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Inseguridad en el corazón de Salta. Eran las 3.30 de la madrugada cuando el sonido de una puerta destrozada quebró la tranquilidad a pocas cuadras del centro. Un grupo de tres personas -dos hombres y una mujer- rompió con una bolsa de arena la parte inferior de la puerta de un restaurante para ingresar. Pero no contaban con un detalle: las cámaras del 911 los tenían en la mira.
Según informó la Policía, los delincuentes fueron sorprendidos infraganti mientras intentaban robar dentro del local. “Se ve cómo uno de ellos se agacha, rompe la parte inferior de la puerta con la bolsa de arena y entra. Los otros lo siguen. Minutos después llega el patrullero”, relató Luis, el encargado del restaurante.
Durante el operativo, hubo forcejeos entre los ladrones y los efectivos, pero finalmente los tres fueron reducidos y quedaron detenidos. “Es la segunda vez que nos pasa. Entran, los agarran y al otro día están de nuevo en la calle”, se lamentó el encargado.
El Sistema de Monitoreo Urbano resultó clave: una cámara ubicada justo frente al local captó toda la secuencia, desde el momento en que los sospechosos merodeaban la esquina hasta su ingreso violento al comercio. Ninguno logró escapar.
Vecinos cansados y comerciantes en alerta
Los vecinos aseguran que el problema no es nuevo y que los mismos rostros se repiten en los ataques nocturnos. “Son trapitos, chicos con problemas de adicción. Les damos comida, pero igual hacen daño. Se ponen agresivos y espantan a los clientes”, contó Luis por el nuevo hecho de inseguridad que golpeó el negocio.
Uno de los detenidos es conocido en el ambiente delictivo con el alias de “Fachero”, un joven señalado por varios comerciantes de la zona. La preocupación crece porque los ataques se registran a pocas cuadras del Monumento a Güemes, la Terminal de Ómnibus y el Teleférico, sectores con presencia turística y tránsito constante.
“Estamos cansados. Antes esta zona era tranquila, ahora cuando cae el sol no sabés con lo que te podés topar en la calle. Se pasan toda la madrugada dando vueltas. Roban, o si no consiguen plata limpiando vidrios, se ponen violentos”, expresó un vecino de Yrigoyen al 900.
Cada vez más inseguro
Comerciantes advierten que la inseguridad en Salta se agrava incluso en las zonas céntricas. “Si a cuatro cuadras de la plaza 9 de Julio te pueden robar así, imaginate lo que pasa en los barrios. Esto ya no da para más”, reclamó otro comerciante de la zona que tiene un negocio en la calle Caseros y Bicentenario.
La preocupación también alcanza a los trabajadores que se mueven de madrugada rumbo a los hospitales San Bernardo y Oñativia, quienes deben esperar el colectivo en esquinas donde los adictos merodean sin control.
Aunque en esta oportunidad no lograron llevarse nada, el miedo persiste. Los vecinos piden más patrullajes y controles permanentes. Hoy los tres ladrones están tras la reja, pero mañana volverán a la calle.