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26 de Agosto,  Salta, Centro, Argentina
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Bodegas, redes sociales y viajeros: cuando el vino se vuelve protagonista online

El periodista especializado en vinos Alejandro Iglesias adelantó los ejes de su disertación en la semana de Vinos y Turismo de Hablemos de lo que viene.
Martes, 26 de agosto de 2025 00:52
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El periodista y comunicador especializado en vinos, Alejandro Iglesias, será uno de los disertantes centrales en la semana de Vinos y Turismo del ciclo Hablemos de lo que viene, organizado por El Tribuno.

En diálogo con Radio Salta, Iglesias ofreció un anticipo de los temas que llevará a su presentación, entre ellos el auge del enoturismo, la transformación de las bodegas en espacios de experiencias, la irrupción de los algoritmos en los consumos y las tensiones entre las tendencias globales y la identidad local de regiones vitivinícolas como los Valles Calchaquíes.

"Hablar de vino y de turismo es hablar de dos cosas que todos desean. Hoy el vino se transformó en mucho más que una bebida: es una experiencia que va más allá de la copa", sintetizó.

Iglesias destacó que el crecimiento del enoturismo no fue casualidad, sino resultado de "muchos años de evolución y de trabajo conjunto" entre bodegas y autoridades turísticas. Recordó que tiempo atrás visitar una bodega era una experiencia más rústica, muchas veces limitada al encuentro con el dueño en un marco de hospitalidad sencilla.

Hoy, en cambio, las bodegas ofrecen un ecosistema de servicios: restaurantes, tiendas, recorridos guiados, actividades culturales y propuestas gastronómicas. Eso permitió reposicionar rutas vitivinícolas de Argentina —y de otras partes del mundo— como destinos de primer nivel. Mendoza es el caso más emblemático, pero Salta, remarcó Iglesias, "se ha convertido desde hace muchísimos años en un modelo de lo que el turismo vitivinícola puede representar en desarrollo cultural y social".

Esa transformación, agregó, tiene un impacto concreto en las comunidades: antes solo un integrante de cada familia trabajaba en la cosecha o en la bodega, hoy hijos y nietos se emplean en restaurantes, en áreas de turismo o en tiendas de recuerdos. "El vino se transformó de una manera enorme, es un motor económico y social para muchas regiones", enfatizó.

Del territorio al algoritmo

Uno de los ejes de su disertación será "del territorio al algoritmo", un concepto que resume la transición entre la tradición vitivinícola y las nuevas formas de consumo digital. Iglesias explicó que casi todos los hábitos actuales están influidos por algoritmos que marcan preferencias.

"El vino y el turismo se convirtieron en protagonistas de la comunicación y de las redes sociales, con una aspiración muy fuerte del viajero. Hoy abrir TikTok o Instagram significa encontrarse con gente visitando bodegas, hablando de vinos o combinando vinos y gastronomía. Y si sos un influencer de verdad, tenés que haber pasado por una bodega para completar tu álbum de experiencias", señaló.

El especialista reconoció que esta exposición digital ayudó a las bodegas a sortear momentos difíciles: "La tecnología permitió ser ingeniosos en la búsqueda de sostenerse frente a la baja en los consumos y los cambios en la conducta de los consumidores".

La identidad del terruño

Uno de los temas más debatidos en el sector es la preferencia creciente por vinos más ligeros y de menor graduación alcohólica. Iglesias se mostró crítico frente a la idea de imponer ese modelo como único.

"Pensar en un solo formato de vino es un poco necio. Hay vinos para todos los paladares. El que dice que no le gusta el vino, en realidad no encontró aún el suyo", afirmó. Reconoció que existe una tendencia

hacia consumos más saludables, que lleva a buscar vinos menos alcohólicos, pero aclaró que la identidad del terruño debe estar por encima de las modas.

"Tratar de elaborar vinos de tendencia en regiones donde el terruño manda y marca un estilo determinado sería ir contra natura. El vino argentino tiene sus características, y la gente lo adora por eso", defendió.

"El consumidor es inteligente"

Como ejemplo, mencionó que incluso mercados acostumbrados a vinos ligeros, como el británico, valoran la potencia y la identidad de los vinos salteños. "El consumidor es mucho más inteligente de lo que a veces se supone. Reconoce y valora la diversidad", subrayó.

El comunicador elogió el desarrollo de la vitivinicultura salteña en los últimos 25 años. Habló de "un crecimiento fantástico" donde conviven vinos equilibrados, salvajes, experimentales y de laboratorio. "Querer hablar de una región a partir de una sola etiqueta es absurdo. Hay tanta diversidad en cada zona que sería injusto simplificar", planteó.

Para Iglesias, Salta ofrece vinos para distintos consumidores, desde los que buscan frescura y ligereza hasta los que prefieren la potencia y el cuerpo. Esa pluralidad, dijo, es parte del valor diferencial de los Valles Calchaquíes frente al mercado internacional.

En un pasaje de la entrevista, Iglesias citó a Ortega y Gasset para describir al vino: "El vino es él y sus circunstancias". Con esa metáfora explicó que cada botella se define no solo por su origen y su técnica, sino también por el momento, la compañía y el contexto en que se consume. "No es lo mismo un blanco helado con un lemon pie a la tarde que un tinto fuerte", dijo.

 

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