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Una verdulería ubicada en la intersección de las calles San Martín y Tucumán de la ciudad de Tartagal, ubicada en una de la zonas de mayor movimiento comercial, fue asaltada el viernes 25, con inusual violencia, por un grupo comando integrado por expresidiarios y delincuentes de doble nacionalidad.
El asalto fue protagonizado por al menos cinco sujetos y se produjo pasadas las 14, cuando el grupo ingresó a la verdulería por un portón de la parte posterior del local comercial. Uno de los delincuentes iba vestido con uniforme de policía.
En el interior de la verdulería se encontraban el propietario, Roberto Ballester, su esposa, dos hijos pequeños y un empleado, que se disponían a cerrar el negocio cuando fueron sorprendidos por los malvivientes.
Al ingresar, uno de los malhechores tomó del cuello a una nena de 8 años y le puso un arma en la cabeza, exigiéndoles a sus padres que entregaran todo el dinero producto de las ventas que realizan aprovisionando verdulerías de Tartagal y Mosconi.
Según las víctimas, vivieron momentos de pánico.
En ese momento dos de los malvivientes se abalanzaron sobre el propietario de la verdulería y comenzaron a golpearlo, mientras le exigían que confesara dónde tenía guardada la recaudación. La nena, aterrada al ver cómo golpeaban a su papá, les dijo el lugar donde sus padres solían guardar el dinero, mientras les imploraba a los delincuentes que dejaran de pegar a su progenitor. Cuando los sujetos encontraron el dinero, unos 100.000 pesos, ascendieron al vehículo y se dieron a la fuga.
Prácticamente a segundos de producido el violento ataque, tres empleados de la verdulería, que momentos antes habían salido a realizar un reparto, llegaron al local comercial. Al ingresar y ver a sus patrones maniatados, golpeados y llorando, iniciaron una persecución en el camión en el que acababan de llegar, a la vez que daban aviso a la Policía.
Al llegar a la ruta nacional 34, los empleados les perdieron el rastro en medio del denso tránsito que por esa hora se registraba sobre esa arteria.
Efectivos que se desplazaban por la ruta 34 advirtieron que a pocos metros de la salida norte de Tartagal, en el paraje Zanja Honda y por un camino lateral de tierra, había quedado registrada una profunda huella de vehículo, recientemente producida. En forma inmediata, policías de distintas dependencias comenzaron una persecución por ese camino lateral.
A una distancia de unos 20 kilómetros hacia el este, la Policía logró detener a cuatro sujetos, todos con antecedentes penales. Uno de ellos, residente en Villa Güemes, Tartagal, está sospechado de ser el entregador. Los otros tres residen en Salvador Mazza y tienen doble nacionalidad. En el auto encontraron la suma de 60.000 pesos, celulares y armas de grueso calibre.