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La Sala II del Tribunal de Juicio de Tartagal condenó a ocho años de prisión efectiva a una mujer de 58 años por utilizar a su nieta de 13 años en maniobras de venta de estupefacientes desde su domicilio. La jueza Asusena Margarita Vásquez sostuvo que quedó acreditado que la acusada se valió de la menor para facilitar la comercialización de droga.
El caso se evidenció tras un allanamiento realizado el 20 de noviembre de 2024, cuando los efectivos ingresaron a la vivienda y hallaron envoltorios con estupefacientes y distintos elementos relacionados al fraccionamiento y la venta. Durante el procedimiento, la niña —asustada por la presencia policial— arrojó al suelo un envoltorio de polietileno que contenía 29 sobres con droga, lo que confirmó su participación en las maniobras.
La investigación ya contaba con registros obtenidos durante tareas de vigilancia, donde la policía observó a la menor sentada en la vereda mientras su abuela le entregaba los envoltorios. Cuando se acercaban los compradores, era la niña quien realizaba el “pasamanos”.
Además de la pena de prisión, la mujer recibió una multa, y se consideró que tenía condenas previas, lo cual agravó su situación procesal. La Justicia destacó la gravedad de haber involucrado a una adolescente en la actividad ilícita.
La investigación, dirigida por la fiscal Souto, se había iniciado en 2024 tras un reporte sobre presuntas maniobras de venta de drogas en ese domicilio, en las que la imputada habría involucrado a la menor. Con tareas de inteligencia llevadas adelante por el Grupo de Drogas Sector 44, se reunieron los elementos necesarios para solicitar al Juzgado de Garantías 1 el allanamiento de dos viviendas vinculadas a la acusada.
En el operativo, además de la detención de la mujer y el secuestro de estupefaciente en poder de la menor, se evaluó la situación de vulnerabilidad de la niña y se dio intervención a la Asesoría de Menores e Incapaces para resguardar su seguridad.