sus ciudadanos.

Los últimos sucesos ocurridos al entrar el año 2021 son conflictivamente torpes.

Luego de las embarazosas votaciones de los embajadores en la OEA y la ONU, la conducción de las Embajadas en Beijin y Brasilia, y la modalidad adoptada en la relaciones con los EEUU, con la innecesaria ofensa inferida al Pentágono con la prohibición de la visita protocolar y atraque del barco de la Guardia Costera USCG Cutter Stone en su viaje inicial "Operación Cruz del Sur" - sobre pesca ilegal en el Atlántico Sur -, seguido de la solicitud al actual gobierno norteamericano del apoyo para las negociaciones de la deuda con el FMI, conducen a repetidas situaciones hostiles hacia dicho país al mismo tiempo, y resultarán sumamente destructivas, con consecuencias severas para los intereses argentinos.

Este es el segundo episodio negativo, gratuito y deliberadamente provocado al Gobierno de EEUU, pues ya anteriormente la Cancillería Argentina, saludando al presidente Joseph Biden, advirtió inexplicable y formalmente, sobre la responsabilidad anterior del Presidente Trump respecto a la desunión de las naciones latinoamericanas, provocadas por él mismo, una imprudente definición que transgredió abiertamente los cánones de la diplomacia internacional.

El análisis de esta síntesis busca advertir sobre la imprescindibilidad de urgente corrección de la política exterior argentina, antes de que sea demasiado tarde.

 

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