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Aráoz: "Me retiré porque me sentía ofendido como lo están muchos gauchos"

El presidente de la Agrupación Tradicionalista Salta Gauchos de Güemes envió una carta sobre los "episodios sucedidos con motivo del Bicentenario del fallecimiento del general Martín Miguel de Güemes".
Jueves, 17 de junio de 2021 13:00

Tras estar en el ojo de la tormenta por sus dichos sobre "tomar la ciudad", el presidente de la Agrupación Tradicionalista Salta Gauchos de Güemes, Francisco Aráoz, envió una carta sobre los "episodios sucedidos con motivo del Bicentenario del fallecimiento del general Martín Miguel de Güemes" y comentó el motivo de su retiro del acto.

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Tras estar en el ojo de la tormenta por sus dichos sobre "tomar la ciudad", el presidente de la Agrupación Tradicionalista Salta Gauchos de Güemes, Francisco Aráoz, envió una carta sobre los "episodios sucedidos con motivo del Bicentenario del fallecimiento del general Martín Miguel de Güemes" y comentó el motivo de su retiro del acto.

 

La carta:

"Sobre el filo de la media noche, en el Monumento,  viendo unos pocos gauchos, los únicos autorizados para hacer la histórica guardia bajo las estrellas rememorando la fidelidad con mi General Güemes y su memoria. Sin la posibilidad siquiera de marchar a caballo, sin que pretendieramos desfile con público, solo una marcha por la ciudad pasando frente al monumento, cada jinete a mayor distancia de los otros, como exigen las normas sanitarias en este tiempo de pandemia. 

Solo un puñado podemos estar sobre la medianoche de la vigilia en recuerdo de su muerte y afianzando su memoria y enseñanza viva. 
Veo los pocos gauchos sin fogones, con permanencias de tiempo inhumanas con el frío reinante, porque no se nos permitió la rotación habitual de guardia para estas bajas temperaturas de junio, y al mismo tiempo colectivos con gente que vino con banderas y pancartas desde Buenos Aires permitiendoseles entrar en tropel al pie del monumento confieso que quedarme en el acto es superior a mis fuerzas.
Por eso me retiré, porque solo así podía evitar que mis palabras o actitudes pudieran no representar a todos los gauchos y gauchas y fueran signos  de división o discordias. 

Por eso me retiré diciéndole al Sr. Presidente y al Sr. Gobernador que lo hacía porque me sentía ofendido, como lo estoy y como los están muchos gauchos. Sin embargo poco importa nuestra pesadumbre frente a lo importante que es Guemes y su memoria viva. Por eso con todo afronto  ahora por este medio la responsabilidad de decir unas palabras, sin otro móvil que mi admiración por la figura máxima del Norte argentino.
Pensando en Guemes y su obra, la nobleza de una persona empieza por sus actos más propios, es decir, en su capacidad de convivir con su alma, con sus miedos y esperanzas, hablándole cara a cara a todas las facetas de su ser y sobreviviendo al encuentro sin engañarse a sí misma.  
Martin Miguel de Güemes era un hombre noble. Él fue y es un ejemplo de esos hombres que nunca temieron llevar a la acción el ideal que predicaron sabiendo mantenerse en sus puestos de peligro, sabiendo ser valientes en tiempos de cobardes. 

Nuestro General fue un hombre decidido, de palabra, que supo enfrentar sus dudas y temores con el coraje y la convicción de que plantar combate a un enemigo fortalecido tristemente en el resguardo de sus poderes y funciones, era la misión de su vida, esa, la de luchar por nuestros derechos, por nuestra libertad, por nuestra Patria.

El facilismo de mantenerse al margen en momentos difíciles, es algo que resulta común en todas las épocas. 
Líderes de nuestra Patria como Martin Miguel de Güemes con su vida entregada a la lucha revolucionaria y libertadora, nos enseñan que las convicciones y los valores altruistas son algo que no deberían pasar de moda. 

Hoy más que nunca, en la situación angustiosa que nos toca vivir, hacen falta personas que estén a la altura de las circunstancias, hacen falta hombres y mujeres que, como nuestro General, sean líderes de palabra y de honor, conduciendo a su pueblo de manera honesta y segura. 

Hoy Martin Miguel tus gauchos no están presentes físicamente al pie de tu Monumento, conmemorándote a 200 años de tu muerte como debería ser.
Pero como en aquel tiempo de batalla librada a la par de esos gauchos, anhelando la libertad, donde agazapados en el monte unidos defendían a nuestra Patria, hoy, ellos, están rindiéndote homenaje desde sus hogares, desde cada rincón de nuestra Salta y desde otros lugares de nuestra Argentina, Latinoamérica y el mundo.

Güemes fue un líder incorruptible que tuvo su corazón volcado al servicio del pueblo, ejemplo de honestidad, austeridad y compromiso hasta el último de sus días. 

Un hombre con una visión de país, con gran sensibilidad social, que luchó por la independencia dejando de lado sus intereses personales, concentrándose en lo que era mejor para su gente.

A las claras está que cuando durante la lucha libertadora, el general José De La Serna le ofrece dejar las armas a cambio de grandes riquezas, él contesta: 
“Martín Miguel, rico y noble de nacimiento ha sacrificado su fortuna al servicio de la Patria, y para él no hay mayor título, que el amor de sus soldados y la estima de sus conciudadanos”.

La historia nos muestra, que la Argentina emergió como Nación enfrentando al colonialismo a través de actos heroicos, como los gestados en nuestro territorio y llevados adelante por el Ejército del Norte, bastión de la Independencia de nuestro país. 
Los gauchos con su valerosa contribución, conducidos por hombres como Güemes fueron y son ejemplo de honradez, rectitud, lealtad, compromiso, patriotismo, valores democráticos, republicanos y federales. 
En momentos tan convulsionados como los que vivimos hoy, la mirada hacia atrás, a la historia de nuestro país, nos debe servir para ver de dónde venimos y hacia dónde debemos ir.

Lo que nos ha costado llegar hasta aquí nos debe llevar a la reflexión, para rescatar estos valores perdidos de nuestro héroe nacional, valores que tus gauchos, Martín Miguel, recatan y que con orgullo se comprometen a respetar, imitando siempre tu lucha incansable por el bien común y la libertad.
Debemos entonces seguir su ejemplo, luchando unidos desde nuestros lugares cotidianos por esos principios, que hacen grande a nuestra querida Argentina, sintiéndonos orgullosos hoy y siempre de la figura de nuestro General. 
¡Que viva Güemes!"

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