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La historia del "Boxi" Castaño: del miedo a morir a la gloria

Brian Castaño superó ataques de pánico para convertirse en dueño del cetro menudial superwelter de la OMB. 
Lunes, 15 de febrero de 2021 01:48

“Yo pensé que me iba a morir, ese era mi miedo”. Eso contaba Brian “el Boxi” Castaño hace unos meses atrás cuando sufría el parate obligado por la pandemia de coronavirus. El boxeador oriundo de La Matanza pasó momentos difíciles, con ataques de pánicos que fueron antecedidos por una lipotimia y una deshidratación severa tras una de las 21 peleas que lleva realizadas. Pero también sabe de los buenos momentos, de la gloria como la que alcanzó en la madrugada del domingo al coronarse campeón mundial superwelter de la OMB con un contundente triunfo frente al brasileño Patrick Teixeira sobre el ring del Fantasy Springs Casino de Indio (California).
 “Cuando estaba bajando de peso para una pelea, tuve una descompensación, una lipotimia grave. Me asusté, pensé que me moría. Fui al hospital, empecé con los estudios y me detectaron una arritmia. Me dijeron que no iba a boxear más”, contó. “Me tomé descanso por tres meses, pero no sabíamos lo que pasaba. Me hacía la cabeza. Tenía miedo de que me pase lo mismo, estaba ansioso. Sentía que me iba a morir. Después de un par de peleas en los Estados Unidos me volvió a pasar. Creo que hasta antes de la pelea con Michel Soro estuve así”, aseguró.
No tuvo una recuperación sencilla. “Pensar que no podía volver a boxear y no saber por qué me pasaba lo que me estaba pasando. Es una cagada. Rompía las paredes con la cabeza. Loco, la mente puede ser una mierda. Te hace fuerte, pero a la vez te puede quebrar. ‘¿Qué mierda tengo?’, me preguntaba. Pensaba que me iba a morir. Me maquinaba. Pensaba ‘tengo cáncer, tengo mal el corazón’. Me ponía sensible. ¡Y no tenía una mierda!”, remarcó.
Castaño reveló cómo supero esta difícil situación. “Empezamos con trabajos de concentración. Me empecé a plantear internamente: ‘¿Qué miedo tenés?’ Vamos a hacer un estudio. Lo hacés. Listo, no tenés nada. ‘¿Qué otra cosa?’ Otro estudio. No tenés nada. Listo. ‘¿Otro más?’ ¡Loco, no tenés nada!”, agregó. “No podés estar toda la vida escondido. La vida es una sola y tenés que disfrutarla”, sostuvo.
Así fue superando los miedos, los ataques de pánico hasta llegar a este presente lleno de gloria para él y el boxeo argentino.
 Castaño (69,762 kg) arrasó al brasileño Teixeira (69,581). Le ganó ampliamente por puntos en fallo unánime. Tanto como lo indican las tarjetas. El jurado Robert Hoyle dio 117-111, Zachary Young, 119-109 y Lou Moret, 120-108. 

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“Yo pensé que me iba a morir, ese era mi miedo”. Eso contaba Brian “el Boxi” Castaño hace unos meses atrás cuando sufría el parate obligado por la pandemia de coronavirus. El boxeador oriundo de La Matanza pasó momentos difíciles, con ataques de pánicos que fueron antecedidos por una lipotimia y una deshidratación severa tras una de las 21 peleas que lleva realizadas. Pero también sabe de los buenos momentos, de la gloria como la que alcanzó en la madrugada del domingo al coronarse campeón mundial superwelter de la OMB con un contundente triunfo frente al brasileño Patrick Teixeira sobre el ring del Fantasy Springs Casino de Indio (California).
 “Cuando estaba bajando de peso para una pelea, tuve una descompensación, una lipotimia grave. Me asusté, pensé que me moría. Fui al hospital, empecé con los estudios y me detectaron una arritmia. Me dijeron que no iba a boxear más”, contó. “Me tomé descanso por tres meses, pero no sabíamos lo que pasaba. Me hacía la cabeza. Tenía miedo de que me pase lo mismo, estaba ansioso. Sentía que me iba a morir. Después de un par de peleas en los Estados Unidos me volvió a pasar. Creo que hasta antes de la pelea con Michel Soro estuve así”, aseguró.
No tuvo una recuperación sencilla. “Pensar que no podía volver a boxear y no saber por qué me pasaba lo que me estaba pasando. Es una cagada. Rompía las paredes con la cabeza. Loco, la mente puede ser una mierda. Te hace fuerte, pero a la vez te puede quebrar. ‘¿Qué mierda tengo?’, me preguntaba. Pensaba que me iba a morir. Me maquinaba. Pensaba ‘tengo cáncer, tengo mal el corazón’. Me ponía sensible. ¡Y no tenía una mierda!”, remarcó.
Castaño reveló cómo supero esta difícil situación. “Empezamos con trabajos de concentración. Me empecé a plantear internamente: ‘¿Qué miedo tenés?’ Vamos a hacer un estudio. Lo hacés. Listo, no tenés nada. ‘¿Qué otra cosa?’ Otro estudio. No tenés nada. Listo. ‘¿Otro más?’ ¡Loco, no tenés nada!”, agregó. “No podés estar toda la vida escondido. La vida es una sola y tenés que disfrutarla”, sostuvo.
Así fue superando los miedos, los ataques de pánico hasta llegar a este presente lleno de gloria para él y el boxeo argentino.
 Castaño (69,762 kg) arrasó al brasileño Teixeira (69,581). Le ganó ampliamente por puntos en fallo unánime. Tanto como lo indican las tarjetas. El jurado Robert Hoyle dio 117-111, Zachary Young, 119-109 y Lou Moret, 120-108. 


Pero los números que mejor reflejan el desempeño del argentino son los de la estadística de los golpes: Castaño conectó 344 de los 927 que lanzó. Teixeira, apenas 149 de 588. O sea que la diferencia a favor del nuevo campeón del mundo fue de 339 golpes lanzados y 199 acertados. 
 Su ritmo e intensidad de pelea resultaron notables. Y más allá de su convicción para sostenerlos desde la primera hasta la última campanada, tuvo el gran respaldo que le otorgó el trabajo que llevó adelante su preparador físico Matías Erbín. Le sobró físico y corazón para ser campeón del mundo. 

Un camino lleno de obstáculos

No fue fácil el camino que llevó al Boxi Castaño a la pelea contra el brasileño Teixeira. La pelea se suspendió en tres ocasiones debido a la pandemia de coronavirus. 
Los manejadores del brasileño intentaron negociar un combate más rentable y accesible con el australiano Tim Tszyu en Sidney. La excusa para sobrepasar el reglamento de la OMB fue el cierre, por cuestiones sanitarias, de la embajada norteamericana en San Pablo y el impedimento para renovar su visa de ingreso a EEUU.
Pero para poder mantener vivas sus esperanzas como retador obligatorio, era clave que Castaño pudiera ingresar a EEUU, en medio de las restricciones de vuelos. Sin ayuda oficial, logró partir desde el aeropuerto de Ezeiza el pasado 19 de septiembre. Pero no sin pasar apuros. Sus reservas del vuelo a Miami caducaron debido a la reprogramación de 85 vuelos dispuestos por las autoridades nacionales argentinas hacia el extranjero.
 El Boxi pasó las fiestas de fin de año en una casa de Downey, California, lejos de su familia, pero al final el sacrificio valió la pena.
 

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