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El joven ingeniero en sistemas argentino de 31 años, con domicilio en la localidad fronteriza de Salvador Mazza murió ayer en el hospital San Bernardo, donde llegó horas antes en un vuelo sanitarios desde la ciudad de Tartagal, donde fue derivado luego que sufriera un gravísimo atentado contra su vida, en una plaza pública de San José de Pocitos, Bolivia.
El profesional identificado con Osvaldo Exaquías Cuéllar fue baleado el lunes por la noche en la localidad fronteriza de San José de Pocitos. La víctima había sido trasladada de urgencia a la capital salteña, pero murió a raíz de la gravedad de las heridas, casi todas ellas en la cabeza.
El ataque ocurrió cuando el muchacho descendía de un vehículo y fue sorprendido por dos hombres en motocicleta, quienes le dispararon en reiteradas ocasiones. Según el informe preliminar, recibió cuatro disparos, tres de ellos en la cabeza y uno en la mano.
Testigos del hecho aseguraron que los agresores no mediaron palabra ni intentaron robarle, lo que refuerza la hipótesis de un ajuste de cuentas o ataque vinculado al crimen organizado o tal vez se equivocaron de víctima, afirman en Salvador Mazza.
Testimonios
Según informaron testigos, los atacantes actuaron a cara descubierta, llegaron en una motocicleta, abrieron fuego a quemarropa y huyeron hacia la frontera argentina.
No hubo intercambio de palabras, amenazas previas ni intento de robo, lo que refuerza la hipótesis de un ataque sicario planificado y directo. Fuentes de la Policía boliviana indicaron que el ataque ocurrió alrededor de las 20.55 (hora boliviana), en la intersección de avenida Tarija y calle Oruro, zona que cuenta con cámaras de seguridad. Las imágenes habrían registrado el momento del atentado y la posterior huida de los agresores.
Desde la Argentina y sobre todo desde Salvador Mazza los conocidos y allegados al malogrado profesional no encuentran explicación a lo sucedido. Por el momento no se habló de detenidos ni de sospechosos menos aún del posible móvil del brutal atentado contra una persona sin antecedentes criminales de ningún tipo. Urge una respuesta de las autoridades de ambos países, dijeron sus allegados anoche.
Mientras el joven se desangraba tendido sobre la acera, los criminales huyeron. Hay versiones de que habrían escapado hacia la Argentina por un paso no autorizado.
Una ambulancia lo condujo al hospital Rubén Zelaya. Luego de estabilizarlo, se lo trasladó al hospital Juan Domingo Perón de Tartagal y de allí a la capital salteña donde finalmente murió.