inicia sesión o regístrate.
Todo empezó en un festival, aunque las marquesinas anticiparon la cartelera de verano, exenta de glamour, que se empezaron a sembrar en las fértiles sierras cordobesas.
Fue Peteco Carabajal que abrió la temporada, en el tradicional festival de Jesús María y mientras actuaban sobre el escenario los Carabajales. En esos momentos ingresaba a platea la vicepresidenta Victoria Villaruel, aparentemente cuando la vio el músico pidió al público que "no se pare porque no ha llegado nadie", frase que repitió tres veces.
A partir de allí no hubo retorno, aún cuando rápidamente llegó el comunicado de la familia santiagueña poniendo distancia. "El conjunto Los Carabajal, en el ámbito del respeto y el amor hacia nuestros familiares y nuestros seguidores, deja en claro que lo vertido en el escenario no representa el pensamiento promedio del grupo". Por su parte la vicepresidenta, al principio restó importancia al momento vivido y después hizo un breve comentario, dando por finalizado el lamentable episodio.
No todo finalizó allí, porque el verdadero espectáculo estaba por venir. La pelea se inició cuando el presidente Javier Milei contestó a las críticas del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, que reclamó una deuda del Gobierno nacional que le impedía hacer frente a la crisis provincial. "Recibe lo que tiene que recibir. Nosotros no nos quedamos con el dinero de nadie. Por lo tanto, si tiene un problema es cómo asigna los recursos…digamos si gasta plata contratando a Lali Espósito y después no le paga a la policía no es problema nuestro", argumentó el presidente. Luego reposteó un tuit que decía que había cobrado $ 37.444.000 por una actuación.
La génesis del conflicto fue cuando la cantante expresó su descontento por el triunfo del candidato libertario en las elecciones presidenciales. A partir de allí, el político la acusó de haberse enriquecido con espectáculos financiados por el Estado en los años de kirchnerismo, la llamó "Lali Depósito" y la hostigó en redes sociales.
Después de haberle hecho frente en el escenario de Cosquín Rock, Lali volvió a referirse a Milei, esta vez en medio de un show del que participaron varios artistas en el marco de la celebración del Carnaval en la Ciudad de Buenos Aires.
Mientras la artista, que irrumpió en el mundo del espectáculo a los 13 años, cantaba sus canciones en el escenario, el público, emocionado y agitado, comenzó a gritar: "Y ya lo ve, y ya lo ve, el que no salta votó a Milei". Lejos de seguir la consigna, Lali se quedó quieta, mirando a sus espectadores.
Después de tomar agua y descansar para continuar su presentación, la también actriz expresó, de manera irónica: "Yo no salto, yo lo voté" y sus fanáticos enloquecieron, vitoreando. Como era de esperarse, la frase de Lali enseguida recorrió las redes sociales y los portales. ¿Saldrá a responderle el presidente? Sin dudas, en cualquier momento puede haber un remake de la mediática batalla.
"Absolutamente del lado de Lali en este enfrentamiento absurdo y desigual", dijo Ciro, líder de Ciro y los persas, mensaje a tono con gran cantidad de artistas del rock como Emiliano Brancciari de "No te va a gustar", Emmanuel Horvilleur, Dante Spinetta, Conociendo Rusia, Marilina Bertoldi y Gustavo Santaolalla entre muchos más.
Remera
Catriel Ciavarella, baterista de Divididos, que en su cuenta de Instagram, acumula más de 157 mil seguidores, sumó un video en el que se muestra con una remera que tiene la imagen de la intérprete.
"Quise tocar en Cosquín con una remera de Lali. Sobradas eran ya las razones para hacerlo. Y hoy, tristemente, son más las que apuran este posteo; el grado de miserabilidad del presidente no tiene precedentes -o son demasiado oscuras- y se vuelve insoportable", escribió el músico.
Y en tiempos donde absolutamente todo se transforma en bandera ideológica, llegó la remera. En este contexto, una empresa de emprendedores de la ciudad de Mar del Plata sacó a la venta una remera que dice "God Save the Queen" y explotaron las ventas. La gente salió a bancar a Lali a través de la compra del artículo que, en lengua castellana, dice "Dios Salve a la Reina".
La empresa marplatense en cuestión se llama Bárbara Feldon y vende la prenda a un precio de $11.500. Se puede conseguir en el sitio web o también a través de Instagram. Esas son las diferentes formas de conseguir una remera que ya hoy por hoy se transformó en furor y en mucho más que una prenda de verano.
Todavía falta bastante para poner el letrero: "No hay más localidades", pero, a no dudarlo, la temporada va camino a convertirse en un éxito.