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El acceso al agua, la tenencia de la tierra y la comercialización de la producción, entre muchos otros, son temas que aglutinan desde hace 10 años a los pequeños productores de las Comunidades Unidas de Molinos (CUM).
Más de 100 campesinos de 16 comunidades del departamento se reunieron en Patapampa, Luracatao, para tratar estas problemáticas.
“Este año fue superador, ya que se piensa en cómo acceder a los medios de producción. Es un logro ver que hace 10 años se discutía cómo acceder al agua para consumo y hoy se analiza cómo hacer obras para distribuir el agua para la producción”, destacó a El Tribuno Natalia Rosa, de la ONG Red Valles de Altura, que colabora con la CUM
Participaron representantes de las comunidades de Alumbre, Cóndor Huasi, La Sala, Buena Esperanza, La Puerta, Churquío, Cabrería, Patapampa, Cieneguilla, Refugio, La Aguadita, La Laguna, Brealito, El Churcal, Tomuco, Amaicha, Gualfin y Cooperativa Bre-Sec. La CUM cuenta con el apoyo de diversas instituciones, como el Inta, y de las comunas de Molinos y Seclantás.
Subsistir y vender
La agricultura en la zona se caracteriza por su diversidad productiva. Hay más de 60 cultivos, entre los que se destacan alfalfa, pimentón, papa y maíz.
Cada familia produce para el autosustento y comercializa el excedente. Si bien algunas comunidades ya cuentan con la tenencia de las tierras, muchos producen bajo la figura del mediero: trabajan la tierra y de lo que producen la mitad va para el dueño de la finca y el resto para ellos.
Esto es muy común en la comunidad de El Churcal.
Otro de los temas es el acceso a la maquinaria para trabajar a tierra, generalmente a cargo de la comuna o bien de muy pocas personas. “El alquiler es costoso y cuando se accede es por turnos, lo cual es complicado también”, cuenta Rosa.
Con respecto al acceso al agua, los productores señalaron que faltan aún muchas obras de infraestructura para riego: canalización y mejoras en las tomas permitirán optimizar el uso en las parcelas a través de riego por goteo y sistemas por aspersores.
“Varias comunidades ya están gestionando proyectos ante programas provinciales, nacionales e internacionales. Para ello la organización comunitaria fue fundamental. Hoy urgen defensas en los ríos”, destacó Natalia Rosa.
Cómo comercializar los productos
Otro aspecto que abordaron los productores fueron la comercialización de la producción y la logística.
Una de las necesidades de las comunidades es poder contar con un galpón de acopio para albergar la producción agrícola de la zona. También se necesita transporte con sistemas de refrigeración para mantener la cadena de frío en el traslado de la producción vacuna y caprina.
En Seclantás hay un matadero municipal donde se faena ganado vacuno y de rumiantes cuya carne se comercializa nivel local.
El objetivo es ampliar la producción y la comercialización a todo el departamento de Molinos y, si es posible, ir un poco más allá.
Actualmente solo se realiza el faenamiento de animales de los socios que pertenecen a la cooperativa Bre-sec. Se faenan de dos a cuatro animales por semana, con lo cual alcanza por el momento para abastecer al mercado local.