¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

21°
16 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Desesperada, pide justicia para su hija violada

Viernes, 01 de marzo de 2013 01:08

Desesperada, Daniela, una mujer de 28 años pide justicia para su hija de tan solo siete, quien fue abusada por su expareja Víctor Facciuto (35), durante tres años. El hombre, tras ser increpado por la mujer y al conocer que fue denunciado escapó hacia su provincia natal, Santa Fe y como si fuera poco, le hizo llegar una amenaza por medio de un familiar, en la que le advierte que secuestrará a la pequeña si es que continúa con el proceso legal.
La madre de la menor, no dudó en denunciarlo y asiste todos los días a la Ciudad Judicial en busca de respuestas, aportando datos como ser el domicilio exacto en el se encuentra su expareja, en la localidad de Villa Constitución.
La mujer, en diálogo con El Tribuno, contó lo sucedido: “Me enteré lo que este desgraciado le hizo a mi hija el 21 de enero, porque mi sobrina le contó a mi cuñada lo que estaba ocurriendo y ella me repitió lo que había escuchado a través de un mensaje de texto. Eran las 7 de la mañana y cuando leí lo que decía, se me aflojaron las piernas. Quedé espantada y corrí a despertar a mi nena. Le pregunté si era verdad y solo me dijo que su padrastro la tocaba desde que iba a prejardín, o sea hace más de tres años. Me puse como loca, estaba nerviosa y asustada. La cambié y me fui hasta la comisaría para denunciarlo. Cuando Víctor llegó a la casa le pregunté pero negó todo y me dijo que era incapaz de hacer una cosa así. Yo sé que mi hija no mintió, los niños no tienen necesidad de inventar estas cosas. Por eso lo eché ese mismo día. Desde entonces ella comenzó a contarme lo que le había hecho. Lo peor de todo es que era como su padre y le decía ‘papá’. Ella me dijo que este infeliz la amenazaba diciéndole que si me decía algo nos iba a abandonar”, relató sollozando.
Desde el pasillo por el cual se ingresa a su casa, en la zona norte de Salta capital, la mujer hizo un relato desgarrador mientras observaba a su hija jugando en la vereda.
“Le robaron la infancia, ella no entiende muy bien la gravedad de los hechos, pero Víctor nos destruyó la vida, jamás pensé que iba a ser capaz de algo así. Mi nena me contó que la obligaba a desnudarse y él se masturbaba frente a ella, inclusive la obligaba a practicarle sexo oral”, suspiró. La denuncia ya está en manos del juez de Instrucción Formal 1, Martín Pérez, quien ordenó que la menor declarase en Cámara Gesell.
“Ella lo hizo el lunes y cuando salió, la psicóloga me contó que además de obligarla al sexo oral, intentó penetrarla, pero como ella gritaba de dolor no pudo concretar esa bajeza. Y no por piedad sino que por miedo a que los lamentos fuesen escuchados. Estoy desesperada, tengo el corazón destrozado, quiero que este tipo este preso, soy capaz de hacer justicia por mis propias manos si no me ayudan. Conozco mis derechos y los de mi hija, esto no va a quedar así”, expresó.
La causa está caratulada como abuso sexual agravado por el vínculo.
“Le di al juez -continuó- la dirección exacta de donde se esconde este violador, que por si fuera poco le dijo a un familiar que me trasmitió por mensaje privado de Facebook que si seguía con la denuncia iba a secuestrar a mi hija; quiero que lo metan preso, es lo mínimo que puedo pedir, tengo miedo de lo que pueda hacernos”, señaló.
Por otro lado, Daniela puntualizó que el magistrado le dijo que ya mandó un exhorto al juzgado de Santa Fe. Mientras tanto, por seguridad, les pusieron custodia policial, señaló.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Desesperada, Daniela, una mujer de 28 años pide justicia para su hija de tan solo siete, quien fue abusada por su expareja Víctor Facciuto (35), durante tres años. El hombre, tras ser increpado por la mujer y al conocer que fue denunciado escapó hacia su provincia natal, Santa Fe y como si fuera poco, le hizo llegar una amenaza por medio de un familiar, en la que le advierte que secuestrará a la pequeña si es que continúa con el proceso legal.
La madre de la menor, no dudó en denunciarlo y asiste todos los días a la Ciudad Judicial en busca de respuestas, aportando datos como ser el domicilio exacto en el se encuentra su expareja, en la localidad de Villa Constitución.
La mujer, en diálogo con El Tribuno, contó lo sucedido: “Me enteré lo que este desgraciado le hizo a mi hija el 21 de enero, porque mi sobrina le contó a mi cuñada lo que estaba ocurriendo y ella me repitió lo que había escuchado a través de un mensaje de texto. Eran las 7 de la mañana y cuando leí lo que decía, se me aflojaron las piernas. Quedé espantada y corrí a despertar a mi nena. Le pregunté si era verdad y solo me dijo que su padrastro la tocaba desde que iba a prejardín, o sea hace más de tres años. Me puse como loca, estaba nerviosa y asustada. La cambié y me fui hasta la comisaría para denunciarlo. Cuando Víctor llegó a la casa le pregunté pero negó todo y me dijo que era incapaz de hacer una cosa así. Yo sé que mi hija no mintió, los niños no tienen necesidad de inventar estas cosas. Por eso lo eché ese mismo día. Desde entonces ella comenzó a contarme lo que le había hecho. Lo peor de todo es que era como su padre y le decía ‘papá’. Ella me dijo que este infeliz la amenazaba diciéndole que si me decía algo nos iba a abandonar”, relató sollozando.
Desde el pasillo por el cual se ingresa a su casa, en la zona norte de Salta capital, la mujer hizo un relato desgarrador mientras observaba a su hija jugando en la vereda.
“Le robaron la infancia, ella no entiende muy bien la gravedad de los hechos, pero Víctor nos destruyó la vida, jamás pensé que iba a ser capaz de algo así. Mi nena me contó que la obligaba a desnudarse y él se masturbaba frente a ella, inclusive la obligaba a practicarle sexo oral”, suspiró. La denuncia ya está en manos del juez de Instrucción Formal 1, Martín Pérez, quien ordenó que la menor declarase en Cámara Gesell.
“Ella lo hizo el lunes y cuando salió, la psicóloga me contó que además de obligarla al sexo oral, intentó penetrarla, pero como ella gritaba de dolor no pudo concretar esa bajeza. Y no por piedad sino que por miedo a que los lamentos fuesen escuchados. Estoy desesperada, tengo el corazón destrozado, quiero que este tipo este preso, soy capaz de hacer justicia por mis propias manos si no me ayudan. Conozco mis derechos y los de mi hija, esto no va a quedar así”, expresó.
La causa está caratulada como abuso sexual agravado por el vínculo.
“Le di al juez -continuó- la dirección exacta de donde se esconde este violador, que por si fuera poco le dijo a un familiar que me trasmitió por mensaje privado de Facebook que si seguía con la denuncia iba a secuestrar a mi hija; quiero que lo metan preso, es lo mínimo que puedo pedir, tengo miedo de lo que pueda hacernos”, señaló.
Por otro lado, Daniela puntualizó que el magistrado le dijo que ya mandó un exhorto al juzgado de Santa Fe. Mientras tanto, por seguridad, les pusieron custodia policial, señaló.

