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Cineclub Meta, una propuesta para ver cine argentino

Desde el miércoles, a las 20, los amantes del cine contarán con un nuevo espacio en la ciudad. Las películas serán programadas en la sala de El Teatrino, Aniceto Latorre y Alvear. 
Sabado, 02 de julio de 2022 22:46

 

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El Cineclub Meta, una nueva sala en la ciudad de Salta, comienza su actividad el 6 de este mes: exhibirá todos los miércoles, desde las 20, una programación con lo mejor del cine argentino en El Teatrino, Alvear y Aniceto Latorre. “Nos pusimos en contacto con casas productoras y distribuidoras, que generosamente nos ofrecieron sus catálogos para impulsar este espacio y convertirlo en una cita imperdible de la cinefilia”, dice un parte distribuido por ARAS (Asociación de Realizadores Audiovisuales de Salta). 

El Tribuno dialogó con Alejandro Gallo, Rodrigo Moscoso, Javier Flores, Agustina Soutullo y Gustavo Alarcón, realizadores salteños, acerca de esta propuesta que quiere recuperar -y proponer- la experiencia de ver buen cine en una buena sala. “No solo nosotros como realizadores sino también el público tiene la necesidad de contar con una sala de cine argentino. Desde antes de la pandemia que en la ciudad no hay una sala que se dedique a proyectar cine argentino, que es el último eslabón de hacer una película. Siempre es un cuello de botella la exhibición”, dice Alejandro Gallo. 

El Cineclub busca aportar a resolver ese problema con la exhibición de películas “en una sala con buen sonido, con buena calidad de proyección... La experiencia audiovisual se completa en una sala”, señala Gallo. 

Javier Flores agrega: “También la importancia de reflejar nuestra cultura. El cine no deja de ser un espejo de lo que somos; si bien está bueno que se proyecten películas de Hollywood, y a las salas de Salta, obviamente, les conviene como un negocio -eso se entiende-, tenemos la necesidad de un espejo de nuestra cultura y por eso la importancia de que haya una sala que proyecte eso”. 

Sobre si se ve cine argentino en Salta, Rodrigo Moscoso dice: “En salas, no, porque no hay espacios. El Espacio Incaa por cuestiones varias no está en funcionamiento... Pero, más allá de los Espacios Incaa, que están buenos porque aseguraban el lugar a las películas argentinas, también está bueno que haya espacios independientes de exhibición, y me parece que esa es la idea de Cineclub Meta, que nace de un proyecto de gente de ARAS, pero está abierto a toda la comunidad”. 

“Queremos fundar un espacio que no esté condicionado por la programación de Espacios Incaa Buenos Aires, por decirte algo. Que tenga libertad de programación y criterios propios”, completa.

Gustavo Alarcón suma a la charla: “A eso se le agrega la posibilidad de proyectar cine argentino de una manera bastante económica los miércoles, porque el precio de la entrada va a ser de solo $300. Y también, obviamente, se va a poder compartir entre los que vayan, porque es un espacio adecuado para la gastronomía... Eso le da un plus al ciclo. Está bueno que la gente sepa que puede ir a comer y a ver una película y a tomar algo”.

Gallo detalla: “La mitad de la entrada va directamente para el realizador. A nosotros nos pasa que a veces nos dicen ‘che, pasame tu peli que la quiero proyectar en tal lado’... y creo que está bueno ponerle al menos un valor simbólico a ofrecer una película y que nos acostumbremos a que se paga por ir al teatro, por ir al cine, para ver una banda”.

El financiamiento

La propuesta requiere de esfuerzos y suma a gente que quiere una sala. Alejandro Gallo cuenta: “El Teatrino nos cede el espacio en forma gratuita. Y tenemos un apoyo económico de la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad de la Ciudad de Salta. Les presentamos el proyecto y les gustó y nos ayudan”. 

El realizador agrega: “Muchas veces los proyectos culturales no tienen continuidad en el tiempo, y se van las pilas porque no se encuentran nuevas formas de financiar y se caen. Cuando comenzamos desde ARAS a pensar el ciclo nos propusimos que tenga continuidad, porque si no no resulta”.

Un lugar de referencia

Rodrigo Moscoso, por su parte, señala: “Queremos que se convierta en un lugar de referencia para ver buen cine, para encontrarnos con gente que se dedica a esto. En un futuro, invitar a directores, a actores, o ser un espacio referente dentro de la Semana del Cine... que el cineclub se convierta en un espacio de referencia por el criterio de programación y también que sea un lugar de encuentro, para charlar de cine”.

La idea de cineclub tiene muchas implicancias, los realizadores señalaron algunas. “El cineclub parte de dos premisas. Primero que el contenido sea argentino, eso achica bastante el target de a quienes van dirigidas las proyecciones”, detalla Alarcón, y agrega: “Y, por otro lado: tener un ambiente en el que se pueda compartir, inclusive que el propio director o productor de la película esté presente y se pueda departir con ellos. Inclusive charlar con ellos, que el público se acerque al realizador, al director y poder hablar sobre la película, lo cual le da un plus. De ahí el nombre de cineclub, porque tiene ese extra que una sala comercial no tiene”.

Agustina Soutullo dice sobre la propuesta: “Y también esta idea de encuentro -como dice Rodrigo- en la proyección de acá en el tiempo de lo que queremos hacer y lo que queremos que emerja de esto. Tenemos una idea de club, de encuentro, de que se forme algo, que haya una referencia de un lugar a donde ir y que haya, a la larga, una curaduría, y público para eso. Con un montón de actividades que se sumen”.

