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El dueño de casa fue el que asumió el protagonismo en el arranque, con la movilidad de Cauteruccio como elemento más peligroso. Llegó con cierta comodidad hasta tres cuartos de cancha, aunque estuvo irresoluto en los últimos metros. Caneo no entró demasiado en juego y su pie exquisito no pudo habilitar a alguno de sus compañeros cara a cara con Marchesín. El Grana, que sufrió en los primeros minutos, se acomodó en cancha y se encargó de generar peligro por los costados, especialmente por el lado de Regueiro. Aunque, al igual que su rival, no pudo doblegar la valla de Trípodi.
En la segunda parte, el equipo de Barros Schelotto mostró mayor ambición ofensiva, con Ayala como hombre más destacado en esa tarea. Los de De Felippe perdieron presencia en mitad de cancha en cuanto al quite y Lanús se arrimó con mayor preponderancia al arco del arquero cervecero. Igualmente, pese a la faceta mostrada por su rival, Quilmes no se aferró a la igualdad y también lo buscó, aunque con menor claridad en su juego. Y, en ocasiones aisladas, le metió varios sustitos a su adversario. De todas maneras, quedaron a mano, repartiendo unidades. No alcanzó con las intenciones.
Así, Quilmes extendió a cuatro sus partidos sin poder sumar de a tres. Tratará de hacerlo ante San Martín de San Juan de visitante. Por su parte, Lanús recibirá al puntero Boca en la Fortaleza.