¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
2 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

VIDEO: Mangione tras la salida de Nallar: "Vamos a controlar por más que a algunos les moleste"

Luego de conocerse la decisión del gerente del hospital Oñativia, el ministro Federico Mangione, se refirió a las situaciones de las guardias de los hospitales, la falta de personal y la entrega de ambulancias que se está dando en algunos municipios de la provincia. 
Martes, 13 de mayo de 2025 14:26
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Si bien las razones de la renuncias del doctor Marcelo Nallar, se esgrimen como "razones personales", a lo largo de su encuentro con este medio, el gerente del hospital Oñativia advirtió las diferencias que surgieron en las primeras semanas de mayo, cuando resolvió retirar la atención de las emergencias de este nosocomio. 

Frente a este escenario, el ministro de Salud de la provincia, Federico Mangione, aclaró algunas situaciones al respecto y expresó que la resolución sobre el pedido de renuncia del doctor se resolverá en 30 días. "Frente a estas situaciones y por norma, se debe realizar un relevamiento de la gestión, se debe controlar las auditorías del hospital y recién entonces se puede aceptar la renuncia", destacó el ministro que agregó que esto puede tomar unos 30 días. Mientras esto se desarrolla, una vez que se presenta la renuncia y se acepta, en 30 días se debe llamar a una nueva elección de gerente en el hospital. 

Ministro, ¿cómo recibió la renuncia del doctor Marcelo Nallar como gerente del hospital Oñativia?

Con sorpresa. Igual que ustedes. Me llegó ayer. Él me planteó motivos personales, me dijo que estaba muy cansado, que se sentía agotado. Y lo entiendo, porque esto genera un desgaste emocional y físico muy fuerte. A veces es necesario dar un paso al costado. En ese sentido, se está yendo por la puerta grande, que es lo que uno busca. Pero todavía no se la acepté formalmente. Porque es de público conocimiento que puse auditorías en todos los hospitales de la provincia. Estoy esperando los informes de la Sigen. Una vez que los tenga, si hay algo que corregir, se le pedirá al doctor que haga su descargo, y luego se aceptará la renuncia. Es por una cuestión de resguardo legal, para que todo esté bien y también para que él esté tranquilo.

Mientras tanto, ¿cómo continuará el funcionamiento del hospital?

El hospital tiene un grupo excelente que trabaja con él y lo respalda. Un equipo muy bueno. La ley indica que en los próximos 30 días se deben llamar a elecciones para elegir una nueva gerencia, y lo vamos a hacer cumpliendo la ley a rajatablas. Pero quiero hablar con él también. No me gusta actuar en caliente. Necesito entender bien qué pasó, si hay temas personales o algo que lo haya dejado disconforme.

Se habló del levantamiento de la guardia como uno de los factores de conflicto. ¿Fue así?

Sí. Primero quiero aclarar que fue él quien levantó la guardia, no el ministerio. Y ahí tuvimos un entredicho. Lo hizo de manera unilateral. Yo le planteé que no podía hacerlo así, que era una decisión que se tenía que hablar. Él ya me lo venía mencionando, pero el Oñativia atiende 60 pacientes por día, mientras que el San Bernardo atiende 400. No puedo sobrecargar otros hospitales si tengo uno de altísima calidad como el Oñativia. Lo discutimos varias veces. El hospital Oñativia es un referente nacional para patologías endocrinológicas y metabólicas. No debe enfocarse solo en trasplantes o diálisis, por más importantes que sean. Esas patologías escasas también necesitan atención urgente, especializada. No podemos descuidarlas. Para mí son tan importantes como el resto.

 

¿Hubo otras diferencias más allá de la guardia?

Puede haberlas. Por eso quiero hablar bien con él. Pero también quiero decir algo: hay muchos gerentes a los que no les gusta que los controlen, pero yo los voy a controlar igual. Les guste o no les guste, lo voy a hacer. Porque yo tengo que rendir cuentas. Y esas cuentas se rinden a la sociedad.

 

¿Y cómo responde a las críticas por la atención o falta de ambulancia en el interior, como el caso del paciente fallecido en Cachi?