Flores agrega: “Y también el sentido de pertenencia... Es algo que quizá nosotros estamos sembrando en el proceso embrionario del cineclub, estamos sembrando algo que en el futuro sea eso: ponerse la camiseta del Cineclub Meta”.

Moscoso ahonda en la idea: “Una sala de cine vende pochoclos, gaseosas y pasa películas, y una detrás de otra para ganar plata... Acá, las prioridades se invierten y aparece el amor al cine y todo se hace por eso”. 

Los ciclos, el público

El realizador continúa: “Los ciclos que se van a ir armando con criterios distintos abren espacios... El miércoles se inicia un ciclo de cine argentino inédito. Son películas que no llegan a salas comerciales argentinas, son nuevas y, además, están muy bien curadas porque han sido premiadas, les fue bien en festivales. El día de mañana pueden haber películas que traten tales temas y articular con otro tipo de realizaciones también”. Ale Gallo agrega: “Nuestra compañera Daniela Seggiaro -ella está trabajando con archivos audiovisuales- quería hacer junto con la Mediateca de la Provincia un ciclo cuyo eje sea el material de archivo. El cineclub está abierto a las propuestas”.

En ese tramo de la charla, Javier Flores incluye el tema del público: “Soy nacido y criado en Salta y siempre me llamó la atención la falta de público que hay para ciertas cosas. Yo creo que este espacio también tiene la ardua tarea de generar público. Por ejemplo, cuando yo era chico, quería ir a ver una banda de rock y no podía, porque esa banda tocaba un par de veces y no tocaba más porque no había público. Y me parece que la formación de público tiene que ver básicamente en cómo vos proponés y hacés consumir tu cultura”. 

Rodrigo se suma: “Hacer un lugar dinámico, que cada dos meses tenga proyectos nuevos, una propuesta nueva que sorprenda, que atraiga. Tratar de difundirlo por las redes bien. Y tratar de generar una fidelidad de un público propio, que sienta ese lugar como propio y que ese lugar sienta a esa gente como su público”.

¿Hay mucha gente que hace cine en Salta? es la pregunta obligada. Responden a coro: “Bastante”. Ese público podría ser la base que sustente el proyecto. Rodrigo agrega: “Y las universidades... está bueno que todo el ámbito universitario se acerque. Creo que se van a sentir a gusto y esa edad en la que estás con la atención de conocer cosas nuevas y, seguramente, van a haber propuestas interesantes para ellos”.

“Una experiencia buena”

Agustina señala: “Creo que más allá de la gente que hace cine, hay mucha gente a la que le interesa el cine. Yo recuerdo espacios que fueron desapareciendo por distintas razones, cineclubes como La Ventolera y había alguno también en la Mitre 23... espacios de encuentros. Más allá de gente a la que le interesa el cine porque trabaja en eso, hay gente cinéfila de mucha edad, diversa y que quizás no tiene el espacio porque en la pandemia se fueron cerrando lugares de ese tipo, o a muchos de esos espacios les cuesta tener continuidad, que es lo que nosotros estamos buscando”. 

“Tampoco queremos que sea un lugar snob o algo así, no quiero que quede ‘bueno es un lugar para gente que trabaja en el cine o que quiere ver cine austríaco de los 70’. No le queremos dar esa impronta para nada. Queremos animar a la gente que de repente quiere ver una película y quizá no le alcanza para el Hoyts. O no sabe qué película ver y ‘a ver qué programaron... me dijeron que la peli pasada estaba buena’. Yo, por ejemplo, que era consumidora del cineclub de La Ventolera, vi muy buenas pelis y yo iba y no siempre sabía qué iban a dar, pero sabía que iba a estar buena. Entonces, generar eso, que no sea un espacio solo de gente que le gusta cierto cine o que trabaje en cine. No es un gueto”, reflexiona.

Javier Flores acuerda: “Diste en la clave, que todo el piberío que no sabe y que tenga curiosidad que se acerque, y seguro que va a ver buenas películas”.

Rodrigo Moscoso sobre la calidad de la propuesta, dice: “Va a haber mucha gente que colabore, recomendando y discutiendo cómo programar y qué rumbo darle. Va a ser un lugar entretenido”. Agustina agrega: “El Teatrino es un lugar que está bueno y está todo superdado para que la gente vaya. ¿Viste cuando salís contento de haber hecho algo, de tener esa experiencia?”. Gustavo señala: “Y también convoca a gente que tiene la inquietud de hacer cine y no sabe con quién contactarse, por dónde arrancar. Y eso lo hace más cineclub todavía”.

Un mes dedicado a inéditos

En julio Cineclub Meta propone un ciclo de cine argentino inédito. El miércoles próximo se exhibirá la película “Jesús López”, de Maximiliano Schonfeld, ganadora en Mar del Plata y Biarritz. El miércoles 13 de julio, se verá “El empleado y el patrón”, de Manuel Nieto Zas; el 20 de julio se exhibirá “Piedra noche”, de Iván Fund, y el último miércoles del mes se proyectará “Camila saldrá esta noche”, de Inés Barrionuevo. Siempre desde las 20 y en El Teatrino, Aniceto Latorre y Alvear.

 

 

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