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Mitos acerca de los cometas en las culturas más antiguas

Domingo, 20 de diciembre de 2015 01:10
Un cometa es un cuerpo celeste sólido, formado por rocas y hielo que forma parte del Sistema Solar. Los cometas siguen distintas trayectorias y desarrollan una atmósfera que rodea al núcleo, que se llama cola y está formada por polvo y gas. Cuando los cometas se van acercando al sol el viento azota estos componentes y se forma lo que conocemos como cola.
Las órbitas de los cometas cambian constantemente y se ven afectados por los acercamientos de los planetas. Algunos cometas se mueven muy cerca del Sol y son destruidos y otros son enviados fuera del sistema solar.
Los cometas han inspirado terror y desconfianza desde la antigüedad. Se consideraba que presagiaban desastres. Los cometas también eran tomados por otras culturas como símbolos de poder y grandiosidad, aunque la mayoría de estos cuerpos celestes viaja a través del cielo a intervalos regulares y predecibles.
Antiguamente, se creía que los cometas eran impredecibles. Esto llevó a muchas culturas de la antigüedad a creer que los dioses interferían en los movimientos de los cometas y enviaban a estos astros como un mensaje.
Algunas culturas antiguas pensaban que la cola del cometa era la cabeza de una mujer con el pelo largo. Asociaban este símbolo con el disgusto de los dioses que mandaban el cometa como señal de sus malestar. Otras culturas pensaban que el alargado cometa simbolizaba una espada de fuego ardiendo en el cielo, un signo de guerra y muerte. Este mensaje de los dioses solo podía significar ira. Miles de personas al mirar al cielo quedaban fascinados.Tales creencias se fueron arraigando en la población, que comenzó a relacionar a los cometas con malos augurios.
En época de los romanos se hablaba del Oráculo sibilino que hablaba de un objeto del cielo que caía a la tierra. Los romanos pensaban que un cometa de fuego marcó el asesinato de Julio César.
En la mitología de Babilonia se habla de la Epopeya de Gilgamesh, que cuenta la llegada de un cometa que provocaba inundaciones, fuego y azufre.
La leyenda de Yakutia de Mongolia denomina a los cometas "la hija del diablo". Según esa leyenda avisaban de tormentas, heladas y destrucción en general.
En Suiza el cometa Halley fue culpado de provocar enfermedades, terremotos, la lluvia roja y nacimientos anómalos de animales.
Los Incas en América del Sur también los veían como símbolo de mala suerte.
Los desastres y los cometas llegaron a tener tal relación que el Papa Calixto III llegó a excomulgar al cometa Halley.
Un meteorito procedente de un cometa se consagró como objeto más venerado del Islam.
Los astrónomos chinos registran desde hace cientos de años la aparición, trayectoria y desapariciones de cometas. Se han encontrado anotaciones de la dinastía Han donde se habla de los cometas como "estrellas faisanes de cola roja".

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Un cometa es un cuerpo celeste sólido, formado por rocas y hielo que forma parte del Sistema Solar. Los cometas siguen distintas trayectorias y desarrollan una atmósfera que rodea al núcleo, que se llama cola y está formada por polvo y gas. Cuando los cometas se van acercando al sol el viento azota estos componentes y se forma lo que conocemos como cola.
Las órbitas de los cometas cambian constantemente y se ven afectados por los acercamientos de los planetas. Algunos cometas se mueven muy cerca del Sol y son destruidos y otros son enviados fuera del sistema solar.
Los cometas han inspirado terror y desconfianza desde la antigüedad. Se consideraba que presagiaban desastres. Los cometas también eran tomados por otras culturas como símbolos de poder y grandiosidad, aunque la mayoría de estos cuerpos celestes viaja a través del cielo a intervalos regulares y predecibles.
Antiguamente, se creía que los cometas eran impredecibles. Esto llevó a muchas culturas de la antigüedad a creer que los dioses interferían en los movimientos de los cometas y enviaban a estos astros como un mensaje.
Algunas culturas antiguas pensaban que la cola del cometa era la cabeza de una mujer con el pelo largo. Asociaban este símbolo con el disgusto de los dioses que mandaban el cometa como señal de sus malestar. Otras culturas pensaban que el alargado cometa simbolizaba una espada de fuego ardiendo en el cielo, un signo de guerra y muerte. Este mensaje de los dioses solo podía significar ira. Miles de personas al mirar al cielo quedaban fascinados.Tales creencias se fueron arraigando en la población, que comenzó a relacionar a los cometas con malos augurios.
En época de los romanos se hablaba del Oráculo sibilino que hablaba de un objeto del cielo que caía a la tierra. Los romanos pensaban que un cometa de fuego marcó el asesinato de Julio César.
En la mitología de Babilonia se habla de la Epopeya de Gilgamesh, que cuenta la llegada de un cometa que provocaba inundaciones, fuego y azufre.
La leyenda de Yakutia de Mongolia denomina a los cometas "la hija del diablo". Según esa leyenda avisaban de tormentas, heladas y destrucción en general.
En Suiza el cometa Halley fue culpado de provocar enfermedades, terremotos, la lluvia roja y nacimientos anómalos de animales.
Los Incas en América del Sur también los veían como símbolo de mala suerte.
Los desastres y los cometas llegaron a tener tal relación que el Papa Calixto III llegó a excomulgar al cometa Halley.
Un meteorito procedente de un cometa se consagró como objeto más venerado del Islam.
Los astrónomos chinos registran desde hace cientos de años la aparición, trayectoria y desapariciones de cometas. Se han encontrado anotaciones de la dinastía Han donde se habla de los cometas como "estrellas faisanes de cola roja".

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