Tres grupos de policías protegen a la víctima

Tras la impactante noticia y ante la posibilidad de que Víctor Facciuto vuelva a la capital salteña y cumpla con su amenaza de secuestrar a la pequeña, el juez Martín Pérez ordenó que tanto la menor como su madre tengan custodia policial en su vivienda.

La protección de ambas quedó a cargo de la comisaría 5, cuyos efectivos montan guardia en tres turnos.

Todos los uniformados tienen una foto del acusado y están alertas por si aparece en la zona. La orden es arrestarlo de inmediato.

Uno de los custodios que se encontraba en el domicilio de Daniela, le dijo a este matutino: “Estamos trabajando para darle seguridad tanto a la mamá como a la hija; yo les dije que se queden tranquilas, que la Policía de Santa Fe lo va a atrapar”.

Por otro lado, Daniela comentó: “Mi hija está mejor, aunque por momentos se aisla y juega solita; yo me siento muy mal y quiero ayudarla. Por suerte este lunes ya se incorpora a la escuela y eso la va a ayudar mucho para despabilarse y pensar en otras cosas. Lo que sí noto, es que está muy apegada a mí. Yo no me desprendo de su lado; vamos a llegar hasta las últimas consecuencias. Distribuí las fotos de este tipo por todos lados y denuncié esto por las redes sociales”.

Tras el intenso diálogo que mantuvo con este matutino, Daniela junto a su hija entraron a su domicilio, mientas, los policías se quedaron en la puerta en actitud expectante. 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD