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En octubre de 1975 la violencia ejercida por los grupos Montoneros y Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) se acrecentó ostensiblemente en todo el país, pero muy especialmente en el norte argentino. Como resultado de ello murieron tres salteños que cumpliendo el servicio militar obligatorio, participaban del "Operativo Independencia", decretado por el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón. Ellos fueron Fredy Ordoñez, Orlando Aníbal Moya y Carlos Humberto Vizcarra. Hasta entonces sumaban siete los conscriptos salteños caídos en los enfrentamientos con la guerrilla.
Como recordamos, aquel aciago mes de octubre había comenzado trágicamente cuando el día 5 en la provincia de Formosa, Montoneros intentó copar el Regimiento 29° de Infantería de Bosque, valiéndose para ello de un soldado infiltrado. El frustrado golpe causó en un primer momento 26 muertos y una gran cantidad de heridos, muchos de los cuales fallecieron con el paso de las horas y de los días. Puesto en fuga el grupo Montoneros, éste tomó por asalto un avión de Aerolíneas Argentinas, nave que finalmente y luego de un aterrizaje forzoso, abandonaron en un pantanal santafecino.
Según analistas políticos de la época, aquel frustrado y sangriento asalto al Regimiento 29° de Formosa abrió las puertas para que ingresara el golpe militar de marzo de 1976. Sirvió sin duda, para convencer a varios civiles y militares que a la violencia que conmovía al país, no se la debía combatir con la Ley y la Constitución en las manos, sino con más violencia y cuanto más brutal y sangrienta, mejor. Y por supuesto, para ello era necesario romper el estado de derecho echando mano a los ya consabidos "golpes de estado", objetivo que ingenuamente o no, también buscaban Montoneros y ERP sosteniendo que "cuanto peor, mejor", o echando mano a la plagiada y deformada frase de Mao -y repetida por Fidel Castro y el "Che" Guevara-, "el poder viene de la boca de los fusiles". Palabras que Firmenich arrojó con soberbia al rostro Perón.
Mandobles en Tucumán
Luego del efectista y criminal golpe asestado en Formosa por Montoneros, continuaron a lo largo de octubre dando mandobles con asesinatos o secuestros de políticos, empresarios, gremialistas y militares. Por ahora solo diremos que a tres días del ataque del regimiento de Formosa, se produjo en Tucumán un nuevo enfrentamiento que dejó un trágico saldo mayor al de Formosa: 27 muertos y 30 detenidos. Una veintena de los fallecidos pertenecían al grupo Montoneros en tanto los siete restantes eran soldados, entre ellos el salteño Fredy Ordoñez, clase 54 y alistado en el Regimiento 28° de Monte con asiento en Tartagal.
Los restos del soldado Ordoñez arribaron a nuestra ciudad el jueves 9 de octubre en una máquina de la Fuerza Aérea. En nuestra ciudad, Fredy vivía en O'Higgins al 1.500, junto a su hermana Francisca y el esposo de esta, Alfonso Camargo. En la sección Obituarios de El Tribuno del 10 de octubre, figura en la esquela su madre como ausente de Salta. Sus restos fueron velados en su domicilio desde donde fueron trasladados el cementerio de la Santa Cruz el mismo día 10. En el atrio de la necrópolis, Ordoñez fue despedido ante una gran cantidad de gente, por el Jefe de la Guarnición Militar Salta, coronel Manuel Vicente San Román, por el Teniente Ricardo de la Vega y el estudiante universitario Guillermo Villagrán. Además, estuvieron presentes el Interventor Federal Interino, señor Jorge Aranda Huerta, miembros de su gabinete, el Intendente Municipal señor Rodolfo Frumento y otras autoridades civiles y militares.
Orlando Aníbal Moya
El 24 octubre se produjo otro choque armado en Tucumán. En la historia militar del "Operativo Independencia" se lo conoce como "Combate del Arroyo Fronterita". Fue un enfrentamiento nocturno entre una patrulla del Ejército y un grupo armado del ERP, donde fallecieron el subteniente de caballería Diego Barceló y el soldado salteño Orlando Aníbal Moya, nativo de Cachi. Además, el combate dejó varios heridos, entre otros nuestro comprovinciano Carlos Alberto Vizcarra quien debió ser internado en el Hospital Militar de Tucumán.
Los restos de Orlando Aníbal Moya arribaron a nuestra ciudad el 25 de octubre a la mañana y el velatorio comenzó pasado el mediodía en el Destacamento de Exploración "Gral. Güemes" (Ex 5° de Caballería). "En la capilla ardiente montó guardia –dice El Tribuno- un piquete de soldados. Se podía observar que las distintas unidades de la guarnición habían enviado coronas de flores. Cuando eran las 19 arribó su señora madre Asunción de Moya acompañada por el señor Humberto Oliver (exdiputado provincial) y un grupo de vecinos del pueblo de Cachi, distante a 155 kilómetros de nuestra ciudad, zona de los Valles Calchaquíes. De inmediato, la señora de Moya pidió trasladar a su difunto hijo al pueblo natal. Coincidentemente arribaron a esa hora el Interventor Federal Interino Jorge Aranda Huerta; el presidente de la Agrupación Tradicionalista "Gauchos de Güemes", escribano Moisés Gallo Castellanos; y el Comandante Mayor de Gendarmería Nacional, Eugenio San Julián. Luego que el capellán militar Miguel Martín oficiara el responso, y por haber anochecido, los restos del soldado se comenzaron a velar en la dependencia militar hasta el día siguiente.
A las 8 de la mañana del 26 de octubre el ataúd, cubierto por una bandera argentina, fue conducido a pulso hasta la puerta del regimiento para ubicarlo en una ambulancia, mientras una compañía y la banda de música le rendían honores militares".
La despedida del soldado salteño Vizcarra
Finalmente, el último soldado salteño caído en el transcurso de octubre de 1975 fue Carlos Humberto Vizcarra quien, luego de ser herido en Arroyo Fronterita, falleció a las dos de la mañana del día 29 en el Hospital Militar de Tucumán.
Vizcarra había sido incorporado a comienzos de año en el Escuadrón Blindado del Regimiento de Exploración "General Güemes" (C5) con asiento en esta capital y vivía en Zacarías Yanci al 1.100 de Villa Los Sauces.
Sus restos, arribaron a nuestra ciudad casi a las cuatro de la tarde del mismo día de su fallecimiento.
En esos momentos caía sobre nuestra ciudad una de las primeras tormentas de la temporada. Al arribo de la ambulancia al Destacamento de Exploración, se encontraban el coronel Manuel Vicente San Román, el Interventor Federal Jorge Aranda Huerta, el intendente municipal Rodolfo Frumento y demás autoridades.
El ataúd, cubierto por una bandera argentina, fue recibido en la puerta de la dependencia por las autoridades presentes y el capellán Miguel Martín quien ofició un responso tras el cual se tocó a silencio. De inmediato, el cortejo fúnebre partió hacia el domicilio particular del soldado Vizcarra en Villa Los Sauces.
Honores
Al arribo, los efectivos militares, en formación con bandera y banda, rindieron los honores de práctica al camarada caído en la selva tucumana.
Finalmente, en un modesto ataúd de cedro el soldado Carlos Vizcarra fue sepultado en el cementerio San Antonio de Padua luego de haber sido despedido por las más altas autoridades civiles, militares y por su camarada, el soldado Héctor Barrera del Distrito Militar Salta.