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Gracias a padrinos volvió a funcionar el comedor de verano

Por octavo año consecutivo, 800 niños de la comunidad Ava Guaraní comen a diario en Misión San Francisco.
Sabado, 15 de enero de 2022 01:19

Frailes de la localidad de Pichanal y más de 50 voluntarios llevan adelante esta tarea que se sostiene hace ocho veranos gracias a la solidaridad de muchas personas que hacen posible que cerca de 1.000 niños de 5 a 12 años de edad reciban todos los días su plato de comida y, esencialmente, contención afectiva.

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Frailes de la localidad de Pichanal y más de 50 voluntarios llevan adelante esta tarea que se sostiene hace ocho veranos gracias a la solidaridad de muchas personas que hacen posible que cerca de 1.000 niños de 5 a 12 años de edad reciban todos los días su plato de comida y, esencialmente, contención afectiva.

Los frailes de la Misión San Francisco, de la norteña localidad de PichanaL, hicieron, una vez más, un llamado a los corazones solidarios, a los espíritus altruistas, a los cultores de la filantropía, para apadrinar a unos 800 niños de la comunidad indígena Ava Guaraní, que se alimentan en un comedor comunitario.

La Misión San Francisco es uno de los barrios más grandes de la localidad de Pichanal. Ubicado en el cruce de las rutas 5, 34 y 50, por tercer año consecutivo, un grupo de voluntarios comandados por sacerdotes franciscanos trabajan para conseguir personas interesadas en apadrinar a cientos de niños que son atendidos en el comedor de verano, que abrió sus puertas la semana pasada y que finalizará su cometido a fines de febrero.

Una comunidad grande

Se estima que actualmente la comunidad Ava Guaraní, asentada en Misión San Francisco, posee una población aproximada de 13.000 habitantes, en su mayoría pobladores rurales, dedicados siempre a la labor de la tierra, trabajadores golondrina y changarines que quedan sin trabajo en época estival.
Verónica y Betiana son coordinadoras del comedor de verano y ambas coinciden en que es una tarea gratificante en todo el sentido de la palabra, “saber que podemos hacer algo por algún niño, nosotras también fuimos pequeñas y sabemos lo que es el hambre”, expresaron emocionadas.

Verónica también comentó que, como cada año, se sumaron voluntarios, jóvenes mayores de 16 años, que son los encargados de los talleres, y recreación para los niños.

“Abrir en el período de vacaciones el Comedor de Verano, es la época del año en la que más desempleo se registra y como consecuencia es alto el déficit nutricional”, manifestó el padre Elvio Cruz. 

Además, contó que alrededor de 11 mamás trabajan de manera voluntaria en la cocina diaria “porque es una manera de cuidar la vida de sus hijos. Peyu Yakaru Pave (“Comamos Juntos” en ava guaraní).

Por otro lado el fray Roberto Mamaní manifestó que “gracias a Dios la pandemia no nos paralizó, sino que nos hizo ser más creativos y de manera comunitaria pudimos sostener esta obra que ya lleva 8 años, siendo un comedor de puertas abiertas”.
‘Se abre el comedor y se abren las puertas a la solidaridad. Jóvenes voluntarios que ayudan a cuidar a los niños y las madres de la escuela que cocinan para los chicos, además de gente que llega de otras provincias, nos acompaña con su trabajo, aporte y aliento”, expresó orgulloso fray Mamaní.

En la escuela de la misión

El comedor de verano funciona en la escuela Nº 4.738 San Juan XXIII, de Misión San Francisco, en el horario de 10.30 a 13, hasta fines de febrero. Allí, más de 40 jóvenes trabajan a diario con un objetivo: servir, cuidar y contener con un espíritu solidario a los que acuden al lugar.

La modalidad que se propuso para quien desee colaborar es que cada persona, de forma voluntaria, apadrine a un niño con una colaboración mensual de $1.000 (por todo el verano). Para ellos hay que realizar un aporte mediante depósito o transferencia a una cuenta corriente en pesos. De esta forma se logrará que más de 800 chicos sean atendidos en el comedor de verano, todos los días, dando asistencia de esa forma al corazón de la comunidad indígena Ava Guaraní.

Avisá tu aporte mandando mail a mision sanfrancisco pi [email protected], para mayor control de los fondos.
 

Al banco Santander

La transferencia debe hacerse al CBU 072015432 0000000979490 del banco Santander Río. 
Es una cuenta corriente en pesos número 154 - 009794/9.
Titular: Orden de Frailes MV San Francisco, Cuit: 30-66912880-7.
Hay cientos de niños aborígenes esperando por su padrino o madrina. 

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