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Central Norte parece tener mil vidas. Besó el suelo, mordió el polvo, escupió tierra y se quemó con la hoguera de los cuestionamientos colectivos por convivir durante varias fechas en el abismo. Hoy, tras la victoria del pasado viernes por la noche en el Martearena ante Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay, el cuervo, por primera vez, saldrá del infierno de la zona de descenso, ya que una derrota o un empate de Gimnasia en el clásico ante Juventud lo desligará del incómodo último lugar.
Un cúmulo de desaciertos múltiples llevó al equipo de Gustavo Coleoni (aún no zafó de los condicionamientos y su vida útil como entrenador en barrio Norte dependerá de lo que suceda en los próximos partidos) a este presente. El Sapito estuvo con un pie afuera del cuervo, realidad que se hubiese cristalizado en caso de empatar o perder con el lobo entrerriano. Por todos esos factores, la victoria fue un desahogo para todo Central, que el próximo domingo recibirá al líder de la zona, Juventud Unida, en otro partido bisagra y de evaluaciones múltiples, tanto para el DT como para los jugadores.
En este sentido, Cristian Zurita, jugador referente y reconocido hincha del cuervo, se refirió en diálogo con El Tribuno a esta bocanada de aire tras una de sus tantas vueltas con la camiseta azabache. “Logramos un triunfo importantísimo y lo hicimos con justicia, planteando un partido inteligente, con mucha paciencia y conociendo las flaquezas del rival. Salió todo como nos dijo el técnico, Nunca quisimos vivir esta pesadilla que estamos viviendo, son situaciones a las que no queremos llegar nunca. Pero hay un cuerpo técnico que nos acompañó a muerte aunque los resultados no lo hicieron. Dejamos todo en la cancha y con esta actitud vamos a salir del pozo, estoy seguro”, dijo el Lula con convicción.
Una alarma para el Gordo
Las secuelas de una goleada trabajada y que no fue fácil desde un principio para Central Norte dejaron secuelas en las anatomías de algunos jugadores del cuervo, como es el caso puntual de Oscar Altamirano, el principal artillero que hoy tiene el azabache y que ratificó su condición con un gol ante Gimnasia de Concepción del Uruguay. El Gordo finalizó el viernes con una inflamación en su rodilla derecha, y si bien el golpe no lo pondría en riesgo para la recepción del próximo domingo a Juventud Unida de Gualeguaychú, se lo examinará en la semana para descartar cualquier dolor de cabeza. Coleoni necesita más que nunca a su goleador para salir del pozo.
“Teníamos que ganar como sea y lo hicimos. Ahora tendremos otro partido duro y tenemos que seguir con este sacrificio. Verlos correr a mis compañeros hasta el último minuto me puso muy contento. Fue la victoria que necesitamos y en la manera que necesitamos, esto tiene que ser nuestro punto de partida. Pero no nos servirá de nada si no ganamos lo que viene”, advirtió Altamirano.