¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
28 de Septiembre,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Vivir al día: la pobreza afecta a más gente en los barrios salteños

Las familias vulnerables de la capital enfrentan dificultades para cubrir lo básico.Merenderos y centros vecinales advierten sobre la precariedad.
Domingo, 28 de septiembre de 2025 01:42
Familias vulnerables buscan cómo cubrir lo básico en los barrios de Salta.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

En los barrios de Salta, fundamentalmente en la zona sudeste de la ciudad, cada vez más niños y adultos viven al día, con la incertidumbre de dónde llegará la próxima comida o si podrán pagar la luz y el gas. La radiografía de la pobreza revela un panorama complejo que golpea a los más indefensos.

Pamela Rodríguez, encargada del merendero Construyendo Alegría del barrio Democracia, comparte con crudeza lo que observa cada día.

"Cada vez se ve más familias con más dificultades para poder llegar a darle a sus familiares lo básico; la comida del día. Creo que hay muchos niñitos que toman té en la escuela. El otro día un nenito nos hizo llorar porque le preguntamos si comía y nos dijo que no, que algunas veces se va a dormir con hambre, que el único alimento es el tecito de la escuela. Hay muchas mamás que cobran la asignación, pero cada hogar es un mundo. Se ve más gente que vive el día a día con lo justo, un almuerzo, después un jarro de mate y así hasta el otro día."

Para Pamela, la falta de empleo y oportunidades agrava la situación.

"Para mí faltan más oportunidades de trabajo. Está muy complicado. Tengo un merendero hace muchos años, también por mi situación tengo que trabajar para el día a día, para poder pagar mis cuentas, los servicios básicos como luz y el gas. El merendero funciona lunes, miércoles y viernes, y se entrega pan e insumos para que cada mamá haga la merienda en su casa, porque yo también trabajo. Antes hacíamos comida todos los viernes, éramos 12 mamás que aportábamos un poquito cada una, pero ahora cada una prefiere guardar para su hogar. Lo que necesitamos son insumos; la Municipalidad nos provee pan tres veces por semana y el Gobierno nos llama cuando hay stock, no todos los meses, pero hay que saber administrar la ayuda. Esa ayuda del Gobierno es para un mes y medio, pero nos dura solo si nos sabemos manejar bien."

Pamela recuerda que su merendero está por cumplir 10 años e insiste: "Antes las mamás poníamos un poquito cada una, pero las chicas tienen sus situaciones y ahora prefieren priorizar y dejar para sus casas la comida. Se necesita leche, azúcar y todo lo que pueda ayudar para la merienda, que para muchos también es la cena".

"No llegan a fin de mes"

Oscar Lezcano, presidente de la Federación de Centros Vecinales de la Provincia de Salta (Feceves), describe la situación en los barrios desde un enfoque más amplio.

"La verdad que hoy en día la pobreza se nota más. Hay mucho trabajo informal. Mayormente la gente no llega a fin de mes. Hay una muy mala situación en viviendas. No se puede construir. Hay asentamientos en muchos lugares. Al no haber para poder cumplir con las mínimas necesidades básicas como agua y otros servicios, es muy difícil tratar de llevar una situación que tenga un vivir digno. Nosotros, mal que mal, podemos decir que estamos un poco mejor, pero en el interior se nota mucho más."

Señaló, además que los programas de salud y asistencia se han visto afectados.

"Con los programas a nivel nacional que estaban antes en el tema de la salud, podíamos tener remedios, pero ahora todo eso se cortó. La Provincia por ahí tiene mucha burocracia o por la falta de información y difusión, la gente no puede gestionar un remedio de una enfermedad base, crónica. Recorro muchos lugares y veo las situaciones lamentables de muchas familias, la verdad es que es muy triste."

En el vertedero San Javier, uno de los asentamientos más vulnerables y precarios de Salta Capital, el número de familias pasó de 100 a más de 1.000 en apenas seis años.

El dirigente describe la situación de los asentamientos. "Uno de los lugares lamentables que tenemos en Salta Capital es la zona del vertedero San Javier. Me acuerdo que hace seis años había 100 familias asentadas. Hoy hay más de mil. Es impresionante cómo fue a asentarse la gente, había mucha gente que alquilaba y se fue ahí. Hay historias muy duras de personas con cáncer, abandonados por sus parejas irresponsables, y que quedaron con sus hijos a cargo. Hay mamás solteras que hicieron sus casitas precarias, con bloques superpuestos. Algunos tienen una casita mejor. El gran problema es que no llega el agua. Mucha gente recorre el lugar según el horario de los camiones recolectores de residuos buscando las cosas que se tiran y que están vencidas, de los supermercados. Es muy triste", se lamentó.

Una situación que afecta el ahora y el mañana de muchos

En Salta, la pobreza no da tregua: los barrios vulnerables enfrentan falta de trabajo, servicios básicos interrumpidos y dificultades para acceder a salud y alimentos. Referentes vecinales advierten que la situación crece y reclama atención urgente de autoridades y legisladores.

"Hay muchos asentamientos bastante vulnerables: San Francisco Solano, Los Piletones, Las Palmas. Si vamos al norte provincial, las comunidades, atraviesan una situación muy complicada. Varias veces me habló la gente de ahí porque necesitaban remedios y era simplemente gestionárselos, para enfermedades de base como diabetes. Necesitaban insulina, controles. Nosotros planteamos a autoridades hacer un operativo de salud, por ejemplo, sobre la zona del vertedero San Javier para controlar a los niños porque hay muchas enfermedades de la piel", explicó el presidente de la Federación de Centros Vecinales de Salta (Feceves), Oscar Lezcano.

La falta de empleo, alimentos y servicios golpea fuerte.

Y sugirió: "Muchos legisladores tendrían que presentar proyectos realmente para toda la comunidad, tratar de llegar a los barrios, recorrer el territorio. Eso sería muy importante, porque muchos políticos recorren los barrios durante la campaña y después se olvidan. Tienen que volver. Tenemos que hacer las cosas mejor, este país no está hundido, es un país tan rico que todavía lo siguen explotando, tenemos muchísimos recursos a nivel provincial y nacional. Es momento de que todos vean y dejen de pelear por cosas que no benefician a la sociedad".

El merendero Construyendo Alegría, que funciona hace casi 10 años, depende de la ayuda de la Municipalidad y el gobierno; antes 12 mamás aportaban insumos para cocinar.

En tanto, Roman Oviedo, presidente del centro vecinal del barrio 20 de Junio, coincidió en que la pobreza no sólo persiste sino que crece.

"La pobreza se mantiene y crece en contraste con los índices que se muestran. En la escucha y el acompañamiento de los vecinos, los relatos son similares: bancar la olla, la falta de trabajo o del trabajo no registrado que paga poco, no llegar para pagar los servicios. Lo notamos porque hay más personas a las que les cortan la luz y otros servicios. Vemos la decisión de jóvenes de no continuar estudiando porque deciden 'changuear', los adultos mayores jubilados o pensionados no llegan para las comidas diarias y medicamentos. No se puede recurrir al ajuste ni incrementar el endeudamiento. No se puede volver a pagar deuda a costa del hambre y la exclusión."

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD