¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

20°
24 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Trump deja un legado complicado sobre la robustez de la democracia liberal en EEUU

Por Juan Negri, doctor en Ciencia Política, profesor de las universidades Di Tella y Nacional de San Martín (Unsam). 
Miércoles, 20 de enero de 2021 17:15

Finalmente, el día llegó. De acuerdo a la constitución de los Estados Unidos, Joseph Biden es el nuevo Presidente a partir del mediodía de hoy. La asunción es posiblemente la más significativa en mucho tiempo, ya que sucede en medio de una importante crisis económica y sanitaria, pero sobre todo una inédita y tremenda crisis política.

Como en todo el mundo, la pandemia generó inmensas dificultades en lo sanitario y lo económico. Pero en este punto la respuesta caótica y desordenada del gobierno de Donald Trump empeoró significativamente las cosas, con casi medio millón de muertes. En efecto, el Presidente minimizó la amenaza, ignoró o contradijo muchas recomendaciones de sus mismos funcionarios de salud y promovió información falsa sobre tratamientos no probados y la disponibilidad de pruebas; lo cual llevó a una catástrofe sanitaria que posiblemente le haya costado la reelección.

Pero además deja un legado complicado en torno a la robustez de la democracia liberal en Estados Unidos. Fue un Presidente profundamente agresivo contra las instituciones, como lo demuestra su negativa a aceptar su derrota y su intento denodado por modificar los resultados de la elección hasta el último día.

Trump se caracterizó por hacer constantemente declaraciones engañosas o directamente falsas, un fenómeno sin precedente en la política estadounidense. Durante su gobierno hostilizó a los medios de comunicación. La justicia demostró la colusión de su gobierno con Rusia, lo cual lo llevó a ser sometido a su primer juicio político, del cual fue absuelto por el Senado. Y por último, su sucesión está empañada por su decisión de no asistir a la ceremonia ni colaborar con el Presidente entrante. La de hoy es la primera vez desde 1869 en la que el Presidente saliente no participa en la ceremonia de asunción.

Peor aún, su legado incluye mucha violencia política. Luego de haber incitado a la violencia política el 6 de enero pasado desatando a una turba insurreccional, queda claro que Trump violó los límites democráticos como ningún Presidente estadounidense lo había hecho antes y que lo lleva a ser sometido, por primera vez, a un segundo juicio político.

Pero su legado más perdurable es la división política. Trump deja al país hondamente dividido en tribus políticas, posiblemente la situación de polarización más importante desde la Guerra Civil de fines del siglo XIX. Trump empoderó a grupos supremacistas blancos y radicalizó a su base significativamente. Este hecho no desaparecerá de la noche a la mañana. Peor aún, varios de estos votantes creen que Trump ha sido víctima de fraude electoral y consideran que Biden será un Presidente ilegítimo. Este manto de dudas sobre la legitimidad democrática es un obstáculo muy importante a la salud de la democracia estadounidense. Es muy difícil la convivencia política cuando se descree de los procedimientos; y esta división e intransigencia posiblemente esté muy presente durante la Presidencia de Biden y sea su más perdurable legado.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Finalmente, el día llegó. De acuerdo a la constitución de los Estados Unidos, Joseph Biden es el nuevo Presidente a partir del mediodía de hoy. La asunción es posiblemente la más significativa en mucho tiempo, ya que sucede en medio de una importante crisis económica y sanitaria, pero sobre todo una inédita y tremenda crisis política.

Como en todo el mundo, la pandemia generó inmensas dificultades en lo sanitario y lo económico. Pero en este punto la respuesta caótica y desordenada del gobierno de Donald Trump empeoró significativamente las cosas, con casi medio millón de muertes. En efecto, el Presidente minimizó la amenaza, ignoró o contradijo muchas recomendaciones de sus mismos funcionarios de salud y promovió información falsa sobre tratamientos no probados y la disponibilidad de pruebas; lo cual llevó a una catástrofe sanitaria que posiblemente le haya costado la reelección.

Pero además deja un legado complicado en torno a la robustez de la democracia liberal en Estados Unidos. Fue un Presidente profundamente agresivo contra las instituciones, como lo demuestra su negativa a aceptar su derrota y su intento denodado por modificar los resultados de la elección hasta el último día.

Trump se caracterizó por hacer constantemente declaraciones engañosas o directamente falsas, un fenómeno sin precedente en la política estadounidense. Durante su gobierno hostilizó a los medios de comunicación. La justicia demostró la colusión de su gobierno con Rusia, lo cual lo llevó a ser sometido a su primer juicio político, del cual fue absuelto por el Senado. Y por último, su sucesión está empañada por su decisión de no asistir a la ceremonia ni colaborar con el Presidente entrante. La de hoy es la primera vez desde 1869 en la que el Presidente saliente no participa en la ceremonia de asunción.

Peor aún, su legado incluye mucha violencia política. Luego de haber incitado a la violencia política el 6 de enero pasado desatando a una turba insurreccional, queda claro que Trump violó los límites democráticos como ningún Presidente estadounidense lo había hecho antes y que lo lleva a ser sometido, por primera vez, a un segundo juicio político.

Pero su legado más perdurable es la división política. Trump deja al país hondamente dividido en tribus políticas, posiblemente la situación de polarización más importante desde la Guerra Civil de fines del siglo XIX. Trump empoderó a grupos supremacistas blancos y radicalizó a su base significativamente. Este hecho no desaparecerá de la noche a la mañana. Peor aún, varios de estos votantes creen que Trump ha sido víctima de fraude electoral y consideran que Biden será un Presidente ilegítimo. Este manto de dudas sobre la legitimidad democrática es un obstáculo muy importante a la salud de la democracia estadounidense. Es muy difícil la convivencia política cuando se descree de los procedimientos; y esta división e intransigencia posiblemente esté muy presente durante la Presidencia de Biden y sea su más perdurable legado.

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD