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Delincuentes se llevaron la placa de bronce. El triste descubrimiento lo realizó su hijo, Oscar Osvaldo Ibáñez, cuando fue al cementerio para organizar un acto y rendirle homenaje a su padre por los 100 años de su natalicio.
En las redes sociales se publicó sobre el robo de la placa de bronce que estaba instalada en el mausoleo que guarda los restos del héroe civil Osvaldo Pos.
También denuncian que se sustrajeron otras placas más del mismo metal, por lo que se pide encarecidamente a todos los ciudadanos de Orán que puedan llegar a aportar datos que lo informen de inmediato al 911 o a la dependencia más cercana a su domicilio.
La publicación de la red social Facebook también señala que este hecho delictivo ocurrió justamente en el centenario del nacimiento del reverenciado héroe oranense, que entregó su vida allá por el año 1953, cuando salvó de una muerte segura a unos niños que se desplazaban en un transporte que era preso de las llamas.
Quién fue...
Osvaldo Pos nació en 1922, sus padres fueron Mercedes Samaniego y Ángel Pos, lo adoptaron cuando tenía solo dos meses, era oriundo de la provincia del Chaco, vino a Salta en busca de trabajo, acompañado de otras dos familias José Donat y Valentín Acevedo. Entre Valentín Acevedo y Osvaldo Pos, juntaron sus ahorros y compraron un camión con el cual trabajaban acarreando madera o haciendo changas, también prestaban sus servicios al aserradero Piedra Buena.
Su vida se desarrollaba entre sus viajes, los partidos amistosos de fútbol con amigos y la atención de sus padres por quienes tenía un entrañable cariño. Sus amigos lo llamaban cariñosamente Chiquito o Tumba Tarrito.
En una tarde de julio de 1953 parte con su amiga Pastora Sánchez en busca de un obsequio para su padre, ya que se acercaba su cumpleaños y tenía información de que había llegado un comerciante de Catamarca que vendía ponchos. En el trayecto, a un kilómetro y medio de la salida de Orán, percibe un colectivo que estaba detenido, se acerca con el propósito de brindar ayuda y en ese momento el autobús comienza a arder en llamas, no duda un instante, no mide el peligro para su persona, rompe ventanas y puertas.
Empieza a sacar a los alumnos de esa trampa mortal, cuando creía que estaban todos a salvo una alumna lloraba por su hermanita que aún no había salido, volvió a introducirse en el colectivo envuelto en llamas, rescatando a la última niña sana y salva, pero él héroe tenía sus ojos cegados por las graves quemaduras, ante la falta de auxilio regresó a su camión, guiándose por las indicaciones de su amiga (pues él no veía) condujo y llegó al hospital, luego de dos días de agonía expiró el 5 de julio de 1953.
Barrio y Escuela
El nombre del héroe le fue impuesto al barrio Osvaldo Pos, no por iniciativa ni decisión municipal, sino por voluntad de los habitantes del mismo, a partir del año 1966, quienes reunidos en el Centro Vecinal Osvaldo Pos, tomaron esa decisión, que luego hicieron conocer a dicha autoridad.
Antes el barrio se había llamado barrio Vivero, después "Barrio Parque" y finalmente "barrio Osvaldo Pos".
La Escuela primaria Nº 228, pasó a llamarse escuela Osvaldo Pos. Se creó el 12 de abril de 1965 y se inauguró el 20 de agosto de 1965.
Esto también fue por voluntad popular y por gestiones realizadas por el pueblo.
A partir del año 1970, este establecimiento es depositario de la bandera de Bolivia
Tiempo después se inauguraron los jardines, con el correr de los años y paralelamente al crecimiento de la población, fue creciendo la matrícula a ritmo acelerado, pero con un alto índice de profesionalismo, ganándose el prestigio de los habitantes de la ciudad. A este centro educativo concurren niños de diferentes estratos sociales y de los barrios más disímiles.