Lo voy a desmentir categóricamente. No voy a usar una desgracia para polemizar. El paciente fue atendido por un médico terapista, fue intubado, llegó con muerte cerebral. La ambulancia tenía todo lo necesario. El shock room de Cachi lo armamos hace un año, está equipado. Entiendo a la familia, me pongo en su lugar, pero se hizo todo lo que había que hacer. Vi muchos comentarios, incluso del hermano del paciente. Me dolió. Pero también te digo: estábamos en época electoral y mucha gente usó ese caso para pegarle a salud. Y ahí sí no estoy de acuerdo.

 

¿Se está renovando el parque automotor de ambulancias?

Sí, pero no por política ni por elecciones. Tengo una ambulancia nueva para Cachi, otra para El Potrero, y estamos distribuyendo por necesidad real. Antes se repartían ambulancias por política. Eso se terminó. No puedo mandar ambulancias sin chofer. Tampoco puedo tener una en Animaná y otra en San Carlos, que están cerca. No es lógico. El sistema tiene que ser eficiente.

 

¿Se está pensando en nuevos hospitales para zonas en crecimiento como Rosario de Lerma o Cerrillos?

 

Sí, ya estamos avanzando. En Rosario de Lerma, por ejemplo, inauguramos un quirófano con videolaparoscopía y un equipo de anestesia de última generación. Queremos aumentar la complejidad hospitalaria en distintos puntos de la provincia. El gobernador habla de "salud federal", y esa es la idea. Pero no se puede hacer de un día para el otro.

 

¿Qué otros desafíos estructurales ve hoy en el sistema de salud?

Muchos. Faltan ambulancias, infraestructura, personal. Pero además hay un tema que me preocupa mucho: cada vez menos chicos eligen estudiar medicina. Y si no los entusiasmamos, si no los orientamos, vamos a tener un problema grave. Yo quise impulsar una ley de residencias para mandar médicos al interior, pero la voltearon por razones políticas. Metieron a opinar gente que no tiene idea.

 

¿Y qué pasa con el personal que sí está, pero no cumple su función?

 

Ese es otro problema. Algunos médicos atienden en su consultorio privado en horario de hospital. Otros, directamente, se van al gimnasio o a la pileta. Tengo denuncias de eso. Y estamos actuando: estamos echando médicos. Me estoy ganando enemigos, pero vine a trabajar. Yo doy el ejemplo. Sigo operando en el hospital, operé en Cachi, atiendo a mis pacientes. No me escondo. No se puede especular con la salud.

 

¿Cómo impacta en el sistema la demanda de estudios para certificados de discapacidad?

Muchísimo. Está saturando los hospitales. Son estudios que exige Nación, no nosotros. La gestión para frenarlo la hicimos con el gobernador. Yo no estoy en contra de controlar, pero no se puede pedir a una persona que viaje 900 km desde Los Toldos a Santa Victoria Oeste. No conocen la geografía. Yo les dije a los otros ministros: tómense un avión, vengan a Salta y recorran. O manden a alguien, pero vean la realidad.

 

¿Y cómo se asegura el cumplimiento en los centros de salud?

Voy personalmente. Sin avisar. Porque si avisás, te muestran la casa prolija. Pero cuando caés de sorpresa, ves el fondo con yuyos altos. Hablo con los pacientes, con los empleados. Y ahí me cuentan la verdad. No me interesa que me aplaudan, quiero que me digan la verdad. Porque si hay un médico que se fue a atender a lo privado en su horario, eso me lo tienen que decir.

 

¿La idea de descentralizar la atención sigue firme?

Sí. Lo hicimos con los centros de diálisis. Están funcionando a pleno. Y nos costó mucho. Nos golpearon, nos apuraron, pero hoy Joaquín V. González tiene un centro que funciona como corresponde. Hay que planificar bien, no inaugurar "cajas de zapatos vacías" como antes. Eso ya no va más.

 

¿Un mensaje final?

Hay que seguir trabajando. Todos los días aparece algo. La gripe, una urgencia, lo que sea. Pero si armamos bien el sistema, no tiene por qué pararse todo si alguien se va. Nallar hizo una gran gestión, eso no lo discuto. Pero la salud pública tiene que seguir más allá de los nombres.

 

 

  

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD