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Un médico de Güemes le ganó una dura batalla a la COVID

Gerardo Delgado fue dado de alta junto a su esposa, también afectada por el virus.
Viernes, 25 de septiembre de 2020 02:14

Gerardo Delgado es médico, jefe del área de APS en el hospital Joaquín Castellanos de Güemes, y logró sobrevivir al coronavirus luego de permanecer internado en terapia intensiva en muy grave estado.

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Gerardo Delgado es médico, jefe del área de APS en el hospital Joaquín Castellanos de Güemes, y logró sobrevivir al coronavirus luego de permanecer internado en terapia intensiva en muy grave estado.

“Beto”, como todos lo conocen, es ginecólogo y también es comisario por ser médico legal de la Policía de Salta. 

Su actividad solidaria es muy conocida en el departamento Güemes, asistiendo a familias humildes en parajes alejados durante su tiempo libre, gestando campañas solidarias y embanderando la lucha por la donación de órganos.

El médico tuvo como primeros síntomas una tos seca y decaimiento, los que se evidenciaron el pasado 6 de septiembre. El 7 del mismo mes se quedó sin el gusto y sin olfato, iniciando de inmediato los tratamientos recomendados para COVID-19 en su domicilio.

El día 10 comenzaron las complicaciones respiratorias. “Yo no experimentaba ni fiebre ni dolor pero comenzaba saturar mal el oxígeno, consulté con el hospital porque ya estaba preocupado, para evitar ir hasta allí y ocupar una cama me enviaron un tubo de oxigeno a mi casa. Me hizo bien, pero mi situación empeoraba, decido ir al hospital donde me hacen una placa y me pasan a respiratorio donde quedo internado, la placa era una sola cosa blanca, solo un 20% de mi pulmón izquierdo sano, del otro solo el 30%”.

“Tuve la suerte de que había plasma compatible conmigo, me lo inyectaron por suero cuando estaba en terapia intensiva, ya no tenía venas sanas de tantos pinchazos”, recordó Delgado sobre su experiencia con el virus.

El plasma, un invento argentino, brinda las chances de una mejoría al paciente que lo recibe. “Mirá, es como si me hubiesen inyectado una nueva vida, al día siguiente de recibirlo sentí las mejorías, seguí en terapia con una evolución muy buena, pero medicado porque esta enfermedad puede generar pequeños coágulos y provocar trombosis que afecten a cualquier órgano”.

Comentó sobre su total recuperación: “Me sacaron el suero este último sábado y me hicieron una placa, tengo los pulmones limpios, solo me quedó una gastritis impresionante”.

El martes fue dado de alta, salió del hospital con la impresión de haber ganado una batalla pero no la guerra.

“No salí con los puños cerrados como un vencedor, salí con mis manos abiertas para ayudar a quién lo necesite, porque no gané una guerra solo, fue una batalla, hay mucho por luchar todavía, voy a donar plasma apenas pueda, me siento una persona mucho más sensible, veo con otros ojos el trabajo de enorme riesgo que llevan adelante mis colegas, las enfermeras, los de mantenimiento, los que realizan la limpieza”, relató.

“No puedo entender cómo hay gente que insta a otros a salir a la calle, esta fue una enseñanza de vida, aprendí a respetar lo que me indican, a pesar de ser jefe en el hospital, tuve que aprender a recibir órdenes y retos”, dijo.

“Poco sabemos de este virus, por ejemplo cuales son las secuelas que deja en una persona, pero creo que a mí me cambió mucho mi perspectiva de vida, mi único deseo ahora es salir para ayudar a otros en todo lo que pueda, a mí me ayudaron y no puedo ser menos”, concluyó Delgado.

Fue dado de alta junto a su señora, también afectada por la COVID, sin complicaciones.

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