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El pasado viernes, entre las 18.30 y las 20.30, uno o más sujetos desconocidos ingresaron a un domicilio particular del macrocentro salteño y se robaron aproximadamente $170.000.
La policía intervino en el hecho inmediatamente después de su denuncia pero no hubo hasta el momento detenidos. Tomaron huellas dactilares del lugar, interrogaron a vecinos e incluso verificaron con cámaras de seguridad de la zona, pero no se dio con el paradero de ningún sospechoso.
La víctima fue Marcos Rafael Arrabal (41) quien como nunca en sus años de trabajo de distribuidor de conocidas marcas de bebidas y pañales, el viernes pasado tuvo que llevar a su casa un elevado monto de dinero en efectivo. La intención era depositarla, pero los factores se conjugaron para que esto no fuera posible y tuviera que posponerlo hasta el próximo día hábil.
Arrabal, había dejado la plata en una mochila en su dormitorio, a la vista. No creyó que fuera a suceder nada y partió a General Güemes con su mujer y su hijo menor para asistir a la misa del padre Darío Betancourt. Sin embargo, los hechos fueron otros y alguien forzó dos puertas para ingresar a su domicilio en la calle Paz Chaín 75, a pocos metros del hospital Arturo Oñativia y del predio de la Cruz Roja.