El miércoles de la semana pasada, con mucha alegría, vecinos de barrio El Periodista vieron como, con gran premura y diligencia, un camión de Agrotécnica Fueguina (al servicio de la Municipalidad de Salta) levantaba con una pala mecánica los restos de la poda arrojada por inescrupulosos en la esquina de Arana y Barbarán Alvarado del mencionado barrio. Pero el festejo duró poco, la cantidad de basura es de tal magnitud que una sola carga del camión afectado por la comuna no alcanzó para eliminar la montaña que se acumuló y todo quedó igual que hace meses y el camión nunca más regresó.
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El miércoles de la semana pasada, con mucha alegría, vecinos de barrio El Periodista vieron como, con gran premura y diligencia, un camión de Agrotécnica Fueguina (al servicio de la Municipalidad de Salta) levantaba con una pala mecánica los restos de la poda arrojada por inescrupulosos en la esquina de Arana y Barbarán Alvarado del mencionado barrio. Pero el festejo duró poco, la cantidad de basura es de tal magnitud que una sola carga del camión afectado por la comuna no alcanzó para eliminar la montaña que se acumuló y todo quedó igual que hace meses y el camión nunca más regresó.
La llegada de la lluvia sumó al desagradable paisaje una laguna que ofrece una inmejorable pileta para mosquitos que depositan huevos con más facilidad en la temporada estival. Es imprescindible despejar de basura el cordón cuneta de la calle para que el agua pueda fluir en el declive natural.
El lamentable escenario se repite en la esquina de Arana y Michel Torino y en las calles periféricas de los espacios verdes del barrio.
Sin carteles
Los vecinos hicieron notar la falta de carteles que señalen el Código de Ambiente y la Ordenanza 3276 que prohíbe expresamente arrojar basura en cualquier lugar.
"El hábito que tenemos los salteños de deshacernos -con total naturalidad- de lo que nos molesta, no se debe practicar cuando perjudica a otros", sostienen algunos vecinos. Porque si bien los usos y costumbres se vinculan con hechos que se han producido repetidamente, en el tiempo y en un espacio concreto -como es en este caso- son las autoridades de la comuna las que deben velar para que el bienestar social no sea entorpecido por malos hábitos.
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