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No baja los brazos. Central Norte sabe que de acá hasta el final la tendrá que seguir peleando. Sufriendo, como anoche, y haciéndose valer por sus mejores exponentes, con actitud y con la esperanza de que todavía se puede, aunque sea terminar con una campaña mucho más decorosa que la que viene realizando.
La goleada, tal vez exagerada ante Gimnasia de Concepción del Uruguay por tres a cero, es una inyección importante para lo que viene.
Esa goleada, que llegó por dos penales y una terrible contraataque, terminó siendo el corolario de una buena actuación, en líneas generales y más allá de algún sobresalto en el complemento.
Aunque De Giorgi se tuvo que revolcar para sacar un buen cabezazo de Blasco en los primeros minutos, Central tomó la iniciativa, buscó por las bandas y con Artura enchufado, intentando siempre de asistir a Magno o Altamirano. Al equipo de Coleoni le faltó el toque final.
Una mano en el área rival y dos remates de Magno indicaron el dominio territorial y del balón del cuervo. Y cuando la lentitud del equipo entrerriano comenzaba a incomodar en cada sector del estadio, Altamirano insistió, un defensor volvió a meter la mano y esta vez el árbitro cobró penal. El Gordo no falló desde los doce pasos y puso un poco de la justicia que Central conoció muy pocas veces en el torneo.
El segundo tiempo se presentó ideal para el contragolpe; Magno lo tuvo dos veces y Altamirano también pudo haber aumentado el marcador. Con este plan, de espera y salir rápido y con sorpresa, el equipo de Coleoni retrocedió y le cedió el dominio a la visita. Tal vez el temor a perder lo poco que tenía llevó al cuervo defender en su campo y sufrir varios embates. Encima, Altamirano se lesionó y tuvo que ser reemplazado por Perillo; Coleoni decidió meter al pibe González para cerrar aún más los caminos. El sufrimiento llegó a su punto álgido con un gol en offside anulado a Castilla. Luego, casi sin proponerselo, Magno provocó una falta dentro del área y Campos marcó ese otro penal. Solo quedó tiempo para que Magno cerrara el partido con un efectivo contragolpe.
Por Magno y Altamirano
Central logró un triunfo clave de la mano de sus arietes, Diego Magno y Oscar Altamirano.
El delantero de El Carril desplegó toda su habilidad y velocidad desde los primeros minutos del partido, provocó el segundo penal y liquidó el pleito con un contragolpe.
Altamirano es otra de las buenas señales del equipo de Coleoni, pese a la mala campaña. El Gordo se consolida como máximo artillero del cuervo y un delantero que la mete en tiempo de sequías de resultados, no es un detalle menor.
Altamirano, otra vez con la 10 en la espalda, anotó su séptimo tanto en el campeonato y le da la razón a una dirigencia que lo trajo entre tantos desaciertos con los refuerzos.
El goleador se retiró del campo de juego por una dolencia física; salió rengueando y ovacionado por todo el estadio.
Carlos De Giorgi y Cristian Zurita también merecieron un lugar en el podio. El arquero fue clave para tapar la primera llegada clara de la visita y para despejar el peligro en el complemento.