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Después de décadas de silencio felino, una imagen lo cambió todo. A orillas del río Bermejo, en el corazón del Parque Nacional El Impenetrable (Chaco), una yaguareté y su cría fueron captadas por vecinos y guías locales, marcando un hito sin precedentes en la historia reciente de la conservación de especies en Argentina: el primer nacimiento en libertad de un yaguareté en al menos 35 años.
La protagonista de este hecho es Nalá, una hembra criada en condiciones de total aislamiento humano dentro de una jaula gigante de dos manzanas de extensión, ubicada dentro del parque. Nalá es hija de Qaramta, el yaguareté más grande registrado en el país, y de Tania, una hembra nacida en cautiverio. A pesar de ese origen, Nalá fue preparada durante años para desenvolverse como un animal completamente silvestre, y su historia ya es considerada única a nivel mundial.
Las sospechas del nacimiento comenzaron en febrero de este año, cuando el equipo técnico de la Fundación Rewilding Argentina, que junto a la Administración de Parques Nacionales (APN) y el Gobierno de Chaco lidera el programa de reintroducción, detectó que Nalá permanecía en el mismo sector del monte durante varias semanas, algo muy poco habitual para un felino tan esquivo.
Luego, el 20 de mayo, aparecieron las primeras huellas: marcas de patas pequeñas junto a otras de mayor tamaño en la costa barrosa del Bermejo. Aunque los indicios eran fuertes, no fue hasta hace unos días que la evidencia fue irrefutable. Pablo Luna, vecino del paraje La Armonía, fotografió a Nalá caminando con su cachorro, que ya tendría unos cinco meses. Su compañero Darío Soraire, guía de turismo de naturaleza, también fue testigo directo.
“Fue un día maravilloso. Tuve la suerte de ver a Nalá con su cachorro en la ribera. Estaban en una barranca y me dejaron sin palabras”, relató Soraire, todavía conmovido.
Aunque se desconoce el sexo del cachorro, Sebastián Di Martino, director de Conservación de Rewilding Argentina, especuló que podría tratarse de un macho, por su tamaño. “Creemos que el padre es Tevuk, que significa ‘río’ en lengua wichi”, comentó. El hallazgo es especialmente importante porque hasta el año pasado había apenas siete yaguaretés en libertad en Chaco, con una alarmante escasez de hembras: cuatro en total.
Nalá había sido liberada el 18 de agosto de 2024, tras un proceso riguroso de adaptación en aislamiento. Desde el momento de su suelta, se la monitoreó con un collar geolocalizador y cámaras trampa. Su alimentación se diseñó con el objetivo de que no asocie jamás a los humanos con el alimento: solo se le ofrecieron presas vivas, y sin presencia directa de personas. El protocolo funcionó.
La estrategia de reintroducción había comenzado en 2019, con la llegada de Qaramta al área protegida. A partir de allí, se construyó un centro de cría y se avanzó con la liberación progresiva de ejemplares. En marzo de 2024 fue soltada la primera hembra, Keraná, y a ella le siguieron otras dos. Nalá fue la segunda.
La fragmentación de los bosques, la expansión de la frontera agropecuaria y la caza furtiva pusieron en jaque a esta especie emblemática del norte argentino, que hoy sobrevive en pequeñas poblaciones aisladas en Chaco, Formosa, Santiago del Estero y Salta. Cada cría nacida en libertad es una señal de esperanza.
Este nuevo cachorro no solo renueva el linaje silvestre del yaguareté, sino que también simboliza el éxito de una política de conservación que apuesta por la ciencia, la persistencia y la integración con las comunidades locales. El Impenetrable no está solo renaciendo: está rugiendo otra vez.