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El equipo de Gerardo “Tata” Martino volvió a dejar en claro ante su gente que es serio candidato a salir campeón en el torneo Inicial.
De la mano de la jerarquía individual de sus hombres que pasaron por el fútbol europeo (Gabriel Heinze, Lucas Bernardi, Maxi Rodríguez e Ignacio Scocco), sumado a la solidez colectiva, superó a San Lorenzo y avisó que está para grandes cosas.
La victoria leprosa, por supuesto, es indiscutible. Pasó por encima al ciclón durante los noventa minutos de juego y, además, contó con la “liga” necesaria para poder pelear siempre el título hasta las últimas consecuencias. La constante rotación de sus jugadores ofensivos, la movilidad permanente, la activa participación de un Pablo Pérez que cada día juega mejor, una defensa difícil de romper y un arquero que dio mucha seguridad en las alturas fueron demasiados y necesarios argumentos para abrazar los tres puntos.
El conjunto de Boedo otra vez fue una lágrima en condición de visitante. Ya había zafado contra Belgrano, dejó una magra imagen contra River y ahora fue peloteado de principio a fin, además de haberse olvidado de atacar como en cada ocasión que sale del Nuevo Gasómetro.
Más allá de los merecimientos, parecía que el encuentro se dirigía a un 0 a 0 clavado, que para los azulgranas hubiera sido un negoción. Pero Néstor Pitana decidió ser protagonista, sancionó un polémico penal e Ignacio Scocco lo cambió por gol a ocho minutos del final para desatar la alegría de los hinchas leprosos que se ilusionan con dar la vuelta.