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Luego de contribuir al desarrollo de sus especialidades en cirugía, el doctor Rodrigo Maroni Veiga regresará al hospital Papa Francisco, pero como gerente, en reemplazo del doctor Daniel Mamaní, quien fue separado del cargo luego de que una mujer pariera en la vereda del nosocomio a raíz de que le negaran la atención. El médico aseguró que su designación estaba decidida hace tiempo, dejó de lado el último episodio para expresar sus respetos al personal del hospital por todo el trabajo que realizó durante la pandemia. En cuanto a los cambios que deben hacerse, aseguró que para recuperar la atención de polivalencia que tuvo en su origen el hospital se debe ir por el recurso humano, que fue derivado a las salitas barriales, más los que se deban incorporar.
Maroni Veiga destacó que se trata de un hospital en una de las zonas más vulnerables de la ciudad, y advirtió el necesario acceso a los servicios esenciales para evitar algunas enfermedades estivales y dermatológicas. Respecto a sus dichos por la ley de interrupción legal del embarazo (ILE), el médico hizo especial hincapié en las deudas de la salud pública y la falta de recursos.
El hospital Papa Francisco tiene una zona de influencia muy vulnerable. En un momento se alertó hasta de erupciones en la piel de los niños por la cercanía del vertedero San Javier.
No hay que ser muy iluminado para darse cuenta que el hospital está en una zona en la que la realidad socioeconómica es un fiel reflejo de lo que es nuestro país. No se atiende a la gente de El Tipal o el monumento Güemes, no tengo nada contra ellos, pero hay que pensar por qué esta ahí el hospital. No soy el más actualizado en cuanto a los servicios esenciales que marca la OMS (Organización Mundial de la Salud) y la que tienen los barrios de ahí, eso lo marcarán los resultados del censo; pero la salud está enormemente influenciada no solo por el bienestar socioeconómico de cada familia, sino por el acceso a los servicios esenciales, agua, cloaca. En este sentido, las enfermedades estivales y las dermatológicas muy probablemente estén relacionadas con eso. La decisión ejecutiva y ministerial está en brindar el apoyo en recursos para que el hospital vuelva a tener todos los servicios para una población muy vulnerable como la zona sureste. El hospital es de referencia de 9 localidades del Valle de Lerma, por lo que un gran porcentaje de población va hacia él, solo en capital hay 250 mil personas bajo su zona de cobertura.
Tiene un amplio recorrido por la Salud Pública, entre el San Bernardo y el Papa Francisco...
Regresé al país en el 2004, ingresé al hospital San Bernardo, al principio, ad honorem y después pasé a ser médico de guardia de servicio. Luego de que se abriera el Papa, en abril del 2014, acepté ser el jefe de especialidades quirúrgicas y de poner en marcha la planta quirúrgica. En aquel momento el hospital era polivalente y fue adquiriendo cada vez más polivalencia, eso también dependía de mí.
El Papa es de complejidad intermedia; sin embargo se hacían prácticas quirúrgicas complejas con muy buenos resultados. En aquel momento había cirugía general, obstetricia, otorrino, oftalmología, urología, traumatalogía, ortopedia y neurocirugía, y cada una de ellas se fue desarrollando.
Cuando llegó la pandemia el Papa terminó siendo referente nacional en COVID-19, el personal se desempeñó con coraje, temple y buenos resultados ante algo desconocido. Por todo eso tengo mis respetos para con ellos.
¿Volvieron las especialidades que tuvo?
De a poco con las especialidades quirúrgicas. Las necesidades ahora son otras, por eso hay que volver con todas esas especialidades que estaban funcionando. Es el único de capital que fue creado para recibir pacientes de todas las edades y con la mayoría de especialidades que otros hospitales no tienen, y este hospital tiene una cantidad de camas acotada y recursos fijos.
¿Con cuántas camas cuenta el hospital actualmente?
Son 63 en total. Ahora hay que ver con cuántas camas se va a contar. Hay 15 camas menos que cuando se inauguró, en el 2013; muchos cuartos con camas de internación fueron dispuestos para el descanso de la gente de guardia.
¿Con qué recurso humano se cuenta?
Lo estamos empezando a evaluar. Hay una realidad que nos interpela que es adquirir nuevamente la polivalencia y ver los recursos que son necesarios para tal compromiso. Para eso se necesita personal capacitado, no solo médico. La realidad es compleja, no es como hace 30 años, que medicina era una de las carreras más elegidas. Hoy los pocos que la eligen no eligen las especialidades que ejercen la medicina crítica de emergencia, como cirugía, pediatría, clínica médica y tocoginecología. Entonces, hay que llegar a encontrar vocación y actitud en los jóvenes médicos.
¿Entonces buscarán nuevos contratos?
Son diferentes aristas de cómo enfocar la problemática, lo más difícil es capacitar a un profesional que sale de la universidad y adquiera una especialidad. El residente se entrena bajo control de un senior. Ahora, para entrar a una guardia debe ser un médico especialista, un pediatra, un clínico que sepa desenvolverse, eso es una tarea a la que nos estamos abocando. El ministro Federico Mangione dijo que aspira a que los contratos que sean por zona, para derivar personal según la necesidad. Una gran cantidad de profesionales fue redestinado al primer nivel de atención, que son los centros de salud. Y hay que evaluar quiénes deben regresar, de qué manera, readecuar a las necesidades de polivalencia.
Dijo que la prioridad no era atender interrupciones legales del embarazo (ILE) y eso generó críticas.
La atención de la práctica en otros centros sanitarios fue uno de los grandes reclamos de Mangione cuando era gerente del Materno Infantil. Esa es una ley y se debe cumplir. Es muy fácil criticar. Ahora, yo pregunto, si con la misma celeridad con la cual hay que resolver la voluntad de alguien que quiere interrumpir su embarazo se resuelven otras patologías que no están teniendo la misma celeridad, como las patologías oncológicas. Lo que planteo son las voluntades a la hora de encarar los resultados para otro tipo de demandas.
¿Se refiere entonces a los pocos recursos?
Existen otros aspectos de problemas sanitarios que deberían tener una resolución rápida, el acceso a un tratamiento o a una cirugía, o tratar una patología oncológica, o el acceso al estudio por imágenes. La verdad que se resuelve rápido por ley una ILE, ¿pero se resuelve rápido por ley otro tipo de patologías? Hay muchas deudas en salud y la población lo pide con celeridad.
Ahora, debería aplicarse ese voluntarismo para el resto de las cosas. No se requiere de muchos recursos para una ILE, sí hay médicos que pueden ser objetores, pero no una institución. La ILE no debe ser un tema de discusión, no asumí para debatir sobre ILE, los desafíos son otros, acerca del hospital en sí y hacer un servicio hacia la población sobre un hospital que debe recuperar muchas cosas.