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El proyecto, en manos del Congreso

Domingo, 31 de diciembre de 2023 00:00
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El mega Decreto de Necesidad y Urgencia, el proyecto de Ley ómnibus ya remitido al Congreso y el que se anticipa para la primera semana del año demuestran, en primer lugar, la voluntad de un cambio vertiginoso al que aspira el presidente Javier Milei.

Se trata de transformaciones muy profundas, con contenidos revulsivos para algunos sectores del kirchnerismo, con mucho peso en el Congreso, simplemente, porque la idea que los inspira es producir un shock muy fuerte en la primera instancia para luego, de la mano de la bonanza que promete la exportación de agro alimentos, ir transitando hacia momentos mas estables, que despierten las expectativas. De ese modo, el presidente cree que podrá prorrogar el apoyo que obtuvo hace 40 días en las elecciones.

Con razón, invoca una situación de emergencia y solicita que el Congreso habilite una amplia delegación de poderes por, al menos dos años.

Es tan evidente la emergencia que Cristina Fernández, cuando aún era vicepresidenta, reconoció que el legado que recibía Milei era una "catástrofe provocada por la estanflación".

Más aún, el gobernador bonaerense Axel Kicilloff, uno de los protagonistas de esa catástrofe que, mimetizado con el peronismo, aspira nada menos que a ser el líder de la oposición, logró que los legisladores provinciales que se suponen alineados con Milei aprobaran un impuestazo de 200% en la provincia, además de la toma de un préstamo de US$ 1.800 millones con organismos internacionales. "Consejos vendo y para mi no tengo", un antiguo dicho de las abuelas. Pero esa demostración de actividad, negociación y acuerdo de la Legislatura bonaerense contrasta con la molicie del Congreso nacional, que no muestra ningún apuro en analizar, debatir, modificar y aprobar las leyes.

Esa pereza puede ser especulativa para evitar que los planes de Milei avance, pero para un electorado cansado de politiquerías, es falta de voluntad, una cultura de la inactividad y el miedo a perder privilegios.

Carrera contra el tiempo

La inflación brutal que se espera de diciembre y que se proyecta para los primeros meses de 2024 convierte al proyecto oficial en una carrera contra el tiempo. Y muy acelerada.

Carlos Melconian y Rodolfo Santángelo calculan que, entre diciembre de 2018 y noviembre de 2023, la inflación acumulada fue de 1429%. Pero los servicios de electricidad y gas solo subieron 504%; alquiler de viviendas (689%); transporte público (789%); combustibles y lubricantes (871%); medicina prepaga (1000%) y educación (1069), entre otros. En tanto, el salario no registrado aumentó (586%) y el registrado (932%). Es decir, perdieron 843 y 497 puntos respectivamente.

..Esta es una de las claves de la derrota de Unión por la Patria y de Juntos por el Cambio, pero puede convertirse en un bumerang para un Milei cuyo poder se apoya en el carisma y en su impensadol éxito electoral.

Es cierto que el proyecto presidencial cuenta con aliados involuntarios. Las declaraciones brutales del senador formoseño José Mayans, por ejemplo. Se trata del obsecuente vocero y operador de dos símbolos por antonomasia de "la casta", el gobernador Gildo Insfrán y la ex vicepresidenta Cristina Kirchner y, por lo tanto, convalidante serial de la batería de DNU promulgados por los gobiernos kirchneristas, y de la autocracia como praxis política. Opinó que este decreto de necesidad y urgencia está "viciado de nulidad, es inconstitucional y abarca la suma del poder público". Y lo calificó de "un golpe de Estado" porque busca "cerrar las puertas del Congreso". Y claro, a quien lo escucha se le representa la violenta manifestación de 2017, a pocos días del triunfo electoral del macrismo, protagonizada por "el lanzallamas" y apoyada desde la Cámara de Diputados por Agustín Rossi, Leopoldo Moreau y el bloque kirchnerista, movilizada con ánimo destituyente para frenar una reforma previsional que sostenía a las jubilaciones frente a la inflación. Reforma que Alberto Fernández derogó de un plumazo, convirtiendo a los jubilados en variable de ajuste por inflación.

