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Es muy cierto que la Copa Argentina no es prioridad para los técnicos ni para las dirigencias de Juventud Antoniana y Central Norte. Pero para los hinchas no deja de ser especial, por el hecho de volver a tener la oportunidad de entreverarse con los clubes de Primera y, además, en esta edición existe la posibilidad de que se enfrenten entre sí los dos clubes más grandes de la provincia por los 16avos. de final de la gran competencia.
En menos de un mes, el santo deberá enfrentar a Tigre por los 24avos., mientras que el cuervo contendrá con Banfield y, ambos no lo harán en el estadio Martearena.
Los organizadores de la Copa, la empresa Santa Mónica y la AFA, aún no les asignaron una sede a estos dos partidos, y como la provincia está descartada, no hay posibilidades de que Juventud y Central jueguen ante su público.
Federico Abud, secretario de Deportes de la provincia, le confirmó a El Tribuno que Salta no será anfitrión por una cuestión estrictamente vinculada a los costos, lo cual trae aparejada una creciente preocupación en la esfera estatal.
“Santa Mónica nos hizo una propuesta, un paquete de varios partidos que incluye a Boca o a River en los cuartos de final, pero como nadie nos garantiza que clasifiquen para esa instancia, estamos frente a gran riesgo deficitario en relación a esta competencia”, manifestó.
Abud explicó luego la metodología con la cual se adjudican las sedes. Si Salta aceptaba, debía correr con todos los gastos de traslados, hospedajes y los premios asignados para los clubes; una erogación imposible de cubrir sin las recaudaciones que Boca o River pueden generar por las nutridas convocatorias y los éxitos de taquilla que dejan en cada lugar del interior del país en el que se presentan por distintas competencias.
Por lo tanto, y como Salta no será sede, Central y Juventud serán reubicados en otras provincias: una de ellas puede ser Chaco, que se aseguró la presentación de Boca. La otra alternativa fuerte es Jujuy, por cercanía geográfica y siempre y cuando la provincia vecina decida comprar el paquete que Salta rechazó.
Desde la dirección del Martearena, Fredy Mocchi le confirmó a El Tribuno que no se jugará en Salta ningún partido de Copa por las altas erogaciones que debe afrontar la provincia. “Si no pasan de fase River y Boca, no garantiza el superávit que equilibraría la balanza de los partidos de floja concurrencia. El año pasado firmamos un acuerdo de que si no venían los grandes, no negociaríamos por los otros partidos. Pero desde Santa Mónica hoy se niegan a asegurarnos eso”, señaló el funcionario.