Trabajadores despedidos de la molinera Lagomarsino y sus familiares ingresaron a la fuerza a la Secretaría de Comercio Interior y culparon a su titular, Guillermo Moreno, por la situación por la que están pasando. La empresa dejó a sin empleo a 25 operarios y adjudicó la medida al freno a la exportación de harina de trigo impuesto por el funcionario.
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Trabajadores despedidos de la molinera Lagomarsino y sus familiares ingresaron a la fuerza a la Secretaría de Comercio Interior y culparon a su titular, Guillermo Moreno, por la situación por la que están pasando. La empresa dejó a sin empleo a 25 operarios y adjudicó la medida al freno a la exportación de harina de trigo impuesto por el funcionario.
La situación fue tensa ayer al mediodía en la sede del organismo. Hubo golpes, gritos, forcejeos y empujones con los guardias, que intentaron impedir que los trabajadores ingresaran al organismo. Finalmente, el funcionario nacional bajó al hall y los atendió.
Lagomarsino es uno de los principales molinos del país y cerró una de sus seis plantas por la crisis. Las otras industrias funcionan en Avellaneda, Navarro, Mar del Plata, Carlos Casares y San Justo, y todas están destinadas al abastecimiento del mercado interno y trabajan con normalidad.
“Hubo golpes y empujones, y muchos gritos e insultos contra Moreno. Después de unos minutos de protesta adentro, el secretario bajó y calmó la situación. Son trabajadores que están preocupados”, dijo un colaborador del funcionario.
El conflicto comenzó cuando a fines de junio el grupo Lagomarsino dispuso la suspensión temporaria de su actividad en el molino de la localidad bonaerense de Isidro Casanova, en el partido de La Matanza, ante la imposibilidad de exportar harina. Esa planta se dedicaba a la elaboración de productos de exportación y ante la imposibilidad de vender al exterior dejó de producir por sobrestock y la falta de mercado.
El Sindicato de Molineros denunció que la patronal pone en riesgo la fuente de trabajo de 100 familias, aunque los afectados por las cesantías son 25 hasta el momento. El delegado de los operarios afectados, Sebastián Barraza, advirtió que “hasta que la empresa no cumpla el acuerdo y se levanten las suspensiones y los despidos, seguiremos bloqueando la planta y profundizaremos las medidas”. La empresa, por su parte, señaló en un comunicado que “ha actuado en todo momento, como es su tradicional proceder, en el marco de la ley, y continuará haciéndolo al renovar su actividad, sin el personal despedido, en cuanto la nueva cosecha de trigo lo permita. Hasta el momento se mantenido silencio sobre las agresiones sufridas a efectos de contribuir a la paz social y la comprensión razonable”.
Exigen el pago de sueldos atrasados
Las esposas de los trabajadores despedidos de la planta de Lagomarsino de Isidro Casanova decidieron movilizarse hasta las oficinas de Comercio Interior para acompañar los acampes dispuestos por los operarios en los ingresos de las plantas que la empresa tiene en las localidades de San Justo, Navarro y Avellaneda. Esa medida es parte del reclamo de cuatro sueldos impagos.
Gustavo Aravena, uno de los delegados de la planta de Casanova, indicó que de los 80 trabajadores afectados, la mitad se encuentra en un régimen de suspensión por el cual cobran un 70% del sueldo.
A mediados de septiembre, un grupo de trabajadores de ese molino harinero se manifestó frente a las oficinas de Guillermo Moreno por los despidos dispuestos por Lagomarsino, hecho que la empresa explicó por el cierre de las exportaciones trigueras.