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No hubo sanciones en el caso de General Güemes

Lunes, 19 de mayo de 2014 01:57

“A pesar de haber transcurrido ya varios días no hubo sanciones para los policías que entregaron a mi hijo y a su amigo para que los lincharan en la comisaría 101”, dijo ayer completamente contrariado Luciano Ruiz, padre de un alumno del Colegio Nacional de General Güemes. El joven de 16 años fue detenido a metros de su casa, junto a un compañero, y conducido a la comisaría 101, donde se encontraban los damnificados por el robo de un celular.

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“A pesar de haber transcurrido ya varios días no hubo sanciones para los policías que entregaron a mi hijo y a su amigo para que los lincharan en la comisaría 101”, dijo ayer completamente contrariado Luciano Ruiz, padre de un alumno del Colegio Nacional de General Güemes. El joven de 16 años fue detenido a metros de su casa, junto a un compañero, y conducido a la comisaría 101, donde se encontraban los damnificados por el robo de un celular.

En un hecho sin precedentes en la provincia, los menores fueron conducidos esposados con las manos atrás, con una bolsa en la cabeza, hacia un patio de la comisaría donde se hallaban las supuestas víctimas, quienes atacaron a patadas y golpes de puño a los menores, impedidos de defenderse y menos aún de identificar a sus agresores.

“Sabemos que fueron los hijos de un tal Miranda, porque los policías del 911 habían amenazado a mi hijo con entregarlos si no confesaban el robo”, dijo Ruiz.

“Ayer, una nota de El Tribuno con los agresores confirman que mi hijo no mintió, que fueron entregados para que los lincharan. Que estén vivos hoy es obra de Dios. Con las manos atrás y ciegos, los golpes son todos graves o mortales”, graficó.

“Cómo me voy a callar tamaño atropelló como me sugieren a diario”, dijo el padre completamente ofuscado. “Eso sí, horas pasadas se detuvo una camioneta Toyota Hilux, color gris, frente a mi ranchito. No tengo timbre pero sí perro, así que salí a atender. Eran todos funcionarios del Ministerio de Seguridad, que se interiorizaron de mi posición y me dijeron que se habían enterado del asunto a través de las páginas de El Tribuno. Me quedé mudo. Poco después vino el comisario del pueblo y muy respetuoso me dijo que la cosa se iba a resolver a través de la Justicia. Más tarde, el jefe del 911 frente a la terminal me dijo delante de muchas personas, porque allí había ocurrido un accidente, que iba a tener que enfrentar a su abogado”, contó.

“Es muy largo el camino de la Justicia para la gente pobre”, reflexionó Ruiz.

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