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Tiene 81 años y los años de aporte realizados que corresponden, comenzó a trabajar en Río Turbio, pasó por Ledesma, y concluyó su larga carrera en Salta. En todos esos años Atilio Salomón soñó que cuando le toque el tiempo de la jubilación iba a poder gozar junto a su familia de todos aquellos años de trabajo. Pero no. Hoy se encuentra lidiando con la Anses para que acate un fallo de la Justicia para que le aumento sus haberes jubilatorios.
Lleva 10 años atrás de esto, con abogado incluido, para que de una vez por todas recibir el dinero que realmente merece. Cansado y agotado de tanta injusticia quiso dar a conocer su a El Tribuno. “Solo pido que hagan cumplir la ley”, dijo, “es el esfuerzo de toda una vida”, indicó este abuelo esperando una respuesta que nunca llega.
Apesar que en octubre 2021 le comunicaron que dado el colapso del fuero (reservese lo solicitado y hágase saber que será llamado a resolver sin necesidad de una nueva petición) todavía está esperando. “Cuando algo colapsa se lo desecha o se repara, no se sigue operando porque seguramente lo hará mal. En éste caso se dejará de gastar dinero y, además, no se entretendrá más a los que hemos aportando realmente.
Digo entretendrá por cuanto considero que lo que se está llevando a cabo es una maniobra de entretenimiento y estafa”, comenzó Atilio Salomón su alocución.
Y agregó: “De ésta maniobra participa la justicia en complicidad con políticos y gobernantes ocupando el lugar en el orden que les convenga. En concreto: hagan cumplir la ley. Lo digo así de simple por cuanto éste reclamo lleva más de 10 años con fallo a favor para que se haga el ajuste y el pago correspondiente sin que se lo hayan acatado”.
A los 81 años Salomón sigue esperando que de una vez por todas la Anses acate un fallo que ya cumplió una década, y así “todos siguen felices y contentos, yo cobrando el sueldo que merezco por mis más de 40 años de aporte, y ustedes (se refiere a todos los involucrados en esta historia) para el cual aunque sea mínimamente, sigo aportando”, finalizó diciendo este abuelo que comenzó su largo camino laboral en Río Turbio, pasó por Ledesma y concluyó su derrotero en Salta. Toda una vida de trabajo que busca la recompensa de haber aportado por cuatro décadas.