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El actor Claudio Da Passano murió a los 65 años, según confirmó la Asociación Argentina de Actores. Con papeles destacados en películas, novelas y en el teatro, también fue parte del elenco de Argentina, 1985, que fue nominada al Oscar como mejor película extranjera.
“Con gran dolor despedimos al actor Claudio Da Passano, afiliado a nuestro sindicato desde 1985. Llevó adelante una amplia y destacada labor en teatro, cine y TV. Nuestras condolencias a su compañera, la actriz Malena Figó, familiares y amistades, abrazándolos en este doloroso momento”, informó en redes sociales la Asociación Argentina de Actores. En Argentina, 1985, Da Passano interpretó al dramaturgo Carlos Somigliana, quien fue parte del equipo del fiscal Julio César Strassera en el Juicio a las Juntas Militares, realizado en 1985 y que terminó con la condena de cinco exjerarcas de la última dictadura militar.
Hijo de los actores María Rosa Gallo y Camilo Da Passano, fue parte de obras famosas como Toc Toc y Hamlet. Fue justamente en esta última en la que obtuvo en 2019 el premio Ace por su papel de Polonio. En cine formó parte de los elencos de Chechechela, una chica de barrio, Papá se volvió loco y Martín Fierro: la película, mientras que en televisión estuvo en novelas como Chiquititas, Frecuencia 04 y Poliladron. En 2021, la Fundación Konex le otorgó el “brillante” en la disciplina Actor de Teatro por el periodo 2011-2020.
En “Argentina, 1985 Da Passano interpreta al autor teatral Carlos Somigliana que trabaja en Tribunales y se convierte en el primer aliado de Strassera (Ricardo Darín) –y sostenido “moralmente” por un abogado ya retirado que interpreta Norman Briski–, por ello no le queda otra que sumar a su equipo al joven abogado Luis Moreno Ocampo (Peter Lanzani) y a un grupo de veinteañeros recién recibidos, que son los que estarán a cargo de recopilar la enorme cantidad de información que precisan para probar sus acusaciones, además de convocar a testigos desparramados por todo el país, muchos de los cuales no quieren saber nada con la idea de testimoniar en un momento en el que sus torturadores circulan libremente.
Respecto de la película nominada al Oscar, en declaraciones a El 1 Digital. había asegurado que ”fue una filmación extraña en muchos sentidos, porque estábamos en pandemia, se trataba de una de las primeras películas que se llevaban a cabo durante esa época y había que controlarse clínicamente, por eso tuvimos muchos cuidados y fue complicado porque no se sabía cómo abordar algunas tomas. Algunos actores y técnicos se enfermaron y, como consecuencia, había que reemplazarlos. También, muchos de los interpretes de mi generación estamos atravesados por los hechos ocurridos durante la dictadura. Recuerdo que el Juicio a las Juntas fue una situación tensa porque, a pesar de que los militares no estaban en el poder, no eran débiles, por lo cual era una amenaza constante. Filmar con toda esa carga emocional era complicado para nosotros; si no, sería algo pedagógico o didáctico, y la idea no era esa”.
Respecto de la forma en que había encarado la personificación de Somigliana aclaró que “los actores, cuando tenemos que hacer un personaje histórico, siempre tenemos dos opciones posibles: la primera es nutrirnos de información para trabajar sobre cierto piso de realidad; la segunda es actuar desde lo que el texto y las situaciones nos dicen. En mi caso, podía acceder a muchas fuentes directas, pero elegí ir al set y tratar de entender lo mejor posible el libreto y no copiar o basarme en alguien que no frecuenté. Hay que cuidar que sea verídico y creíble. Me pareció más genuino estar despojado de información respecto a Carlos (Somigliana). Por otro lado, conocía sus obras. Más tarde, me enteré de que era amigo de Strassera y trabajaba como empleado judicial”