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La tradicional picantería Locoto, ubicada en la zona de plaza España, volvió a ser blanco de la inseguridad. En menos de una semana, delincuentes ingresaron dos veces al local: en una de ellas rompieron una ventana de la cocina, y en otra lo hicieron por el extractor de aire y, según denunció su dueño, se llevaron absolutamente todo: electrodomésticos, ollas, mercadería, cubiertos y hasta vaciaron los freezers de mercadería. "La impunidad que tienen es total"..
“Nos vaciaron el local. Ingresaron por el extractor de aire y sacaron todo lo que pudieron: microondas, ollas, comida congelada. Vaciaron los freezers”, relató con indignación Alejandro Palacios, propietario del negocio.
La denuncia fue realizada también a través de las redes sociales. En el perfil de Instagram de Locoto, los dueños compartieron un video del momento en que los delincuentes roban el local, y escribieron un fuerte mensaje:
“Ya es la quinta vez que entran a robar en Locoto, rompieron la ventana y con todo el tiempo del mundo se llevaron lo que quisieron, no les importa que existan cámaras si igual por más que presentemos los videos en las denuncias no los encuentra nadie. Nos sentimos desprotegidos”.
Palacios indicó que ya suman cinco robos en cinco años, desde que abrió el local. En una de las ocasiones, lograron sorprender a los ladrones in fraganti. “Una mujer terminó presa, estaba totalmente drogada, pero salió a las horas. Así como entran, salen”, lamentó.
Aunque en el lugar existen cámaras de seguridad, y dispositivos del Sistema de Emergencia 911 en la zona, la investigación nunca arroja resultados concretos. “Entregamos imágenes donde se ven muy bien los rostros de los cuatro delincuentes, pero nadie hizo nada. Nunca nos devolvieron nada, ni siquiera vinieron a decirnos si había algún avance o si están investigando”, aseguró.
El comerciante apuntó también contra el contexto social de quienes delinquen: “Se nota que son chicos, y con problemas de adicciones. Vienen, roban, y lo que pueden reducir, lo venden rápido. Y los que compran también son culpables”.
Además de la violencia del hecho, Palacios advirtió sobre el impacto en la economía del negocio. “La gastronomía está en una crisis tremenda. Las ventas cayeron un 50%, y acá hay muchos chicos que trabajan con nosotros. No sabemos si cerrar o no, pero no por la venta, sino por la inseguridad constante”, expresó.
Para cerrar, se sumó al reclamo colectivo de los vecinos de la zona. “Pedimos más seguridad y más celeridad en las acciones de la policía. Es insoportable lo que vivimos todos los días, y no lo digo yo solo. Lo dicen todos los comerciantes y vecinos del barrio”, concluyó.