inicia sesión o regístrate.
En un área donde cada avance puede significar años de vida para miles de personas, una científica salteña logró ser parte de un desarrollo que comienza a cambiar el enfoque frente al cáncer. Se trata de Agostina Russo Maenza, investigadora salteña vinculada a proyectos regionales en la industria farmacéutica y una de las científicas que participan en el desarrollo del virus oncolítico AR2015, una innovación creada en el país para atacar elcáncer colorrectal y sus formas más resistentes.
El proyecto fue desarrollado por un equipo de científicos del CONICET, la Fundación Instituto Leloir y hospitales públicos, y representa un avance clave en la lucha contra uno de los tumores más complejos desde el punto de vista biológico.
“En la ciencia no hay errores, solo avances”, dijo a Radio Salta. "Soy orgullosamente salteña", y ese concepto parece resumir el camino recorrido hasta llegar a este resultado experimental que ya fue publicado en la revista científica Molecular Therapy: Oncology.
Qué hace diferente al virus AR2015
El cáncer colorrectal es particularmente difícil de tratar porque dentro de un mismo tumor conviven células muy distintas entre sí. Esa condición, conocida como heterogeneidad tumoral, hace que muchos tratamientos tradicionales, como la quimioterapia, logren eliminar solo una parte del tumor mientras otras células logran sobrevivir, reaparecer y generar metástasis, sobre todo en el hígado.
Ante ese problema, el equipo del que forma parte Agostina Russo Maenza desarrolló el virus AR2015, capaz de identificar y destruir distintos tipos de células tumorales al mismo tiempo, incluso aquellas que suelen volverse resistentes a las terapias convencionales.
El secreto del virus está en su diseño genético. Los investigadores, liderados por Osvaldo Podhajcer junto a Russo Maenza y otros científicos, identificaron dos genes claves en el cáncer colorrectal: A33 y vWA2. Estos genes aparecen en diferentes etapas del tumor, pero no en células sanas del intestino.
A partir de ellos, diseñaron un promotor híbrido, una especie de “interruptor biológico” que permite que el virus se active únicamente dentro de las células cancerosas, sin dañar las células normales.
Resultados contundentes
En ensayos de laboratorio, el virus AR2015 logró replicarse y destruir células tumorales que expresaban A33, vWA2 o ambos marcadores al mismo tiempo.
Pero uno de los resultados más alentadores llegó en los modelos animales, donde se comprobó que este virus no solo atacó tumores primarios, sino que logró reducir el crecimiento de metástasis hepáticas, uno de los principales desafíos en pacientes con cáncer colorrectal avanzado.
Además, los científicos probaron combinar el virus con oxaliplatino, uno de los fármacos más utilizados en quimioterapia, y comprobaron que juntos aumentan la eficacia del tratamiento.
Otro dato central es que AR2015 no dañó células sanas ni afectó tejidos normales, algo clave cuando se habla de futuras terapias oncológicas más seguras y específicas.
El rol de una científica salteña
La presencia de Agostina Russo Maenza en este proyecto posiciona a Salta dentro de un avance científico de alcance nacional e internacional. Su participación refleja el aporte del talento del interior del país a investigaciones de alto nivel en áreas estratégicas como la biomedicina.
En paralelo a este desarrollo, Russo Maenza trabaja como asesora científica a nivel regional para la industria farmacéutica, aportando su conocimiento en proyectos vinculados a nuevas terapias, biotecnología y salud.
“Este virus es una plataforma. A futuro podría ser modificado y adaptado para atacar otros tipos de tumores”, sostienen desde el equipo de investigación.
Lo que viene en la investigación
Aunque los resultados son prometedores, los científicos son cautos. Ahora se deberá avanzar en pruebas en modelos más complejos y, a largo plazo, en ensayos clínicos con personas.
El objetivo es perfeccionar el virus, mejorar su eficacia y desarrollar terapias personalizadas según las características del tumor de cada paciente, una de las grandes metas de la oncología moderna.
Del trabajo también participaron investigadores del Hospital Interzonal Eva Perón, el Hospital de Gastroenterología Carlos Bonorino Udaondo, la empresa Theravax, y otras instituciones vinculadas a la salud y la investigación científica argentina.
El camino recién comienza, pero con desarrollos como el de AR2015, la ciencia argentina vuelve a demostrar que tiene capacidad de generar soluciones innovadoras con impacto real en la vida de las personas.