Otra ayuda desde la oposición la brindó el gobernador riojano, Ricardo Quintela, al presentar en la Corte un recurso de inconstitucionalidad contra el mega DNU. El mandatario, quien había anunciado que renunciaría si Milei de ganaba a Sergio Massa, y no lo hizo, parece haber olvidado que él fue uno de los primeros gobernadores que pidieron el juicio político contra el máximo tribunal, negándole la atribución de intervenir en un conflicto entre el gobierno nacional y el de la CABA, cuando Fernández, con un DNU, le quitó a Horacio Rodríguez Larreta una parte sustancial de la coparticipación.

Crédito a corto plazo

Pero tampoco esas contradicciones de una oposición golpeada pero no resignada garantizan un crédito eterno. Cuando, en los próximos días, empiecen a llegar las boletas actualizadas de la luz, el gas, la medicina prepaga, y sigan subiendo los combustibles y los boletos, volverá el malhumor.

Kicillof negoció, incluso, con los bloques libertarios, que aceptaron compartir el costo político del ajuste bonaerense, porque la deuda y el impuestazo lo pagará la gente. Evidentemente, lograr ese acuerdo en el Congreso para las iniciativas de Milei es más difícil. Tanto en el mega DNU y como en los proyectos de leyes ómnibus aparecen cuestiones importantes, pero delicadas, y hay que discutirlas una por una.

La privatización de empresas del Estado no es descabellada, pero tampoco simple. Hay empresas inexistentes, otras que difícilmente generen una gran demanda entre los inversores externos y otras que cumplen servicios que bien podrían estar a cargo de privados, pero que no deben ir fácilmente a remate.

La paralización de las obras públicas sin financiamiento también es una decisión de riesgo, más allá de que seguir financiándolas con endeudamiento del Tesoro o del Banco Central deria insostenible. Y catastrófico. Lo mismo ocurre con el universo de subsidios y fideicomisos, cuyos efectos nocivos se hacen cada más punzantes en la ecuación macroeconómica.

El congelamiento del presupuesto universitario, la reglamentación de las protestas públicas y despropósitos como penalizar la reunión de tres personas en la calle son temas que no pueden obviar el Congreso.

El presidente debe entender, por cierto, que negociar es imprescindible. Dar la espalda al Congreso, mandar mega proyectos de ley sin consultar a sus propios legisladores y, como ocurrió en estos días, hablar de pedidos de coimas sin precisar quiénes las pidieron no son gestos positivos que faciliten el acuerdo.

Emergencia y autocracia

La emergencia existe, y todos lo saben. Saben también que la actual es mucho peor que la que llevó a Néstor Kirchner a declararla en 2003 y que se prolongó hasta 2018, cuando Macri la cortó Volvió en 2019, cuando Fernández la aplicó, básicamente, como una forma de tener excusas para sus futuros desaciertos. Allí inauguró el "ah, pero Macri", al que luego se sumaron la pandemia, la sequía, la guerra de Ucrania….

La mentira tiene patas cortas. Pero la declaración de un estado de excepción en nombre de la emergencia es una buena forma de delegar poder a favor del presidente, erosionar la independencia de poderes, multiplicar la discrecionalidad en el manejo de los recursos del estado. En definitiva, en la plataforma de lanzamiento de una autocracia.

Esa es la experiencia que dejaron los últimos veinte años y que Milei debe tener en consideración. Los próceres que invoca como sus fuentes inspiradoras, todos, trabajaron para construir una democracia republicana y representativa, con clara división de poderes, en momentos mucho más difíciles.

Dialogando, negociando y omitiendo amenazas e injurias, el presidente puede llegar a convertir su arsenal de decisiones en un conjunto de leyes consensuadas, que es la garantía de continuidad en el tiempo que puede garantizar el Congreso, y que los inversores necesitan.

Y si los legisladores se encaprichan, la crisis que precedió a las elecciones se agudizará y la desvalorización de la democracia puede tornarse irreversible.

 

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