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Feroz ataque al hermano de Sebastián Driussi: brutal golpiza por trapitos lo deja en terapia intensiva

Gonzalo Driussi, hermano del delantero de River, fue salvajemente agredido por un grupo de trapitos a la salida de un boliche en Ramos Mejía. El joven de 20 años sufrió una doble fractura de maxilar inferior y fue intervenido quirúrgicamente. La familia espera la revisión de las cámaras de seguridad para identificar a los responsables.
Miércoles, 05 de febrero de 2025 10:09
Sebastián Driussi junto a su hermano que fue brutalmente agredido a la salida de un boliche en Ramos Mejías.
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La violencia en la noche bonaerense vuelve a quedar en evidencia con un nuevo episodio de brutalidad. En la madrugada del domingo, Gonzalo Driussi, hermano del delantero de River Sebastián Driussi, fue víctima de una feroz paliza a manos de un grupo de trapitos a la salida del boliche "Vinicius", ubicado sobre la Avenida Rivadavia 14150, en Ramos Mejía.

Según confirmaron fuentes policiales, el conflicto comenzó alrededor de las 3:30 de la mañana, cuando Driussi y sus amigos llegaron al boliche y un trapito les exigió el pago de 10 mil pesos por el estacionamiento y "cuidado" del vehículo. Los jóvenes se negaron a pagar dicha suma y ofrecieron 8 mil, lo que generó un tenso cruce de palabras.

Sin embargo, la situación escaló a la violencia cuando los jóvenes abandonaban el boliche. En la puerta del local, los trapitos los esperaban y atacaron brutalmente a Gonzalo Driussi, quien recibió golpes de tal magnitud que le provocaron una doble fractura de maxilar inferior. La víctima tuvo que ser trasladada de urgencia a un centro de salud, donde fue sometida a una intervención quirúrgica y actualmente permanece en terapia intensiva.

Fuentes cercanas a la familia Driussi aseguraron que los allegados del joven podrían identificar a los agresores, aunque esperan la revisión de las cámaras de seguridad de la zona para corroborar la información. En la denuncia policial se detallaron descripciones físicas de al menos dos de los atacantes.

El violento episodio desató indignación y reavivó el debate sobre la presencia y accionar de los trapitos en zonas nocturnas, así como la seguridad en los alrededores de los boliches. La preocupación crece y las autoridades están bajo presión para tomar medidas que eviten nuevas agresiones.

 

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