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"Queremos que la Justicia actúe con todo el peso de la ley, le pasó a mi abuelo pero ¿a cuántos abuelos les pasó lo mismo y uno no sabe? ¿A cuántos más les puede llegar a pasar?", fueron los interrogantes de Viviana, nieta de Fortunato Bernabé López, el hombre de 89 años que fue brutalmente asesinado el 21 de diciembre de 2018 en su casa, en diálogo con El Tribuno en una nota publicada en enero de 2019. Interrogante que hoy debería tener parte de la respuesta cuando el Tribunal de Juicio de la Sala IV dé lugar a las partes para que efectúen sus alegatos y luego, tras deliberar, anuncien el veredicto contra Alan Nahuel Arias (26) y María del Valle Guayman (23), imputados por el delito de homicidio doblemente agravado por ensañamiento y criminis causa.
El miércoles 4 del corriente mes comenzaron las rondas de testimoniales en el Salón de Grande Juicios de la Ciudad Judicial, en Salta capital, donde los testigos que pasaron por el banquillo acusador de frente a los magistrados reconocieron y ubicaron en la casa de la víctima, escena del sangriento hecho, a los imputados. A su vez, los declarantes expusieron lo lesionado que quedó don Fortunato López después del despiadado asalto, heridas que tenía sobre todo en la zona del rostro.
Entre los profesionales que testimoniaron, el médico Daniel Chirife, perteneciente al Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), constató y confirmó lo que había expuesto en el certificado de defunción, que la víctima falleció producto de un paro cardiorrespiratorio como consecuencia de un traumatismo encéfalo craneano (TEC). Otros de los profesionales, ligados directamente a las fuerzas de seguridad, relataron y explicaron detalles acerca de los tres allanamientos que efectuaron donde lograron recuperar algunos de los elementos sustraídos pertenecientes al abuelo.
Entres los distintos elementos de prueba que fueron incorporados a la causa, hay que señalar que durante el juicio no se pudo contar con el testimonio del profesional Aramayo, encargado de realizar los estudios de las cámaras de videovigilancia, quien producto del coronavirus COVID-19 perdió la vida el año pasado. Sin embargo, el informe realizado por el oficial será incorporada para su lectura.
Declarar por la fuerza
El jueves último finalmente prestó declaración testimonial -bajo juramento- el remisero Tapia, quien trasladó a la pareja acusada del homicidio calificado desde la casa de la víctima hasta Villa Juanita. El chofer tuvo que ser conducido por la fuerza pública porque no se presentó a declarar ninguna de las dos veces que fue citado. En sus declaraciones confirmó que trasladó a Arias y Guaymán con objetos que en ese momento tenían en su poder. Además, señaló que el joven tenía una mancha roja en su mano izquierda, como si le hubiera pegado a alguien o a algo. Constató también gotas de sangre en el pantalón tres cuartos de Arias.
Señaló que la imputada iba atrás del vehículo, en el transcurso Arias fue como que dormitaba y ella lo movía para despertarlo, al mismo tiempo que le reprochaba que no quería tener problemas con su abuelo. Entre la mercadería que llevaban, según dijo el testigo, observó que tenían sidra y comestibles. Hay que recordar que el crimen fue previo a las fiestas de fin de año.
El hecho
Ocurrió el 21 de diciembre de 2018, en el domicilio de la víctima, en Villa Cristina. El damnificado que vivía solo fue golpeado por la pareja que ingresó a su casa para robarle. Se encontraba sentado afuera de su casa cuando fue abordado por Guayman y Arias. Lo arrastraron hasta adentro y lo golpearon. Tras el ataque, revisaron la vivienda y sustrajeron distintos elementos que se llevaron en un remís. López fue trasladado al hospital, donde falleció el 16 de enero.