Unas 38 personas dispuestas a pasar una linda noche de pesca se embarcaron en uno de los 47 catamaranes comerciales que hay en el dique Cabra Corral prestos para salir a navegar con su debida reglamentación. Entre esas personas viajaba un hombre de 56 años, identificado por la Policía como Elías Santos Córdoba, quien sufrió una descompensación y cuando era trasladado en ambulancia al hospital perdió la vida, según las fuentes consultadas por El Tribuno. Instantes de mucha tensión, drama y dolor se vivieron durante la noche del lunes.
Quince minutos antes de las once de la noche del lunes, el timonel de la embarcación (catamarán) que había salido de El Préstamo y ancló en la zona de Bahía Ablomé llamó a la Lacustre a través de la línea directa de emergencias 106 para pedir ayuda. Un hombre de contextura robusta se había descompensado, al parecer, con unas hojas de coca. “El señor Bautista, timonel de la embarcación, solicitaba nuestra presencia porque una persona parecía haberse ahogado con hojas de coca. Tres efectivos salieron en una lancha (Int. 951) y cuando llegaron observaron que el hombre estaba en el piso, boca arriba entre un pasillo y la cabina del timonel”, sostuvo Andrés Sánchez Rosado, jefe de la Lacustre Cabra Corral.
Verificaron la respiración, los signos vitales a través del pulso y notaron que el señor Córdoba respiraba con dificultad, lento o muy suave, con un pulso demasiado débil. “En ese contexto los efectivos subieron al señor a la lancha y lo trasladaron hasta el camping El Préstamo donde una ambulancia lo trasladó hasta el hospital”, apuntó Sánchez Rosado. El recorrido que la lancha hizo para llegar hasta el camping desde Bahía Ablomé fue de unos 15 minutos aproximadamente.
Todo el tiempo desde que el señor cayó descompuesto estuvo acompañado por su hijo de 25 años, quien iba informando a los policías sobre las dificultades de salud que tenía su padre, como problemas del corazón y diabetes. Fue justamente el hijo de la víctima quien le habría sacado las hojas de coca de la boca a su padre, sin embargo, ese no habría sido el problema.
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Unas 38 personas dispuestas a pasar una linda noche de pesca se embarcaron en uno de los 47 catamaranes comerciales que hay en el dique Cabra Corral prestos para salir a navegar con su debida reglamentación. Entre esas personas viajaba un hombre de 56 años, identificado por la Policía como Elías Santos Córdoba, quien sufrió una descompensación y cuando era trasladado en ambulancia al hospital perdió la vida, según las fuentes consultadas por El Tribuno. Instantes de mucha tensión, drama y dolor se vivieron durante la noche del lunes.
Quince minutos antes de las once de la noche del lunes, el timonel de la embarcación (catamarán) que había salido de El Préstamo y ancló en la zona de Bahía Ablomé llamó a la Lacustre a través de la línea directa de emergencias 106 para pedir ayuda. Un hombre de contextura robusta se había descompensado, al parecer, con unas hojas de coca. “El señor Bautista, timonel de la embarcación, solicitaba nuestra presencia porque una persona parecía haberse ahogado con hojas de coca. Tres efectivos salieron en una lancha (Int. 951) y cuando llegaron observaron que el hombre estaba en el piso, boca arriba entre un pasillo y la cabina del timonel”, sostuvo Andrés Sánchez Rosado, jefe de la Lacustre Cabra Corral.
Verificaron la respiración, los signos vitales a través del pulso y notaron que el señor Córdoba respiraba con dificultad, lento o muy suave, con un pulso demasiado débil. “En ese contexto los efectivos subieron al señor a la lancha y lo trasladaron hasta el camping El Préstamo donde una ambulancia lo trasladó hasta el hospital”, apuntó Sánchez Rosado. El recorrido que la lancha hizo para llegar hasta el camping desde Bahía Ablomé fue de unos 15 minutos aproximadamente.
Todo el tiempo desde que el señor cayó descompuesto estuvo acompañado por su hijo de 25 años, quien iba informando a los policías sobre las dificultades de salud que tenía su padre, como problemas del corazón y diabetes. Fue justamente el hijo de la víctima quien le habría sacado las hojas de coca de la boca a su padre, sin embargo, ese no habría sido el problema.
Sin legislación
En diálogo con El Tribuno, el jefe de la Lacustre Cabra Corral, Andrés Sánchez Rosado, sostuvo que hasta el momento no hay una legislación que obligue a los dueños de las embarcaciones tipo catamaranes a tener por un desfibrilador. “No está legislado que los catamaranes lleven un desfibrilador, lo que sí deben llevar son los elementos de seguridad más orientados a la navegación y otras cuestiones. Por lo que vemos habitualmente y controlamos, los catamaranes llevan un botiquín de primeros auxilios, algo que si bien no es obligatorio suelen tener”.
Para Sánchez Rosado el desfibrilador “debería estar en todos los espacios públicos, se trata de un elemento que puede salvar vidas. No es difícil de utilizar, tuve la posibilidad de hacer un curso de manejo de un desfibrilador externo automático (DEA) y la verdad que es más sencillo de lo que parece. Pienso que en todos los lugares públicos debería haber un desfibrilador”, apuntó Andrés Sánchez Rosado.
En materia de seguridad náutica, desde la Lacustre procuran mejorar a diario en cada una de las embarcaciones como también en el personal encargado de navegar y patrullar las aguas del enorme dique Cabra Corral. “Se trata de capacitaciones que no solo servirán para el ámbito laboral sino también para la vida diaria, en la casa o cualquier otro lugar. Siempre hay que estar preparados y tener los conocimientos básicos”, agregó Sánchez Rosado.
En el caso del catamarán donde de descompuso el señor Córdoba, tanto el timonel (encargado de manejar la embarcación) como el mismo catamarán tenían todo en regla. En ese sentido el protocolo de salvataje al pasajero se hizo como tenía que ser, una lancha de lacustre lo trasladó hasta la orilla en el camping El Préstamo y desde ahí una ambulancia lo llevó hasta el hospital de Coronel Moldes, donde llegó sin vida, informaron fuentes policia les.