La localidad santafesina de Las Toscas está conmocionada por la difusión de una foto que confirma el desquicio de un hombre de 50 años, que habitualmente golpeaba a su mujer y emborrachaba con vino a su beba de 16 meses.
La situación se daba en un marco familiar contaminado por la violencia de Ernesto Rosalino Fernández, quien solía castigar físicamente a Danila, su pareja de 23 años. Y todo estalló cuando decidió azotar a la pequeña, aduciendo que no era su hija.
La concubina del agresor quiso impedir el castigo a la niña y -cuenta el sitio Las Toscas informa- comenzó a ser ahorcada por el golpeador, pero se salvó porque pudo tomar un cuchillo y con el que provocó un corte en la mano izquierda del hombre, que la soltó pero ya la había desfigurado a trompadas y patadas.
En ese momento ingresó a la casa un hijo de Fernández, que separó a la pareja y decidió llamar a la policía, que detuvo al hombre luego lo liberó.
Más tarde la mujer reveló que su pareja no sólo la agredía a ella sino también a la nena, a la que además solía darle vino en tetra brik. Una actitud repudiable, por la indefensión de la pequeña y porque la ingesta de alcohol puede provocarle daño hepático y cerebral.
La difusión de la imagen en la que se observa cómo la chiquita es obligada a beber generó un enorme revuelo y provocó que la justicia ordenara la detención de Fernández, quien habría escapado hacia Rosario pero no aparece.
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La localidad santafesina de Las Toscas está conmocionada por la difusión de una foto que confirma el desquicio de un hombre de 50 años, que habitualmente golpeaba a su mujer y emborrachaba con vino a su beba de 16 meses.
La situación se daba en un marco familiar contaminado por la violencia de Ernesto Rosalino Fernández, quien solía castigar físicamente a Danila, su pareja de 23 años. Y todo estalló cuando decidió azotar a la pequeña, aduciendo que no era su hija.
La concubina del agresor quiso impedir el castigo a la niña y -cuenta el sitio Las Toscas informa- comenzó a ser ahorcada por el golpeador, pero se salvó porque pudo tomar un cuchillo y con el que provocó un corte en la mano izquierda del hombre, que la soltó pero ya la había desfigurado a trompadas y patadas.
En ese momento ingresó a la casa un hijo de Fernández, que separó a la pareja y decidió llamar a la policía, que detuvo al hombre luego lo liberó.
Más tarde la mujer reveló que su pareja no sólo la agredía a ella sino también a la nena, a la que además solía darle vino en tetra brik. Una actitud repudiable, por la indefensión de la pequeña y porque la ingesta de alcohol puede provocarle daño hepático y cerebral.
La difusión de la imagen en la que se observa cómo la chiquita es obligada a beber generó un enorme revuelo y provocó que la justicia ordenara la detención de Fernández, quien habría escapado hacia Rosario pero no aparece.