Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
22°
15 de Octubre,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

René Alfonso: "No se tratan los impactos acumulados"

Miércoles, 15 de octubre de 2025 02:17
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

En la mesa Ruta Bioceánica del EMCHA 2025 se abordaron los "impactos acumulados" como tema central de interés. En una entrevista con El Tribuno, René Alfonso, de la ong Sunu Paraguay, amplió detalles sobre la agenda tratada.

¿Qué impresiones le dejó el abordaje de los impactos acumulados?

En realidad, es un tema novedoso para el chaco, ya que se trata de la construcción de una ruta bioceánica que, en el caso de Paraguay, cruza desde la frontera del río Paraguay hasta la frontera del río Pilcomayo. Son 600 kilómetros de obras con una inversión de 1.500 millones de dólares. El puente sobre el río Paraguay tiene un 80% de avance en su construcción y aún está en proceso de consultas. Lo que se discutió seriamente es que, efectivamente, la ruta bioceánica tiende a mejorar ciertas condiciones de viabilidad y de tránsito de recursos. Sin embargo, desde el momento en que se la anunció, en Paraguay se disparó el proceso de deforestación. Nosotros tenemos entre 60 y 70 mil hectáreas deforestadas por mes en el departamento de Boquerón. Eso ha generado una problemática que la ruta bioceánica no tiene dentro de sus elementos de análisis. Nosotros los llamamos impactos estratégicos de la ruta. Se hace un análisis de impacto ambiental de mil metros a ambos lados de la ruta, pero no de los impactos acumulados a partir de los que genera el Corredor Bioceánico.

¿Por ejemplo?

Un ejemplo es el impacto de la deforestación, que tiene ver también con la instalación de grandes silos, con una problemática de agua, con migraciones internas y externas que se van a producir. Esas cosas no están en el foco y nadie las está poniendo en discusión. Lo que tenemos que tratar es de poner en discusión aquellos temas que en los manuales técnicos de la Bioceánica no aparecen. También es fundamental entender que la Bioceánica está pasando por zonas con economías de fronteras en las que el Estado no es el que está más presente. Generalmente, en la economía de fronteras son los grandes poderes fácticos los que introducen las reglas de juego. En el caso de Paraguay, tenemos ganadería, polos de desarrollo como los del pueblo menonita o narcotraficantes que instalan el juego. Lo que todo esto genera es que haya una población, en este caso indígena, que ha perdido muchísimo en tierras y posibilidades. Lo que se pone manifiesto con la Bioceánica es que hay problemas estructurales que no va a resolver, a menos que el Estado realmente ponga más de sí y comience a asumir sus responsabilidades en todo el trazado. Creo que esa es la conclusión más interesante a la que se ha llegado. El Chaco puede sufrir mucho más de lo que uno se imagina y hay un componente que no todos quieren discutir, que es el riesgo ambiental en relación a la inversión.

¿Cómo es eso?

Si uno hace un cálculo profundo en relación a la inversión, probablemente la pérdida ambiental sea mucho más alta que lo que pueda producir la ruta bioceánica en términos de ganancias.

Ahí entra la problemática de los ayoreos y de todos los pueblos indígenas...

En las conclusiones, el tema de los pueblos ayoreos, de los no contactados, se ha abordado, porque estamos hablando de una población que no está presente. Obviamente, se trata de una población que no tiene contacto con la civilización, pero en estos espacios se está abogando por ellos. En nuestra mesa estuvo un representante de la UNAP, que es la unión de nativos ayoreos del Paraguay, y ellos plantean que habrá un gran riesgo si la deforestación avanza sobre tierras y áreas protegidas. Por eso serán muy importantes medidas de protección, como también modificaciones en trazados que pasan sobre territorios de áreas protegidas.

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD